Una aldea donde el conocimiento es global

La mañana del 10 de julio, la prensa no esperaba mucho previo a la inauguración de Aldea Digital en el Zócalo capitalino. Dos semanas antes, Telmex y Telcel habían venido promocionando en las redes sociales con mayor fuerza al evento que hace cinco años se concibió como la repuesta de América Móvil a Campus Party. Y los medios sólo esperaban a Carlos Slim Helú ese viernes.

El magnate apareció al medio día junto con Carlos Slim Domit, presidente de Telmex, y con Daniel Hajj, jefe en Telcel. Ninguno de ellos quiso hablar sobre las nuevas políticas de mercado que pesan sobre esas dos empresas de telecomunicaciones y en cambio, presumieron el despliegue tecnológico para esta edición de su aldea que tiene un carácter de global debido a la participación de personajes como Steve Wozniak, cofundador de Apple, o el futurista Michio Kaku, o también por las capacitaciones que podrían, por ejemplo, llevar a un carpintero a la nueva economía digital, argumentó entonces Héctor Slim Seade.

Con esta premisa, los organizadores pretendieron de una vez por todas dejar esa imagen de que Aldea Digital es un símil de un café internet de grandes dimensiones por estar emplazado en el Plaza de la Constitución y los poco olvidados traspiés de su primera edición realizada en el Centro Banamex, también por antonomasia el recinto competidor del Expo Bancomer donde inició Campus Party.

Telmex estará a la vanguardia tecnológica… hay que potenciar, traer las herramientas de tecnología para avanzar con la educación y la cultura digital , comentó de manera rápida Slim Seade, director de Telmex, ese viernes a los medios. Y el reto, reconoció: el de cómo adentrar a todas las generaciones a los adelantos tecnológicos, al ecosistema digital.

Era cotidiano en esta aldea ver a algún anciano fotografiarse y enviar a sus familiares o guardar su imagen en la nube y si lo quería, acompañarlo con el detalle de la imagen del Perro Wow, la mascota oficial de Telmex y de su servicio Infinitum. También, más común que los usuarios más jóvenes realizaran intercambios de información vía la tecnología de NFC con sus equipos, más rápido y más confiable hasta para los pagos electrónicos desde el celular, pero que en el país todavía no es una realidad plena.

Pero lo más importante para los de Aldea Digital era dar a conocer lo que significa en el envío y recepción de señales bajo el estándar de comunicación móvil LTE, el más veloz a la fecha, al que Telcel le ha apostado 6,000 millones de dólares de aquí al 2018, y que no tendrá sucesor hasta más allá del año 2020, según los expertos. Quizá como parte integral de una estrategia de negocios o quizá como pura explicación, algunos asesores en los stands no se cansaban de explicar a los usuarios lo que significa el LTE, su alcance, su poder de carga de datos, su velocidad y algunos equipos y software que han comenzado a integrarlo y traerlo a México.

Todavía el sábado por la tarde, a una mujer cercana a la tercera edad le brotaban más dudas sobre el LTE, sobre su futuro sucesor, el 5G, sobre Megabits o Gigabytes; sobre hasta cuándo serán más baratos las terminales móviles y porqué aquella voz de Apple, Siri, no puede tenerla en su celular de Nokia de gama media hacia abajo. Entonces, el asesor dejó por unos momentos a dos adolescentes para atender en personalizado a la mujer que la acompañaba un hombre de mediana edad, quizá su hijo, para resolverle todas sus dudas, las más sencillas y de manera práctica.

Pareciera entonces que el reto de hacer llegar el mensaje planteado por Slim Seade al arranque de la Aldea Digital de este año trataba de cumplirlo este asesor con una dama que por décadas usó un teléfono de disco, para la que la telefonía vía microonda o el Internet por cable DSL pasó desapercibido, porque ahora experimentaba en LTE, muchas veces más rápido a como se navegaba hace unos diez años en la red.

Por desapercibidos acontecimientos como los de esa mujer, el Zócalo, punto de acción y de reunión sobre todo lo que pasa en México, se había convertido también en un pequeño polo de tecnología sobre la plaza que supone el corazón del país, en el que por cierto han cabido unas 250,000 almas en momentos de tensión política, pero que Telmex se impuso el reto de meter a 300,000 para presentarles lo que es la tecnología.

Allí, el cofundador de Apple, Steve Wozniak, calificó a esta aldea como un polo donde la explicación sobre la tecnología se hace tangible, que es sencilla, que no cambia toda tu vida, sino que te permite hacer las cosas más fácilmente , dijo al respecto de los adelantos tecnológicos llamados wearables, más particularmente como el Apple Watch.

Y luego se refirió al miedo de las personas por sobre el vertiginoso avance de la tecnología en todos los campos.

Él no lo dijo, pero durante la plática que sostuvo con el periodista sobre gadgets, Salvador Martí, no muchos de los presentes olvidaron que recientemente un trabajador de Volkswagen murió a causa de un robot en una planta de Alemania; que hace dos meses se divulgó que en Japón comienzan a haber androides que hacen el servicio de la casa y por qué no pensar que las máquinas harán la limpieza en los hogares mexicanos. Para todo, Wozniak tuvo una respuesta y trató de congelar cualquier miedo y de sí alentar la curiosidad y la creatividad, y de ejemplo puso a Google Glass.

Nos asusta que una máquina pueda tener conciencia y que piensen 100 veces más rápido que los humanos. Espero que no sea más inteligente, pero si es así, se va a dar cuenta de que los humanos hemos destruido el mundo y, entonces, las maquinas podrían ayudarnos a encontrar una solución, trabajando de nuestro lado , perfiló el ingeniero sobre los robots y sobre la llamada inteligencia artificial.

Y la tecnología no sólo mejora las comunicaciones móviles, la medicina o la educación y también las estrategias de guerra. También ha comenzado a revolucionar las campañas políticas, Jim Messina, asesor político en Estados Unidos, recordó como las redes sociales llevaron a Barack Obama a la Casa Blanca y lo dijo poco, pero también señaló cómo Facebook y Twitter colaboraron con su tecnología de comunicación para llevar a Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, al primer puesto de gobierno en Nuevo León.

Por todos los usuarios en las redes es conocido que Twitter y Facebook han llevado a candidatos al gobierno, dijo Messina, pero en Aldea Digital soltó un nuevo nombre: SnapChat. En los Estados Unidos los políticos están tratando de aprender a comunicarse por SnapChat , porque esta red es la nueva plataforma en el barrio de las redes sociales, porque rebasa los cien millones de usuarios y porque los jóvenes están allí y porque otra vez ellos serán un factor para el triunfo de cualquier oferta política.

Aquí vemos cómo la tecnología es cada vez más cercana, más barata, especialmente con la nube. Ahora se trata más de innovar , le dijo a los presentes Jim Messina.

Jim Messina recogió esa palabra de innovar que antes ya había dicho Michio Kaku. Previamente el futurista sostuvo que las tecnologías y la innovación llevarán a esta especie a crear una civilización planetaria , por ello no es aventurado afirmar que lo visto en la Aldea Digital es una parte del conocimiento global al que comienzan a acceder cada vez más personas en alguna otra parte.

Nuestros niños ahora pueden estar jugando videojuegos desde sus casas con niños de Argentina, Rusia o China y ellos saben más acerca de la gente en Rusia que de su vecino. Estamos empezando a ver el inicio de una cultura planetaria , sostuvo el científico sobre los pros y los contras de las nuevas comunicaciones y maneras de entretenerse.

Nuevas manera de comunicarse para los ancianos o niños a los que en Aldea Digital se les explicó cómo crear una cuenta de correo electrónico, a otros usuarios más avanzados a cómo iniciarse en la animación o la programación; a unos más cómo hacer campañas para sus negocios en redes sociales y a otros, hasta cómo presentar un currículo por YouTube.

Todo porque, afirmó desde el arranque de esta Aldea Digital, Carlos Slim Domit, líder de Telmex, no vivimos en una época de cambios, sino en un cambio de época, con una sociedad más conectada y más incluyente .

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