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Arte e Ideas

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Defienden la novela de aventura en Gijón

La defensa del género fue hecha por Paco Ignacio Taibo II, Elia Barceló, Fernando Marías, Rafael Marín, Juan Miguel Aguilera, Javier Márquez, Javier Zárate, Héctor de Mauleón y Kike Ferrari.

La novela de aventura fue sentenciada a muerte hoy en Gijón... pero sólo por unos minutos, la defensa a capa y espada de los escritores creyentes de este género le da una esperanza aún.

El mal presagio lo hizo el escritor de novelas policíacas Eduardo Monteverde: la única forma de encontrar nuevas maneras de narrar es descubriendo una emoción que el humano no tenga aún, pero el cerebro humano tiene sólo siete emociones y todas experimentadas, provocó Monteverde, autodefinido como un mexicano extrañamente racional.

Le antecedió el francés Sebastién Rutés quien preguntó fríamente qué es lo que va a suplantar al exotismo geográfico o histórico, ampliamente utilizado por Dumas, Verne o Salgari, por mencionar a algunos clásicos, ahora que no hay mundos lejanos a los que las aguas de internet no te lleven en 10 segundos.

Esta provocación fue una estocada para el resto de los escritores participantes en la tertulia Hacia una novela de Aventuras de la semana de la literatura negra en Gijón.

La defensa del género fue hecha por el propio Paco Ignacio Taibo II, director de la Semana Negra, y siguió con los escritores españoles Elia Barceló, Fernando Marías, Rafael Marín, Juan Miguel Aguilera y Javier Márquez, los mexicanos Javier Zárate y Héctor de Mauleón; además del argentino Kike Ferrari.

Las recomendaciones fueron la sustitución del exotismo lejano por el cercano y de ahí al exotismo interior que puede tener las mejores travesías.

José Luis Zárate agregó como condición la percepción: es la que conduce al exotismo. Y recordó la historia de un niño poblano (que todos suponen es él mismo porque nadie más reconocía esa historia) que en el camino a la tortilería podía encontrar aventuras maravillosas, territorio comanche, abismos y todo tipo de peligros antes de alcanzar el peligroso encargo de la madre.

Para Rafael Marín las diferencias culturales pueden dar abiertamente el elemento exótico tan buscado. Si yo escribo de mi calle y mi colonia, seguro en China les parecerá de lo más exótico igual que a mi me lo parecerá si tú escribes algo de Buenos Aires .

Aguilera y de Mauleón coincidieron en que la percepción de lo exótico nos vuelve a las ciudades. Agotados los mares lejanos, las expediciones polares los viajes a países remotos, las ciudades se convierten en nuevas formas del exotismo y entreabren la puerta a una nueva aventura: el viaje interior dijo de Mauleón.

Y este mismo viaje interior es la receta de Elia Barceló quien de paso agradeció el debate porque descubrió lo qué es la novela que está escribiendo ahora y no podía definir: llevo 300 páginas y ahora me doy cuenta que es una novela de aventura, gracias .

Ya sabemos cómo son las mujeres pero descubrir cada mujer es una aventura maravillosa.

Para Paco Ignacio Taibo II la novela de aventura en la medida en la que se vuelva una síntesis de la novela negra, de la novela histórica y de la fantástica tiene todo el futuro por delante .

En conjunto los 11 tertulianos intentaron un nuevo canon de la novela de aventura en cuatro pasos: debe haber un viaje, los personajes deben moverse y eso significa variedad de países como en la tradición; hay un viejo enciclopedismo que tendría que ser neoenciclopedismo; profundidad psicológica de los personajes, y convivencia de pasado y presente.

El género revivió por unas horas y recuperaron algunos pasos elementales para preservarlo, un par de escritores que recordaban al niño poblano, siguieron el debate que los llevara descubrir quién de ellos había sido niño verniano y quién salgariano.

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