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Arte e Ideas

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El home office ha beneficiado a grupos relegados

La irrupción del home office trajo beneficios, especialmente para los grupos sociales que históricamente habían sido relegados.

El home office o teletrabajo, el trabajo a distancia del centro laboral, llegó forzado por la pandemia de la Covid-19 y cambió la vida de muchas personas. Esta práctica ha impactado en particular y de manera positiva a las mujeres y a los habitantes de pequeñas ciudades y pueblos discriminación por su edad.

Para entender la dimensión de los beneficios del home office, El Economista platicó con tres mujeres: Daniela Mora, redactora digital, radicada en Costa Rica; Irene Ramírez, Country People Lead en SoftServe México, y Jennifer Mugford, Senior Manager, People and Culture Operations en Invicta.

A pesar de que cada una tiene un perfil profesional y personal distintos, coincidieron en varios aspectos benéficos que ha traído el trabajo remoto.

Ventajas del teletrabajo

  • Mejor balance entre vida laboral y personal
  • Dormir más 
  • Comer más sano, alimentos recién preparados y por menos dinero
  • Tener tiempo para ejercitarse
  • Poder hacer una pausa en la jornada, dentro de un entorno amigable y regresar a trabajar
  • Mayor convivencia familiar y social
  • Menos prisas en los días en que trabajan
  • Más horas dedicadas a otras actividades fuera del empleo 
  • Mejor administración de su jornada
  • Mejor adaptación al cambio
  • A nivel empresarial: apoyar iniciativas de responsabilidad social y corporativa, por ejemplo, reduciendo la huella de carbono al reducir los traslados de su personal
  • Para las empresas también ha representado ahorros en los servicios que tenían en sus instalaciones y en el pago de renta

A pesar de que la ley de teletrabajo obliga a las compañías a dar una compensación económica para sus trabajadores remotos, no se compara con el costo de tener una oficina abierta y funcionando.

En los equipos de trabajo, todo eso trae como consecuencia una mejor salud física y emocional que repercute en la productividad y los resultados de negocio.

Home office: la nueva fórmula para la igualdad laboral

Además de lo ya mencionado, Irene Ramírez (SoftServe México) y Jennifer Mugford (Invicta) consideran que el teletrabajo abrió la posibilidad de contratar talento de cualquier parte de la República. De esa forma, se fomenta el empleo, en lugares donde escasean las vacantes. 

Poder acceder a un trabajo en una empresa remota al lugar de residencia, es un tema de equidad, de pagar conforme al mercado y no de acuerdo al estado donde radica el candidato. Y bajo esta lógica, se puede desarrollar nuevo talento desde antes de que los estudiantes egresen de las universidades. En ese sentido, ha sido un ganar-ganar.

En el caso de Invicta, empresa estadounidense, tiene 50 empleados laborando en México, de los cuales muchos están en ciudades pequeñas o pueblos. En esas zonas hay mucha necesidad de trabajo. Y las posibilidades de encontrar un empleo con las prestaciones y el sueldo que una compañía internacional puede ofrecer allí son nulas.

El home office brinda oportunidades a personas capacitadas, pero que por razones personales, no están en el lugar correcto para desarrollarse. Así alcanzan salarios equitativos, no importando dónde estén.

¿Por qué muchas personas rechazan volver a las oficinas?

Las entrevistadas tienen experiencia trabajando de tiempo completo en oficinas y también de manera remota. Para Daniela Mora el esquema tradicional le generó niveles de ansiedad, que derivaron en colitis, dermatitis y dolores musculares. “Me sentía como el personaje del cortometraje Cabeza o corazón de Pixar: todos haciendo lo mismo al mismo tiempo y todos deprimidos”.

No entendía por qué si su trabajo estaba enfocado en actualización de redes sociales y sitios web, debía ir a una oficina.

Yo sólo quería trabajar de forma digna y ser eficiente. Si tu salario te cuesta tu paz o tu salud mental, el tiempo de familia o pareja no vale la pena”: Daniela Mora.

En Latinoamérica, es común que los jefes obliguen a los subordinados a presentarse a trabajar, a pesar de estar enfermos, por ejemplo con gripe. Y además, los contactan fuera de los horarios de trabajo. Y a pesar de que las legislaciones están avanzando para contrarrestarlo, en muchas empresas las cargas de trabajo continúan siendo excesivas.

La desconfianza es un común denominador entre muchos mandos superiores, quienes piensan que los empleados no trabajan igual si no los están viendo. Sienten que pierden el control. Y carecen de experiencia manejando al personal de manera virtual. 

Jennifer Mugford, quien lleva muchos años colaborando en áreas de recursos humanos, comenta que la molestia de los empleados, al ser obligados a ir a una oficina, radica en que muchos de ellos no necesitan un determinado lugar para desempeñar sus funciones. Simplemente basta con tener una computadora, buena conexión a internet y un teléfono. Si bien, no es el caso de los proveedores de salud, personal de limpieza o trabajadores de atención a clientes presencial, muchos miembros de las organizaciones, sí pueden trabajar remotamente.

Irene Ramírez, de SoftServe México opina que el home office funciona para las empresas  mexicana dependiendo del tipo de industria, la compañía y sus necesidades. Anteriormente, no todas las empresas se atrevían a llevarlo a cabo, por falta de comunicación y falta de programas de gestión de talentos

Para aquellas organizaciones que desean implementar este beneficio, necesitan tener bien establecidos sus objetivos, que estos sean claros para los colaboradores, definir la periodicidad con la que estarán evaluando y delimitar los momentos en los que dar retroalimentación para hacerle saber a esa persona si está funcionando bajo esa modalidad. 

“La confianza es básica, tenemos que darle a cada colaborador un voto de confianza y pensar que están haciendo lo que les corresponde”.

Y desde el punto de vista de atracción de nuevo talento, Irene y Jennifer están de acuerdo de que ofrecer home office es un factor determinante para que un candidato acepte o rechace una propuesta de trabajo. Es uno de los beneficios más valorados. Es especial en áreas relacionadas con las tecnologías de información, mercadotecnia digital y atención a clientes vía telefónica (call center).

El home office es una práctica que te ayuda a atraer talentos y retenerlos”: Irene Ramírez

 Acorde a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STYPS) alrededor de 13 millones de mexicanos están trabajando de manera remota o al menos híbrida. Y de acuerdo a OCC las vacantes ofertadas en dicha plataforma, uno de cada dos mexicanos está interesado en el teletrabajo. Para las empresas esto es un indicador acerca de cómo tienen que evolucionar y adaptarse al mercado para conservar y mantener motivado al talento.

Hoy en día tenemos muchas herramientas para conectar y hacer un seguimiento. La pandemia demostró que podemos desempeñar nuestros roles, sin estar en una oficina. La cuestión es saber administrar nuestro tiempo y aprovechar la tecnología.

El hecho de trabajar desde cualquier parte del mundo, siendo nómadas digitales, es una experiencia que las empresas pueden ofrecer. Sobre todo, las generaciones más jóvenes están buscando experiencias nuevas y las empresas deben responder también a eso.

Me encanta ser dueña de mi tiempo y tener flexibilidad sin culpa”: Irene Ramírez

Jennifer Mugford quien trabaja para Invicta, piensa que el home office funciona para todas las empresas, no solo las mexicanas o las estadounidenses. Funciona cuando los objetivos del puesto son muy claros. Cuando cada uno está trabajando para cumplir un objetivo y no para estar sentado en una silla. Todos los puestos que están detrás de un escritorio y una computadora por 8 o 10 horas, se pueden trasladar a la casa.

Y a pesar de estar los colaboradores separados geográficamente, seguimos trabajando en equipo y estamos más enfocados, ya que se socializa menos y no hay tanta pérdida de tiempo, muchas de las pláticas presenciales, se pueden solucionar a través de un correo, en unos cuantos minutos. El tiempo efectivo en una oficina es menor, que al trabajar desde casa. Los distractores son mucho más controlables.

Llegaremos a un punto en el que ciertas empresas no podrán regresar a sus empleados a una oficina. O tendrán que contratar gente con menores habilidades y que quizás no haya pasado las pruebas porque son los que aceptaron la presencialidad. Como sociedad podemos empujar cambios positivos, aunque sé que la necesidad hace que la gente acepte ciertas vacantes.

El home office no es perfecto, pero sí es perfecto para algunas personas”

Por mencionar algunos aspectos negativos, sacrificamos el hacer nuevos amigos al no verlos físicamente, la pertenencia hacia el equipo de trabajo y/o la compañía. Y hay gente que no tiene la posibilidad de tener un lugar y mobiliario cómodo para trabajar en su casa.

El home office actualmente es un privilegio que dan las empresas, pero no lo debería de ser para todos los que se esfuerzan y cumplen sus objetivos laborales. 

“El trabajo remoto tiene más pros que contras”, dijo Jennifer Mugford.

itzayana.rios@eleconomista.mx

Editora SEO en El Economista y autora de la columna El ABC del Marketing Digital. Licenciada en Ciencias de la Comunicación, posgrado en publicidad, actualmente estudiante de la maestría en mercadotecnia.

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