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Microsoft, la aventura de mi vida: Alberto González Esparza

González Esparza ingresó a las filas de Microsoft a los 25 años en la división de Pyme. Tras haber laborado 21 años en la empresa, el próximo 1 de julio pasará la batuta.

Microsoft ha sido la aventura de mi vida . Así resume Juan Alberto González Esparza los 21 años que ha laborado en la compañía de tecnología Microsoft, los últimos 8 años como director general de las oficinas de México. El próximo 1 de julio, pasará la batuta a Jorge Silva Luján.

González Esparza ingresó a las filas de Microsoft a los 25 años en la división de Pequeña y Mediana Empresa (Pyme) tras dejar un emprendimiento de cableado estructurado. Durante sus más de dos décadas en la empresa estuvo al frente de áreas como ventas al sector financiero y comercio electrónico, así como de las subsidiarias de Colombia, Perú y la región Andina para posteriormente liderar las oficinas de México. Del 2011 al 2013 también fue presidente de la Asociación Mexicana de Tecnologías de la Información (AMITI).

Durante este tiempo, ha sido testigo de la transformación tecnológica dentro y fuera de Microsoft, desde tecnologías para servidores, los inicios de la conectividad e Internet, o los sistemas operativos MS-DOS y Windows. Hubo aciertos y fracasos.

Nadie se acuerda de Microsoft Bob que era un sistema operativo que pretendía ser muy intuitivo para los jóvenes y que fue un gran fracaso. Y los muñecos (ActiMates), Barney, que interactuaban con un VHS , recuerda en una entrevista conEl Economista.

El directivo ha sido interlocutor y evangelizador de la tecnología. Bien se le ha podido ver en las mesas con altos funcionarios públicos y autoridades, cúpulas industriales, emprendedores del país, estudiantes y sociedad civil.

En su acto final, González Esparza se dice convencido de haber dejado las bases en México para lo que la compañía logre la transición a un nuevo Microsoft basado en las tecnologías de movilidad, el cómputo en la nube, las redes sociales, seguridad, big data y nuevas tecnologías como la realidad virtual y una nueva forma de cómputo personal basada en la interacción humana con las máquinas mediante el habla, el tacto o la biometría.

-¿Qué significó estar dentro de Microsoft?

Aprendes a entender qué está sucediendo en el mercado, las tendencias, la propuesta de Microsoft y ver qué está haciendo Apple, qué está haciendo Google, Amazon, y decir dónde está el factor diferenciador nuestro.

Una vez iba en un avión, de viaje, y veía a México desde arriba. ¿Qué pasaría si toda esta gente tuviera tecnología y si los 112 millones tuvieran acceso a Internet, si tuvieran mejores servicios? Podríamos reducir los ciclos de educación en México, podríamos ayudar a que las pymes hagan negocios a costos más baratos, podríamos ahorrar mucho dinero gracias a la tecnología y que esos presupuestos se usen para mejor seguridad, mejorar la calidad de vida. Soy soñador.

-¿Lograste hacer historia?

Nunca soñé trabajar en Microsoft, estar 21 años, irme a Perú, a Colombia y regresar a mi país como director general, pero lo hice. Nunca soñé crear Elevemos México y hoy tenemos 250 centros comunitarios tecnológicos, se atienden a más de 3 millones de personas. Con humildad sí veo que son cosas que van a pasar a la historia, son historias para el país.

Lo que hicimos en la AMITI también fue histórico. Me toco cambiar desde el logotipo y los colores de la AMITI hasta los nuevos pilares de la AMITI: mujeres, emprendedores, nuevos servicios para la Asociación y la innovación

-Llevas mucho el mensaje de acelerar la industria. ¿Sí está acelerando?

Cuando veo hacia atrás, siempre digo que hay cosas que se pudieron hacer mucho más rápido; pero sí se está acelerando, tendría que ser miope para no verlo. En los nuevos programas que abrimos de cómputo en la nube ya hay 70,000 pymes. Ve la penetración de servicios de cómputo en la nube en el país, como Skype, o del porcentaje de gente que tiene consolas de videojuego ya más del 50 ó 60% usa Xbox Live y somos el número uno en el sector de videojuegos en el país. Sí veo los avances aunque siempre somos críticos, podríamos estar avanzando mucho más.

-¿Qué retos le dejas a Jorge Silva en Microsoft?

Jorge se va a quedar con una gran base, una gran plataforma para lo que llamamos el nuevo Microsoft y ese proceso de transformación que estamos viviendo, los pilares, él los tiene que bajar a tierra con el equipo y hacerlos una realidad en México. Ahorita hay todo un equipo en la transformación, en nuevos modelos de negocios y eso tiene que bajarlo y hacerlo.

-¿Qué faltó hacer?

Como en todo en la vida, hay decisiones en las que me equivoqué, para bien o para mal, hay decisiones que debí haber implementado antes para acelerar más. Estoy haciendo un ejercicio sobre las enseñanzas que le quiero dejar a Jorge y una es tener una mentalidad de viajero, de en tres años a lo mejor voy a tener que moverme, entonces tengo que acelera, tomar decisiones rápido y moverte.

-¿Cuál fue etapa más difícil?

Fue cuando, en el sexenio de (Felipe) Calderón, la economía cayó como un 6%, vino la influenza y luego se cayó la economía. Vino la crisis, la influenza, la economía y hubo mucho miedo y el miedo nos paralizó. La caída de la industria, la influenza y a pesar de que hubo decisiones buenas en medio, nos faltó tener más fe, y optimismo. Esos momentos difíciles del mercado son excelentes oportunidades para transformarte y cambiar paradigmas. Logramos algunos pero debí aprovechar más esa coyuntura.

-¿Cuál es la tecnología que más te emociona?

Estoy fascinado con Surface y con Windows 10. Tengo mi Docking Station, un monitor y fluyo, como trabajo con mi Surface y las pantallas, creo que estamos haciendo cosas muy padres que te aumentan la productividad, me hacen más eficiente en el día a día.

-¿Qué sigue después de Microsoft?

Ahorita es apoyar a la familia en una primera etapa, apoyar a mi esposa en su nuevo emprendimiento. Quiero aprovechar para reinventarme, voy a ir por el lado del coaching ejecutivo, voy a dar conferencias de innovación, liderazgo, cambio, diversidad e inclusión. También he manejado un proyecto de una fundación, Ojos que Sienten, para débiles visuales. De ahí va a nacer una nueva empresa, Capaxia, junto con una joven emprendedora, Gina Badenoch, que va a estar enfocada e identificar el potencial humano.

-¿Extrañarás la tecnología?

Los nuevos planes tienen sus secretos de tecnología. Ya te platicaré pero Capaxia estamos trabajando con una empresa de tecnología en Londres para que muchos de los servicios estén basados en la nube. No la voy a dejar y voy a seguir usando Microsoft.

julio.sanchez@eleconomista.mx

mfh

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