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Desde el tabaco hasta la tecnología, ¿por qué se generan las adicciones en el trabajo?
Muchos trabajadores están inmersos en culturas de trabajo tóxicas o con largas jornadas laborales, las sustancias o comportamientos inadecuados se vuelven un refugio que les ayuda a sobrellevar esta situación, pero el problema se convierte en una bola de nieve.
¿Alguna vez has sentido el deseo irresistible de seguir haciendo algo, y que después de cierto tiempo es con mayor frecuencia y en mayor cantidad o tiempo? Tal vez es adicción o dependencia. Estas situaciones pueden afectar el trabajo, o las condiciones laborales pueden llevarte a esas adicciones.
La adicción altera los estados de ánimo, y puede afectar también la salud de los órganos, tejidos y los hábitos, las ocupaciones de la vida diaria, la situación laboral y las relaciones familiares, con amistades y con la comunidad, refiere la Comisión Nacional de Adicciones en un documento para prevenir este tipo de situaciones en el trabajo.
El ente público agrega que el trabajo es fuente de transformación, crecimiento personal y creación de riqueza. Para realizarlo a plenitud, deben existir una serie de recursos, destrezas y, principalmente, salud y bienestar en quienes integran una empresa.
“Las adicciones afectan el rendimiento de las personas, exponiéndolas a accidentes, enfermedades, pérdida del empleo, deudas y exclusión social. Las organizaciones también se ven impactadas en sus procesos productivos por ausentismo, incapacidades o conflictos”, refiere.
Adicciones comportamentales y a sustancias
Erika Villavicencio Ayub, directora de DserOrganizacional para Latam, considera que las adicciones al trabajo son reflejo de muchos vicios que tenemos como sociedad, además son muy particulares por generación.
En ese sentido, explica que existen dos tipos de adicciones: a las sustancias, y que son las más comunes, pero también las comportamentales.
Las adicciones a sustancias son las que todos conocemos como el consumo de drogas o alcohol; mientras que las comportamentales son actividades que provocan satisfacción o una gratificación, y están caracterizadas por comportamientos compulsivos.
“Cuando hablamos de una adicción, puede ser a las sustancias, pero también hay otras de las que no se habla tanto como el sexo, la comida, las compras, a la tecnología, incluso al trabajo, a tener el control y la codependencia”, refiere la también investigadora y académica en Salud Mental y Gestión Estratégica en Recursos Humanos en la UNAM.
Para que sea considerada una adicción, dice Erika Villavicencio Ayub, debe cumplir con ciertas características:
- Situación compulsiva que no puedes controlar
- Efecto de tolerancia, es decir, conforme pasa el tiempo necesitas mayor intensidad o frecuencia para tener la gratificación necesaria
- Síndrome de abstinencia, cuando te tratan de alejar del estímulo se tienen sensaciones negativas
- Pérdida de control, lo que implica que interfiere con la vida diaria.
Las adicciones en el trabajo y por el trabajo
La especialista dice que específicamente en la etapa laboral, sobresale la adicción al trabajo. “Creo que está es una adicción muy engañosa porque pareciera que es la que se premia socialmente”.
En el caso del abuso de sustancias, ésta es mayor o se incrementa cuando las personas tienen más estrés y cargas de trabajo, puede ser al café, cigarro, alcohol u otras.
La directora de DserOrganizacional explica que hay algunas profesiones en donde la dependencia de sustancias se normaliza, como los médicos que comienzan con la Coca-Cola, con la cafeína y de ahí escalan porque son una de las actividades con más burnout o agotamiento.
No obstante, también están los contadores cuando viene el cierre de mes o la declaración anual, tienen que consumir sustancias, incluyendo alcohol, para no afectar su rendimiento laboral.
Jorge Gutiérrez Siles, consultor senior de la firma Kaysa, dice que entre los sectores que también se observan altos consumos de alcohol están el de la construcción y la manufactura. Mientras que los llamados “hombres camión” pasan muchas horas manejando y suelen consumir sustancias psicoactivas para mantenerse despiertos.
El especialista comparte que la estimación es que al menos 10% de los trabajadores ya presenta un consumo problemático del alcohol. Y en lo que se refiere al tabaco, aunque se ha reducido la ingesta, éste es responsable de 65,000 muertes al año. “Sin mencionar las sustancias ilegales, antes de la pandemia se tenía un registro de 500 mil personas, en la actualidad, seguramente es mayor”, refiere.
En un mundo del trabajo más digital, también se presenta la adicción a la tecnología, donde los colaboradores no se pueden desprender del celular porque el jefe envía mensajes urgentes, y no responder se percibe como una falta de compromiso. “Esta adicción parece que es la más normalizada porque estamos inmersos en la tecnología”, dice Erika Villavicencio Ayub.
El problema de este tipo de prácticas laborales es que “si en una cultura laboral tóxica esto se premia, pues entonces es un aprendizaje que se va a ir dando a los grupos de trabajo para escalar, para obtener estas recompensas que las personas buscan”, expone la psicóloga.
Entre los factores que fomentan estas adicciones están el estrés laboral y los malos ambientes de trabajo, porque ahí se promueven conductas adictivas; la ausencia de un balance vida y trabajo; la inseguridad laboral también incide en las conductas adictivas en el trabajo, el aislamiento social, dice la especialista en salud mental.
Prevención y autocuidado
Para Erika Villavicencio Ayub, las empresas pueden apoyar para prevenir las adicciones en el trabajo, comenzando con fomentar una cultura sana, donde las políticas estén centradas en el equilibrio, la salud mental de los empleados.
“Todo que haga que las personas tengan un desarrollo y crecimiento, pero no a costa de su salud, no a costa de sus relaciones. Y a veces pareciera que el que más afecta, sabotea o algo, pareciera que es el que más se promueve”, dice la investigadora de la UNAM.
Para Jorge Gutiérrez Siles, las organizaciones tienen que asumir un papel más responsable y coadyuvar a la prevención de adicciones, primero generando un ambiente adecuado de trabajo, con políticas claras, con programas de apoyo.
“Los trabajadores se vuelven adictos a sustancias o comportamientos porque viven una situación de estrés laboral, incluso violencia. También las largas jornadas de trabajo, no hay equilibrio entre la vida privada y la laboral y las personas encuentran en éstas una manera se afrontarlo”, explica.
Jorge Gutiérrez Siles dice que si se generan entornos organizacionales favorables se disminuye el estrés que provoca que las personas se refugien en las adicciones, con la NOM-035 de factores de riesgos psicosociales, las empresas hoy se deben hacer totalmente corresponsables.
Por su parte, Erika Villavicencio Ayub recomienda que los colaboradores tengan hábitos de autocuidado. “Éste incluye dieta, ejercicio, higiene del sueño, hacer actividades fuera del horario laboral que fomenten la salud mental, pasatiempos, no aislarse”, recomienda.
En ese sentido, Jorge Gutiérrez Siles considera que si bien la reducción de la jornada laboral o que se trabaje más de 48 horas a la semana se considere explotación laboral son normativas muy buenas y que permitiría acabar con los factores que detonan algunas adicciones en el trabajo y por el trabajo, pero ahora hay que buscar que se cumplan.