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¿El futuro de la educación o educación para el futuro?

La educación ha logrado transformarse dando paso a la mejora de las modalidades educativas (presencial, híbrida y en línea), pero esa transformación ha llevado a las instituciones de educación superior a replantearse nuevos escenarios para el diseño y la actualización de programas de estudio en todos los niveles.

En dos años, se avanzó en el uso y apropiación de la tecnología y la red, en lo que se proyectaba fueran 10 años. Foto: Shutterstock

En dos años, se avanzó en el uso y apropiación de la tecnología y la red, en lo que se proyectaba fueran 10 años. Foto: Shutterstock

En los últimos años hemos vivido una serie de cambios en todos los sectores sociales, pasando desde el cierre de la economía, el fortalecimiento del comercio electrónico, la educación en línea y el trabajo desde casa, todos ellos llegaron para quedarse en la nueva “normalidad” durante los próximos años..

En ese sentido, la educación ha logrado transformarse dando paso a la mejora de las modalidades educativas (presencial, híbrida y en línea), pero esa transformación ha llevado a las instituciones de educación superior a replantearse nuevos escenarios para el diseño y la actualización de programas de estudio en todos los niveles.

Este rediseño de la oferta educativa, hoy en día, debe considerar los siguientes elementos:

  1. Demografía: en los próximos 10 años, el rango de edad promedio de la población tanto a nivel nacional como internacional, será de 30 años, es decir, tendremos un menor número de población entre los 20 y 30 años.
  2. Digitalización: derivado de la pandemia iniciada en el año 2020, se incrementó el uso de la tecnología y la digitalización de diversos procesos, tanto para llevar a cabo actividades personales, como laborales y académicas. En un periodo de dos años, se avanzó en el uso y apropiación de la tecnología y la red, en lo que se proyectaba fueran diez años. En ese sentido, no se puede separar el proceso pedagógico del entorno tecnológico y virtual.
  3. Nuevos estudiantes: el proceso educativo, no fue la excepción en el cambio de paradigma, los docentes y las instituciones se dan cuenta de un nuevo perfil de estudiante. Un estudiante que ya rebasa la barrera de la enseñanza presencial e interactúa en entornos físicos y virtuales.
  4. Vinculación: el principal cliente de las instituciones de educación superior deberán ser los empleadores, esto no es un vínculo nuevo, pero se deben reforzar las alianzas con el sector laboral. Es en este espacio, en donde las instituciones de educación deben buscar las nuevas necesidades que demanda el mercado.
  5. Profesionales en educación: las nuevas demandas del entorno requerirán profesionales que egresen del área educativa con una formación capaz de responder y resolver las diversas problemáticas educativas en diversos sectores con el apoyo de la tecnología. Estos cinco elementos, nos llevan a la siguiente pregunta: ¿hay que pensar en el futuro de la educación o en la educación del futuro? Queda claro que ambas premisas están vinculadas de tal forma que no podemos entender una sin la otra, es decir, una situación como la que vivimos hoy en día en donde no sabemos en qué momento se volverán a cerrar las aulas físicas para enseñar en entornos virtuales, ¿será un desafío complejo o ya estaremos preparados para ello?.

La única respuesta está en la educación para el futuro, aquella que brinde a las nuevas generaciones las herramientas necesarias para vincularse con su entorno, a través de la tecnología, pero sin dejar de lado la riqueza, la formación y la interacción cara a cara, ese es el desafío de la educación, fusionar lo mejor de la presencialidad con lo valioso de la virtualidad.

*Mtro. Jorge Díaz Vázquez es Coordinador de la Licenciatura en Pedagogía de la

Universidad Simón Bolívar México

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