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Arte e Ideas

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Los quince años de Rubí y la seguridad pública

Alarmadas por el nivel de atención, las autoridades locales elaboraron un plan de seguridad.

La invitación pública al festejo de los quince años de Rubí inundó las redes sociales la semana pasada. Rápidamente, la convocatoria fue captada por los medios de comunicación tradicionales. Alarmadas por el nivel de atención y la posibilidad de que miles de visitantes acudan a la comunidad de La Joya, en San Luis Potosí las autoridades locales elaboraron un plan de seguridad. Su decisión es acertada, como lo demuestran otras experiencias en el mundo.

Una historia similar?que terminó mal

En septiembre del 2012, una historia parecida a la de Rubí se desarrolló al otro lado del Atlántico. Una jovencita llamada Merthe, habitante de una pequeña localidad holandesa, accidentalmente hizo pública la invitación a su cumpleaños número 16. La invitación se hizo viral en las redes sociales y rápidamente captó la atención de los medios de comunicación. Las autoridades locales se enfrentaron a un dilema. ¿Acaso miles de personas cumplirían con su intención de asistir al festejo? ¿Y qué harían con ellos?

La tarde del festejo terminó en desastre. Se estima que 5,000 jóvenes engulleron al pequeño municipio. Tras el júbilo inicial, empezaron los disturbios y los enfrentamientos entre adolescentes ebrios y la policía que intentaba proteger las calles aledañas al domicilio de Merthe. Restaurar el orden costó horas de trabajo para las fuerzas del orden público, y el pequeño pueblo quedó contundido por el vandalismo. Como consecuencia, el alcalde se vio obligado a renunciar.

Incertidumbres para considerar

No podemos afirmar que la fiesta de Rubí terminará irremediablemente en vandalismo. Sin embargo, el caso de Merthe nos enseñó que un evento de esta naturaleza representa un desafío para la seguridad pública. Estimar los riesgos es complicado debido a las particularidades de la organización espontánea que se genera en las redes sociales.

En primer lugar, no podemos predecir cuántas personas realmente acudirán. Confirmar asistencia en una página de Facebook es muy diferente a hacer el esfuerzo de viajar. En el caso de Rubí, la ubicación de la fiesta juega un papel importante la relativamente aislada comunidad de La Joya podría desincentivar a mucha gente. Además, todavía faltan semanas para el gran día. Quizás para cuando llegue la fecha, el entusiasmo se haya desvanecido.

En segundo lugar, es muy difícil predecir el ambiente que se generará en caso de que miles de invitados realmente asistan. Lo que sí sabemos es que esta clase de eventos despierta la imaginación de los jóvenes. ¿Qué podría ser más emocionante que organizar una fiesta espontánea y averiguar si el ímpetu cibernético puede volverse real? Eso sin mencionar el atractivo de probar los límites de lo permitido. Toda la dinámica es un imán hasta para la más sutil de las rebeldías adolescentes. Hasta este momento, la fiesta de Rubí se ha manejado como diversión en las redes sociales. En el caso holandés, sin embargo, muy rápidamente se interpretó como un caso real al estilo Proyecto X , alusivo al filme en el cual una fiesta de cumpleaños desemboca en un caótico episodio sin supervisión de los adultos. La interpretación que prevalezca de la invitación de Rubí generará las expectativas correspondientes. Quienes acuden a una fiesta suelen hacer lo posible para que sus expectativas se vuelvan realidad.

Una estrategia de seguridad

El furor podría desvanecerse en cualquier momento. O quizás no. En todo caso, las autoridades deben estar preparadas. En el caso neerlandés, las autoridades locales jamás imaginaron que tantas personas acudirían al llamado de las redes sociales. Peor aún, al comunicar insistentemente que no habría festejo , lo único que consiguieron fue incrementar la tentación de quienes estaban dispuestos a probar lo contrario y desafiar a las autoridades.

¿Qué podemos aprender de esta experiencia? En primer lugar, aceptar que no puedes controlar la conversación en línea. Ésta tiene su propia dinámica. Sin embargo, es recomendable seguir las redes sociales para identificar signos de disminución o incremento en el interés del público. En segundo lugar, es importante diseñar una estrategia de seguridad y apegarse a ella. Las autoridades deben decidir si van a permitir el ingreso de personas extrañas a la comunidad o no. Ambas opciones son defendibles.

Si deciden prohibir el ingreso, deberán asegurarse de cerrar las vías de acceso a la localidad. Pero si van a permitirles asistir, lo mejor será estimar un número máximo de personas que puedan ingresar y ?designar una ubicación segura para recibirlos, así como diseñar las medidas de seguridad del evento (hablemos del consumo de alcohol, por ejemplo). Todo esto puede resultar innecesario y es importante no sobrerreaccionar. Pero con un poco de previsión, podemos cerciorarnos de que Rubí tenga un festejo de quince años que pueda disfrutar y digno de ser recordado.

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