La exhibición del cine mexicano, el gran atolladero

Durante 2021, el PIB de la cultura tuvo una participación del 3% en el PIB nacional. La participación más grande del PIB cultural fue la de los medios audiovisuales con el 35.1% por una aportación de 258,223 millones de pesos, con un peso equivalente a la aportación por la construcción de obras de ingeniería civil ese mismo año.

Estos son indicadores que presenta el Anuario Estadístico del Cine Mexicano, presentado recién por el Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine), donde, se destaca que, en resumen, el subsector del cine tuvo una participación del 0.04% del PIB nacional.

Aunque es preciso indicar que el sector de los medios audiovisuales, además del subsector de Cine, se divide en los rubros Radio, Televisión, Gestión Pública, Comercio, Propiedad intelectual y Videojuegos, pero la actividad fílmica prácticamente incurre y es fundamental para el comportamiento de todos los subsectores señalados, desde los contenidos de televisión y, por supuesto, en las estrategias de comercio y gestión pública, así como en la propiedad intelectual. De ahí que resultaría reduccionista limitarse solamente a estimar la actividad fílmica neta, cuando ésta resulta determinante en todo el campo audiovisual.

Durante la conferencia de presentación del Anuario Estadístico –con la presencia de la directora del Imcine, María Novaro Peñaloza; la directora del Festival Internacional de Cine UNAM (FICUNAM), Abril Alzaga; la directora del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), Graciela Márquez, y la coordinadora de dicho anuario, Rosario Lara–, la directora del FICUNAM destacó un dato incorporado para esta edición que pone en evidencia que por cada 1,000 pesos generados por el cine, 784 pesos ingresan a las arcas de las empresas, mientras que solamente 213 pesos corresponden a la remuneración de las familias y 3 pesos a impuestos a la producción.

Lo anterior, señaló la directora de Inegi, es reflejo de la realidad del país. “A eso le llamamos desigualdad, cuando se genera riqueza y esa riqueza está mal distribuida. Y ojalá sólo fuera en el cine”.

La batalla está en el T-MEC

Ahora bien, el gran atolladero del cine mexicano, y es una coincidencia general, como este diario ha venido señalando a través de diversas voces de la industria audiovisual, es el de la exhibición.

De acuerdo con el anuario, durante 2022 se estrenaron 88 producciones mexicanas que convocaron a 6.2 millones de espectadores. La cinta mexicana más taquillera fue la comedia romántica “¿Y cómo es él?”, producida y distribuida por Videocine y protagonizada por Zuria Vega, Mauricio Ochmann y Omar Chaparro, que convocó a 1 millón de espectadores en seis semanas de exhibición, es decir, el 16% del total de los espectadores de la taquilla para producciones mexicanas.

Durante 2022, los géneros mexicanos con más estrenos en salas comerciales fueron el drama –con 40 estrenos y 58.5 mdp ingresados–, y el documental –con 20 estrenos pero ingresos por apenas 1.4 mdp–, sin embargo, aquellos que dominaron en recaudación de taquilla fueron la comedia, con únicamente 13 estrenos pero una ganancia de 215 mdp, y el horror, con solamente seis estrenos pero 88 mdp facturados.

Del top 10 de las películas mexicanas más taquilleras del año pasado, siete son comedias románticas y tres son cintas de horror, mientras que otras cintas de gran relevancia temática, su pesos social y reconocimiento internacional, como “La Civil”, “Nudo mixteco”, “Silencio radio” o “Te nombré en el silencio”, quedan relegadas a posiciones inferiores, entre otros factores, por su poca visibilidad y tiempo de exhibición.

Al respecto, María Novaro Peñaloza comentó: “el cine mexicano perdió la batalla con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte en 1994. Ahí la producción se desplomó a cifras nunca antes vistas, de entre cinco y seis películas anuales, y la exhibición no quedó garantizada porque se desmantelaron los cines, se sacó al cine de la canasta básica. Ahora el cine mexicano tiene tales números, tal riqueza, tal diversidad y cantidad de premios que tendríamos que reaccionar todos en la comunidad cinematográfica para cambiar las reglas del juego y, puntualmente, corregir el T-MEC para volver del cine una excepción cultural y poder construirla a partir de ahí”.

A todo lo anterior, Abril Alzaga sumó: “están matando nuestro cine, porque el cine norteamericano, el libre comercio, nos están asfixiando. Necesitamos empezar a combatir los factores que nos tienen así, desde el gobierno y desde la comunidad, para que el cine no solamente sea visto como un producto de intercambio mercantil y que sea nuestro reflejo cultural e identitario, nuestra memoria. Que el cine mexicano no se vea es parte de las desigualdades que se observan (en el anuario). No estamos enfocando las baterías hacia donde tenemos que ir, que es encontrar la nivelación en la exhibición y en la formación de públicos”.

El cine mexicano durante 2022:

• 258 largometrajes mexicanos en proceso de producción
• 140 de ellos son proyectos de ficción
• 108 son largometrajes documentales
• 46% de las producciones fueron con apoyos del Estado
• 54.9% de los largometrajes fueron producidos en la Ciudad de México
• 32% de las cintas fueron dirigidas por mujeres
• 49% tuvo a una mujer a cargo de la producción

Las mujeres en el papel protagónico

Entre 2018 y 2022 ha habido un incremento significativo en la participación femenina para las producciones mexicanas en todos los rubros. Mientras que en. 2018 hubo 88 directoras, en 2022 fueron 128 las realizadoras al frente de un filme. En cuanto a guionistas, en 2018 solamente se dio cuenta de 53 mujeres, mientras que la cifra aumentó a 100 en 2022. Casos similares sucedieron con las productoras y fotógrafas.

Consulta el Anuario Estadístico del Cine Mexicano 2022:

http://anuariocinemx.imcine.gob.mx/Assets/anuarios/2022.pdf