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Arte e Ideas

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Mandalas vivientes y héroes supraterrenales

El mayor mérito de Doctor Strange: hechicero supremo es visual. Vean ese CGI que convierte los edificios góticos de Londres y Nueva York en mandalas vivientes. Es muy impresionante.

El mayor mérito de Doctor Strange: hechicero supremo es visual. Vean ese CGI que convierte los edificios góticos de Londres y Nueva York en mandalas vivientes. Es muy impresionante.

Ahora hablemos de la historia. Ya se siente una fatiga cinéfila con respecto al cine de superhéroes. ¿Cómo se hace otra historia de origen de un superhéroe sin repetir los mismos clichés?

Bueno, un poco de cliché tampoco es tan malo. Es lo demuestra la historia del doctor Stephen Strange, neurocirujano de ?renombre que un día pierde el control de sus manos en un accidente. Por supuesto, y como cabe esperarse, Strange (Benedict Cumberbatch, el amado por los geeks) es arrogante y estúpido. A partir del accidente comenzará un viaje de iluminación que lo llevará por distintos puntos del globo hasta que encuentra su poder interior .

Cumberbatch exhala mojo como el Doctor Strange. Hagan fila para ver a Tilda Swinton como una antigua gurú que no revela su verdadera edad... Eso hasta que el guion se lo exige. Chiwetel Ejiofor, gran actor, se prueba en el cine de cómics y pasa con alta calificación.

Ejiofor interpreta al mago Mordo (no confundir con Mordor, silvuplé) quien, quizá sí, quizá no, se convertirá en futuras entregas en algo más que un personaje secundario. Supongo que eso es a lo que está apostando Ejiofor.

Como dicta la regla, el nacimiento del héroe parte de la inicial humillación a la iluminación gracias al encuentro con un maestro, maestro al cual deberá dejar para emprender su propia historia. Así como los Avengers protegen el mundo material, Doctor Strange y sus colegas protegerán al universo a los seres del mundo espiritual, los que vienen de otras dimensiones donde los simples mortales no pueden llegar.

Wow, qué viajado.

Magos que no son de Hogwarts

Doctor Strange, dicho en resumen, es una película divertida, pero, a pesar de sus pretensiones espirituales, se queda corta en cuanto a profundidad. Como dice la crítica Mary Ann Johanson: donde debería haber toques de humanidad, hay puros efectos especiales.

Aunque estoy de acuerdo con Johanson, debo decir que a mí la película me gustó mucho. La magia de visita en el mundo del cómic me envía de regreso a mi adolescencia temprana pasada leyendo los libros de Harry Potter.

Dicho lo cual, estos magos de Doctor Strange están muy lejos de Hogwarts: hay algo más oscuro en ellos, hay espacio para ese toque de humanidad al que se refiere Johanson.

Benedict Cumberbatch está pasando por el momento más potente de su carrera. Ya se anunció para el próximo año el estreno de la nueva temporada de Sherlock, la serie que protagoniza.

Véanlo como el doctor ?Strange, fans: actúa sin esforzarse, es un?natural del mundo geek. Con la capa y las canas del personaje original del cómic, Cumberbatch echa tiros.

Desde luego, y como Marvel ya nos tiene acostumbrados, hay escenas poscréditos. En este caso son dos. Asegúrense de quedarse a verlas. Ya saben: hay que discutir a fondo con otros geeks sobre el significado en el universo Marvel de ese par de minutos extra.

concepcion.moreno@eleconomista.mx

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