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Arte e Ideas

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“Es como leer el siglo XX mexicano”

Un siglo es una cifra redonda con la que se suele enmarcar las gestas de una época, 100 años sirven también para traer el pasado al presente no sin que la nostalgia ejerza sus estragos.

Un siglo es una cifra redonda con la que se suele enmarcar las gestas de una época, 100 años sirven también para traer el pasado al presente no sin que la nostalgia ejerza sus estragos.

En el caso del escritor y orgulloso periodista Fernando Benítez (fallecido en el 2000 y quien cumpliría la centuria el próximo 10 de enero), repasar esos 100 años en voz del escritor Carlos Fuentes es como leer el siglo XX mexicano .

Al mediodía de este domingo el Palacio de Bellas Artes se convirtió en una máquina del tiempo que nos llevó al pasado, un pasado en donde en torno de unos jóvenes entusiastas se tejió la crítica que hacia los años 50 se antojaba necesaria, grupo en torno del cual se ha tejido también una leyenda negra: la mafia literaria, grupo que durante esa bisagra que dividió al siglo, el periodista Benítez convocó para fundar dos suplementos culturales fundamentales para entender la historia del diarismo cultural en nuestro país: México en la cultura (en el periódico Novedades) y La cultura en México (en la revista Siempre).

En esta ocasión ya no eran los jóvenes Carlos Fuentes, José Emilio Pacheco o Vicente Rojo, sino un grupo de hombres maduros, avejentados en su mayoría, pues los únicos en la mesa que pertenecen a otra generación eran el presentador Vicente Quirarte y el magnate Carlos Slim que llamaba la atención de aquel lado compartiendo la mesa con autores como José Emilio Pacheco. Amigos que en lugar de seguir el dictado de su espontaneidad al ritmo de unos tragos, se reían detrás de una mesa colocada en el escenario de la Sala Principal del Palacio para recordar a Benítez, su hermano .

Novelista y empresario cultural

Fuentes recordó que un día Benítez (quien a los hombres les decía hermanitos y a las mujeres princesas) le había dicho: Hermanito, ya no escribiré más novelas. No puedo competir con García Márquez , dijo y el público animoso se tomó un tiempo para reír. Se equivocaba -continuó Fuentes-, la obra de Benítez es tan vasta y multitemática como aquí se ha querido consignar y a los 100 años de su nacimiento, el mejor homenaje es volverlo a leer, es como leer el siglo XX mexicano: Benítez, nuestro amigo, nuestro hermano , afirmó el escritor.

Por otra parte, José Emilio Pacheco explicó la importancia de las aportaciones de Benítez y formuló una demanda clara: La memoria de nuestro país tiene una inmensa deuda con Fernando Benítez, quien fue un gran empresario cultural . El vate aseguró que al homenajeado podría considerársele un heredero de Ignacio Manuel Altamirano pero que sus luchas, sus propósitos de conformar otra conciencia nacional han fracasado por la realidad del presente.

El escritor dijo: Hoy México es un país peor de lo que era en 1961 , cuando Benítez fuera despedido de la redacción del periódico Novedades, hecho que todos los contertulianos recordaron como una leyenda de héroes, pues en aquella ocasión todos renunciaron colectivamente en solidaridad con Benítez.

Pacheco no desaprovechó la oportunidad para hacer, como él dijo, leña del árbol caído , y esgrimó, como paréntesis en su alocución, una crítica al candidato presidencial del PRI, Enrique Peña Nieto, a propósito de su pifia en la FIL de Guadalajara.

Yo creo que si no lee, no puedes tener lenguaje y si no tienes lenguaje no puedes pensar en los planes que son necesarios para un país , comentó José Emilio Pacheco, desatando un caudal de aplausos que los panelistas acompañaron con sonrisas cómplices.

Pacheco concluyó diciendo: Ojalá nuestra última acción colectiva sea este homenaje y lo importante es no dejarlo morir en la oscuridad de los libros cerrados. Fernando Benítez es el más vivo y el más actual de todos nosotros .

En su turno, el empresario Carlos Slim hizo una enumeración un tanto desordenada y repetitiva de los múltiples viajes que emprendió con Benítez, a quien conoció a finales de los años 80 y, desde aquel momento, contó, trabaron una fuerte amistad.

El empresario comentó: Cada viaje era una lección de vida... siempre demostraba un gran interés por conocer todo, por ir a todos lados , y su máxima lección fue la alegría, era su gran amor por la vida y por México .

En la mesa también estuvieron presentes Fernando Canales y Vicente Rojo, quienes contaron anécdotas personales y con un elevado tono de emotividad que el público agradeció con sendos aplausos.

Era difícil resistirse a su encanto. Cómo nos seguirá haciendo falta el amigo entrañable, Fernando Benítez , destacó Canales.

PERFIL

F. Benítez

Fernando Benítez nació en la ciudad de México el 16 de enero de 1912 y murió el 21 de febrero del 2000, a los 88 años de edad por un paro respiratorio.

El 6 de febrero de 1949 se publicó por vez primera el suplemento cultural México en la Cultura que, con el paso del tiempo, congregaría en sus páginas a escritores como Monsiváis, García Ponce, Rulfo, Arreola, León Felipe, Luis Cernuda, García Márquez, Castellanos, Monterroso, Mutis, Zaid y Paz.

Benítez obtuvo la Medalla Manuel Gamio al Mérito Indigenista (1986), el Premio Aztlán 1989 (otorgado por el gobierno de Nayarit), el Premio Nacional de Ciencias y Artes 1978, el Premio Universidad Nacional de Docencia en Letras 1989, la Medalla al Mérito Ciudadano 1992 y la Medalla de Oro 1993.

aflores@eleconomista.com.mx

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