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Especial Tequila: El destilado y el agua, ¿cuál es el impacto ambiental?
El tequila consume menos agua que otras bebidas alcohólicas, pero su producción enfrenta retos ecológicos
El tequila es un emblema nacional, de eso no hay dudas, trasciende fronteras y es motor económico para diversas regiones de México. Sin embargo, en los últimos años, la industria ha sido objeto de duras críticas debido al impacto ambiental, en particular por el consumo de agua y la sobreproducción del Agave Tequilana Weber Azul.
Pero, ¿es realmente un problema ambiental o hay otros factores en juego? Francisco Núñez Escudero, especialista en medio ambiente y recursos hídricos, desmonta algunos mitos y ofrece una visión más equilibrada sobre el tema.
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La paradoja de la sobreproducción
A menudo, la sobreproducción se percibe como un problema ambiental. Sin embargo, en el caso del agave azul, según el experto, la realidad es más compleja. “Muchas tierras que antes estaban erosionadas o improductivas han sido recuperadas gracias a la siembra masiva de agave”, explica Núñez Escudero.
La expansión de los cultivos de agave no solo ha evitado que amplias extensiones de tierra queden baldías, sino que ha reducido la desertificación en ciertas zonas de Jalisco y otros estados donde se produce tequila. “Al plantar agave en estas tierras, se evita que la lluvia simplemente se escurra, lo que permite que el suelo retenga humedad y que se recarguen los mantos freáticos”, agrega el experto.
Desde 2015, el número de hectáreas dedicadas al cultivo del agave ha crecido de 70,000 a más de 500,000. Aunque esto ha generado una caída en los precios de la materia prima y ha afectado a algunos productores, desde una perspectiva ecológica, la masiva siembra de agave ha generado beneficios incluso tangibles. “La erosión es uno de los problemas más graves del cambio climático. Que estas tierras estén cultivadas y protegidas es un impacto positivo que no se menciona lo suficiente”, destaca Núñez Escudero.

Fabricación del tequila.
Menor consumo
Uno de los principales argumentos contra la industria tequilera es su supuesta sobreexplotación del agua. Sin embargo, la realidad es diferente cuando se compara con otras bebidas alcohólicas.
“El agave azul no es un cultivo de riego. A diferencia del trigo o la cebada, que requieren grandes cantidades de agua, el agave crece en climas semiáridos y sobrevive con el agua de lluvia”, explica Núñez Escudero.
En otras palabras, mientras la producción de vino (850L), vodka (33L) o cerveza (2.6L) requiere riego intensivo para los granos de los que derivan, el tequila se produce a partir de una planta que prospera con escasa intervención hídrica. Según el Consejo Regulador del Tequila (CRT), la producción de tequila requiere 8.5 litros de agua por cada litro de destilado. De hecho, regar el agave en exceso podría reducir su calidad, ya que el exceso de agua diluye la concentración de azúcares necesarios para la destilación.
Aun así, la industria del tequila no se ha quedado de brazos cruzados. “El CRT ha implementado medidas para optimizar el consumo de agua en el proceso de destilación y tratamiento de residuos”, señala Núñez Escudero. Actualmente, las principales destilerías han reducido su consumo de agua en un 5% y esperan alcanzar una reducción del 15% para 2030 mediante tecnologías de reciclaje y tratamiento de aguas residuales.

Caballito de tequila.
Así, la producción de tequila requiere 8.5 litros de agua potable por cada litro de bebida, además de 4.5 kilos de agave, lo que genera 12 litros de vinaza y 1.5 kilos de bagazo. La vinaza es un residuo altamente contaminante que, si no se trata adecuadamente, puede dañar cuerpos de agua al ser vertida con temperaturas de hasta 90°C.
Según el Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (Ciatej), 69% de las tequileras en Jalisco son microempresas y 12% pequeñas, muchas de las cuales carecen de infraestructura para el tratamiento de residuos. Sin embargo, estudios han demostrado que la vinaza puede aprovecharse para producir biogás o metano, una alternativa sostenible que reduciría el impacto ambiental de esta industria clave en México.
Entre el mito y la realidad
La industria tequilera ha crecido a pasos agigantados, lo que ha generado tanto oportunidades como desafíos. Si bien la sobreproducción de agave ha provocado un colapso en los precios y pérdidas económicas para algunos productores, desde un punto de vista ambiental, ha traído algunos beneficios inesperados.

Tequila y agua.
Por otro lado, el consumo de agua en la producción de tequila es significativamente menor que en otros destilados, y la industria ya está implementando medidas para reducirlo aún más.
“El gran reto ahora es equilibrar el crecimiento del mercado del tequila con las prácticas de sustentabilidad y la estabilidad económica de los productores de la bebida espirituosa más importante de nuestro país”, concluye Núñez Escudero.
Para 2030, las principales destilerías, sobre todo de Jalisco, buscarán reducir su consumo de agua en un 15% con nuevas tecnologías.
Cuánta agua se requiere para hacer un litro de…
Vino: 850 litros
Vodka: 33 litros
Tequila: 8.5 litros
Cerveza: 2.6 litros