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Arte e Ideas

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Por su bien biológico: no sea cool

Nuestra necesidad natural de ser aceptados socialmente puede afectar nuestra capacidad de tomar decisiones.

Un propósito para este Año Nuevo: siga más sus instintos individuales y sea menos cool.

¿Qué es ser cool? Las definiciones varían pero en ellas hay una constante: alguien cool es un miembro aceptado del grupo. Es admirado, sí, pero no es un excéntrico, no es un aberrante. No es, en resumen, alguien único. Ser cool es una manera de la medianía.

Todos tenemos la tendencia, de un modo o de otro, a querer ser cool. Y no es que no hayamos salido de la prepa, sino que la mentalidad de tribu o de manada es parte de nuestra realidad biológica, según indica un nuevo estudio de la Universidad de Exeter, en Inglaterra.

Hemos evolucionado para hacer lo socialmente aceptable antes que seguir nuestros instintos individuales. Como resultado, según muestra el estudio, tanto los individuos como los grupos se vuelven menos responsivos ante los cambios del ambiente natural. Y eso, en ciertas situaciones, pone en riesgo la propia supervivencia.

El doctor Colin Torney, responsable de la investigación, explica: Copiar lo que otros individuos hacen puede ser útil en muchas situaciones, como por ejemplo para escoger un celular o, en el caso de los animales, para saber qué situación es peligrosa.

Sin embargo, copiar en exceso las conductas de los demás miembros del grupo hacen que seamos menos capaces no sólo de tomar nuestras propias decisiones sino también de detectar cambios fundamentales en nuestro ambiente .

A través de modelos matemáticos, los investigadores un equipo conformado por académicos de Princeton, la Sorbona y el Instituto de Investigación en Ciencia Computacional de Francia, además de la propia Exeter mostraron cómo el uso de información social ha evolucionado en diferentes grupos de animales.

Con un modelo sencillo de decisión, el equipo fue capaz de demostrar que la casi irresistible influencia de nuestros pares sobre nosotros es una realidad evolutiva y que resulta un verdadero reto saber tomar decisiones a partir del propio instinto.

El problema, dice Torney, viene cuando el grupo debe responder a ambientes que cambian súbitamente. Nuestros resultados sugieren que no deberíamos esperar que los grupos reaccionen efectivamente a situaciones cambiantes .

Es decir: los individuos que pasan demasiado tiempo preocupados por ser aceptados pierden capacidad para decidir por sí mismos.

Quizá no sea mala idea volver a la prepa, pero no para sercool, sino para recordar la necesidad adolescente de rebelarse y encontrar su propia voz.

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