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El impacto de la depresión en el trabajo
Es importante que los empleadores comprendan cómo la depresión afecta el desempeño de sus colaboradores y ejecuten medidas preventivas y correctivas, entre ellas, promover un clima laboral propicio y una cultura de apoyo, motivación y trabajo en equipo, todo con el compromiso de la Alta Dirección.
En su discurso de apertura, en el marco del Foro Económico Mundial 2023, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirmó que, previo a la pandemia de Covid-19, uno de cada seis adultos en edad laboral padecía algún trastorno mental y que durante la pandemia se identificó un aumento de 25% respecto a personas con depresión y ansiedad.
Si además consideramos que promover la salud y el bienestar es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el 2030, es fácil reconocer el reto que enfrentamos para alcanzar este derecho humano fundamental para lograr sociedades y empresas saludables.
La depresión es una de las enfermedades mentales más comunes en el mundo, con afectaciones muy variadas a nivel individual. Las manifestaciones de la depresión en el trabajo pueden ir desde la falta de energía, el bajo rendimiento, la falta de atención y la dificultad para concentrarse, hasta la irritabilidad, la dificultad para comunicarse, el abuso de sustancias o conductas auto destructivas. Estos síntomas son un generador importante de incapacidades y ausentismo en las empresas, provocando un impacto negativo en la productividad.
El origen de este padecimiento puede derivar de la carga de trabajo, largas jornadas sin descanso, la falta de apoyo, el acoso laboral, la exigencia de cumplir metas imposibles o, incluso, la competencia desleal. En algunos casos, ha quedado demostrado que la falta de reconocimiento tiene una fuerte relación con la aparición de síntomas de depresión en el lugar de trabajo.
Es importante tomar en cuenta el alcance social del impacto que puede generar la depresión en el entorno laboral. Si bien todo inicia a nivel individual, repercute rápidamente en el equipo de trabajo, jefe o subordinados, incluso, trasciende la frontera de la organización afectando también a clientes o proveedores, situación que se traduce en costos para la empresa o en pérdida de oportunidades.
Por lo anterior, es importante que los empleadores comprendan cómo la depresión afecta el desempeño en el lugar de trabajo y ejecuten medidas preventivas y correctivas.
Como punto de partida, es necesario contar con el compromiso genuino de la Alta Dirección. Los líderes que entienden la importancia de un ambiente de trabajo positivo, contagian un mensaje a todos los niveles. Promover una cultura de apoyo, motivación y trabajo en equipo también son acciones que pueden fomentar un respeto y entendimiento mutuo, por medio de canales de comunicación abierta, capacitación sobre el tema, grupos profesionales de apoyo, webinars, promoción de descanso de calidad, entre otras actividades.
Además, es importante que los empleadores promuevan un equilibrio entre la vida personal y laboral y que se fomente la flexibilidad para que los empleados puedan manejar su tiempo de trabajo.
La realidad actual de nuestro país presenta retos adicionales que dificultan el trabajo sobre temas de salud, particularmente la salud mental. La inseguridad, la calidad de los servicios de transporte público, el acceso limitado a una alimentación balanceada y al ejercicio físico son algunos de los factores comunes en la vida del personal de niveles operativos, sometiéndolos a un riesgo latente de caer en un círculo vicioso de malnutrición, obesidad, falta de descanso y estrés que en el largo plazo deriva en padecimientos más serios o crónicos.
En resumen, la depresión en el trabajo es un problema que no debe ser ignorado. Es necesario que las empresas estén atentas a los síntomas y brinden apoyo a sus trabajadores para prevenir y tratarla en el lugar de trabajo.
*Los autores son profesores del área de Dirección de Personal de IPADE Business School (@IPADE)