Logicómix, entre la razón y su pérdida

En estos días es posible encontrar en las librerías un experimento realmente peculiar, aventurero y afortunado: Logicómix.

Los autores de este experimento se propusieron llevar al formato de novela gráfica la historia de quienes buscaron los fundamentos lógicos de la matemática y de la propia lógica, lo cual pareciera forzar demasiado el formato, aun cuando ya desde hace rato no es exclusivo de los superhéroes.

Y antes de que les suene interesante pero árido y didáctico, complejo pero condescendiente y quizá aburrido para los pobres lectores que tal vez podemos despejar la x de una ecuación de segundo grado, pero que estamos lejos de la matemática profunda y sus principios fundamentales, hay que decir que es todo lo contrario.

PERO QUÉ PERSONAJES

Para lograr tamaña hazaña, Apostolos Doxiadis, uno de sus autores y principal promotor del proyecto (lo acompañan el lógico Christos H. Papadimitriou y los ilustradores Alecos Papadatos y Annie Di Donna), se propuso, y así lo cuenta en este cómic que tiene una buena parte autorreferencial en la que los autores son al mismo tiempo personajes, no guiarse por los conceptos o las ideas sino por los muy peculiares personajes que las tuvieron y que decidieron seguirlas hasta sus últimas consecuencias.

Entonces, por las páginas de Logicómix vemos (y realmente los vemos, en las ilustraciones) a Bertrand Russell y Alfred North Whitehead cuando hicieron su monumental obra, los Principia mathematica, pero también cuando el primero se enamora perdidamente de Evelyn, la esposa del segundo.

Vemos también a Georg Cantor, que tras meditar, quizá demasiado, sobre cosas como la finitud de los conjuntos de conjuntos infinitos, ha ido a parar a un sanatorio donde escribe sin pausa sobre la conspiración para ocultar al verdadero padre Jesucristo, José de Arimatea. Se ve a Ludwig Wittgenstein exclamar : Dios me libre de la cordura y elaborar su filosofía mientras hace cañones y otras piezas para maquetas en el Ejército Imperial Austrohúngaro.

Porque, de hecho, la locura y la guerra son, junto con la lógica, los grandes temas que rodean a estos personajes, muchos de los cuales, pareciera, se adentraron tanto en las profundidades de la razón que acabaron por perderla.

Así, efectivamente, Logicómix se trata más de los seres humanos que de las ideas que tuvieron, por lo que para entenderlo sólo hay que saber la suficiente matemática para darse cuenta de que dedicar 362 páginas de un libro (los Principia) para demostrar que 1+1=2 es, quizá, no una locura pero sí algo muy cercano.

manuel.lino@eleconomista.mx