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Arte e Ideas

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Coral Bracho: “Tenía pensado dedicarme a la ciencia”

Después de saberse ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023, máximo galardón que otorga la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, la poeta mexicana reflexionó sobre la sonoridad de la poesía y la evolución de su trabajo hasta llegar a su poemario “Debe ser un malentendido”, dedicado a su madre, quien padeció de Alzheimer

Coral Bracho se hizo presente vía remota en el hotel Barceló de Guadalajara después de saberse ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023. Foto EE: Cortesía Natalia Fregoso

Coral Bracho se hizo presente vía remota en el hotel Barceló de Guadalajara después de saberse ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023. Foto EE: Cortesía Natalia Fregoso

Esto que ves aquí no es. / Alguien te oculta una pieza. / Es el fragmento / que da el sentido. Es la palabra / que altera el orden / del furtivo universo. El eje / oculto / sobre el que gira. Este recuerdo / que articulas / no es. Falta el espacio / que ajusta el caos”.

Es un fragmento del poema “Esto que ves aquí no es”, de Coral Bracho, contenido en el libro “La voluntad del ámbar” (Ediciones Era, 1998).

De Coral Bracho se ha dicho que renuncia una y otra vez a las formas que definen un estilo, aun con sus variaciones, porque, si acaso, su obra es una colección de conjuros contra el menoscabo del cuerpo, la percepción y los confines de la memoria, desde su obra temprana, “El ser que va a morir” (Joaquín Mortiz, 1982), hasta el poemario “Debe ser un malentendido” (Ediciones Era, 2018), sin desdeñar bellísimas obras como “Ese espacio, ese jardín” (Ediciones Era/El Colegio Nacional, 2003) o “Zarpa el circo”, que reúne las palabras de Bracho y los trazos de Vicente Rojo en torno a ese mito circense que se construye debajo de la carpa y que unos días después desaparece sin dejar huellas que valgan la pena, más que las del recuerdo.

La poesía, como la música

Este lunes, Coral Bracho se hizo presente vía remota en el hotel Barceló de Guadalajara después de saberse ganadora del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances 2023 y de enterarse de lo dicho por el jurado sobre el conjunto de su obra: “la poesía de Coral Bracho se pregunta por las maneras en que el mundo se descubre y nombra, provocando una inteligencia sensible por parte de la instancia lectora. Su trabajo se vuelve, entonces, un archivo de experiencias vitales donde se piensa el olvido, la enfermedad, el dolor y la muerte”.

De ahí, durante la serie de preguntas y respuestas de aquellos colegas que pudieron viajar hasta la capital jalisciense para enterarse de viva voz sobre el fallo, la periodista Virginia Bautista le preguntó a la poeta sobre aquellas exploraciones pasadas y las que ve aproximarse para verter sobre su nueva poesía. Y Bracho entonces aprovechó para remontarse brevemente al cuerpo de su memoria.

“En principio tenía pensado dedicarme a la ciencia. Me interesaba muchísimo el estudio de la mente, sin embargo, en un momento dado tuve la oportunidad de participar en un coro con distintos directores de orquesta, y esa emoción del canto fue algo que me abrió otros caminos y que me hizo pensar que podía dedicarme de alguna forma al arte. Yo leía mucho, desde niña tuve contacto con la poesía (…) ya más grande, como a los 12 años, después de la muerte de mi padre, fui a Francia y estuve interna (en el colegio) unos meses. Allí la poesía me deslumbró por la manera en como la planteaban, el contacto con el sonido y el sentido”.

Coral Bracho entró a estudiar Ciencias, pero, compartió, a la par decidió comenzar a escribir, no como una necesidad sino como un interés a desarrollar. “Fue una enorme sorpresa saber que la posibilidad de escribir se unía con el sonido”. De ahí, reconoció, sus primeros poemas eran más extensos y están guiados por un ritmo, dictados, dijo, “por el movimiento del lenguaje”.

Convivir con el Alzheimer

Después vinieron otras etapas creativas dentro de su obra poética, las cuales, no obstante, siempre estuvieron unidas por un puñado de formas expresivas, que la poeta explicó: “he escrito poemas de crítica social, de crítica política, y, en efecto, en los últimos años tuve la experiencia de mi madre con Alzheimer, con quien afortunadamente pude escuchar, ver y comprender a qué grado el Alzheimer es una forma de estar un mundo que se acerca mucho al de la niñez, es decir, a ver el mundo como algo nuevo, como algo sorprendente, y fue muy conmovedor”.

Sobre esto último, Coral Bracho se refirió en específico al reciente poemario “Debe ser un malentendido”, en cuya cuarta de forros se puede leer:

“… aqueste no acordarme no es olvido / sino una negación de la memoria”, escribió Sor Juana al final de uno de sus sonetos. Tres siglos y medio después, Coral Bracho hace de esa “negación” de la memoria capaz de rechazar y ordenar a su arbitrio, y ya descoyuntada aquí por el Alzheimer, su materia de trabajo: la memoria y sus universos paralelos, cables cruzados y uróboros, su simultánea cualidad de archivo vacío y de hallazgo, de avidez de sentido y pérdida de goznes claves, se perciben aquí con la minuciosidad quirúrgica de Bracho”.

De ahí que valga la pena cerrar con otro extracto, uno del libro en cuestión:

“No, no me hace caso / el espacio, ya no me entiende. / No lo entiendo tampoco. Siento su hueco / como un borrón. / Como una mancha que niega / este impulso a saberlo; a encontrar / lo que rige, y decide en él. / Una tachadura que apaga / mi pregunta / antes que pueda hacerla; / que la compacta, / y la encierra / en un pequeñísimo punto oscuro”.

Algunas obras de Coral Bracho

  • “Peces de piel fugaz” (La máquina es escribir, 1977)
  • “El ser que va a morir” (Joaquín Mortiz, 1982) – Premio Nacional de Poesía Aguascalientes
  • “Jardín del mar” (Conaculta, 1993)
  • “La voluntad del ámbar” (Ediciones Era 1998)
  • “Ese espacio, ese jardín” (Ediciones era 2003) – Premio Xavier Villaurrutia
  • “Si ríe el emperador” (Ediciones Era, 2010)
  • “Marfa, Texas” (Ediciones Era/UNAM, 2015)
  • “Zarpa el circo” (Ediciones Era/El Colegio Nacional, 2015) - En colaboración con Vicente Rojo
  • “Debe ser un malentendido” (Ediciones Era, 2018)

Poetas ganadores del Premio FIL

  • Coral Bracho (México) – 2023
  • Mircea Cărtărescu (Rumania) – 2022
  • David Huerta (México) – 2019
  • Ida Vitale (Uruguay) – 2018
  • Yves Bonnefoy (Francia) – 2013
  • Rafael Cadenas (Venezuela) – 2009
  • Tomás Segovia (México) – 2005
  • Cintio Vitier (Cuba) – 2002
  • Juan Gelman (Argentina-México) – 2000
  • Olga Orozco (Argentina) – 1998
  • Eliseo Diego (Cuba) – 1993
  • Nicanor Parra (Chile) - 1991

ricardo.quiroga@eleconomista.mx

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