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Corona Capital 2024: Una noche de rock con Paul McCartney, Jack White e Iggy Pop
El tercer día del Corona Capital 2024 cerró con la presentación de Paul McCartney con una clase de historia musical y con apariciones de St. Vincent y Jack White.
El tercer día de actividades del festival Corona Capital 2024 ofreció una mezcla musical con nostalgia indie, psicodelia, soul, rock cochambroso de Detroit y más. Luego de las presentaciones de Toto, Green Day, New Order, Primal Scream, la expectativa del día estaba centrada en el cierre del festival con la presentación de Paul McCartney.
La psicodelia de Crumb fue un momento para empezar a cargar las energías. El cuarteto de Boston, Massachusetts, llegó con su más reciente álbum Amama (2024) en una presentación contemplativa y perfecta para una tarde de domingo.
The Magic Numbers produjo regresiones de nostalgia del indie rock de principios del siglo. La banda británica compuesta por los hermanos Romeo y Michele Stodart, y Angela y Sean Gannon llenó el escenario Nivea que les quedó un poco chico para la cantidad de público que congregaron.
Leon Bridges ofreció una dosis de R&B y soul ideal para el atardecer. Aquí era un volado entre ver el experimentalismo de Kim Gordon (ex Sonic Youth y una artista bajo su propio nombre) o el soul texano de Bridges. El compositor estadounidense con un sombrero vaquero acompañado por una gran banda de apoyo infusiona country, blues, soul y a momentos evoca a Stevie Wonder y Marvin Gaye.
Nothing But Thieves dio una divertida presentación con mucho glam, guitarrazos, alguna que otra balada romántica y un cover a “Where Is My Mind” de Pixies.
Luego llegó Iggy Pop, una de las eminencias del rock de Detroit, para demostrar que es una leyenda viviente del rock. El enfant-terrible de Ann Arbor, Michigan, dio una cátedra que se remontó hasta el rock cochambroso de los Stooges, así como su discografía solista. “No Fun”, la pontentísima “Search & Destroy” y las imprescindibles “Lust For Life” y “The Passenger” fueron una verdadera clase de rock que después fue homenajeada por uno de sus descendientes: Jack White.
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La presentación de Beck fue un repaso por su discografía con paradas en el Mellow Gold, Midnight Vultures, Sea Change y Güero.
Jack White hizo un regreso triunfal a los escenarios del festival, tras aquella atropellada presentación del 2014 que fue interrumpida por una tormenta. White también se presentó con The Raconteurs en 2019, y esta presentación demostró porque es uno de los guitarristas más celebrados del momento. Sus riffs los puedes tararear, y su música es un viaje de historia musical que comenzó con una versión de “I Wanna be Your Dog” en homenaje a Iggy Pop quien se había presentado en el escenario Vans.
Paul McCartney fue el encargado de cerrar la noche con una clase de historia musical. A pesar de la estructura de su setlist que no ofrece muchas variaciones, el repertorio de McCartney nunca decepciona. El acorde inicial de “A Hard Day’s Night” inyectó una recarga de energía para el agotamiento de varios días y de ahí todo fue un viaje de nostalgia con los clásicos de Wings, sus discos solistas y la etapa Beatle. “I’ve Just Seen a Face” fue un momento para relucir sus influencias tempranas del Skiffle y “Ob-La-Di Ob-La-Da” que con sus ritmos caribeños se transforma en ska.
St. Vincent y Jack White aparecieron en el medley de “Golden Slumbers / The End”. Pero fue la aparición de “Now and Then”, la última canción de The Beatles la que fue verdaderamente conmovedora. El momento fue acompañado con la colección de fotografías de Paul McCartney que capturó durante sus giras en 1964.
“Let It Be” y “Hey Jude” siempre son momentos mágicos donde por unos instantes puedes sentir la conexión entre 70,000 personas entonando esos coros. Y no importa si es la primera o la enésima vez que lo hayas visto, Paul McCartney fue una experiencia inolvidable con la que cerró tres días de mucha música.
El festival Corona Capital ha evolucionado para convertirse en un foro de primer nivel que nos permite ver a grandes artistas de primer nivel. Y pese a los horarios empalmados, sus elevados precios y algunos obstáculos que siempre hay que enfrentar en todo festival, sigue siendo una experiencia musical que nos sigue haciendo regresar.