El término es nuevo; el fenómeno, no: 4 mitos sobre la renuncia silenciosa

La renuncia silenciosa es un estado de desconexión de los trabajadores con su empresa. Se le conoce así porque las personas no abandonan literalmente su empleo, pero sí se limitan a hacer lo mínimo indispensable, el compromiso laboral es bajo y no hay intención por aportar más allá de lo requerido.

Las últimas estimaciones de Gallup indican que el 59% de la fuerza laboral se encuentra en renuncia silenciosa. “Estos empleados ocupan un asiento y miran el reloj. Hacen el mínimo esfuerzo necesario y están psicológicamente desconectados de su empleador”, señala la firma en su reporte El estado del lugar de trabajo 2023.

Sin embargo, existen algunos mitos en torno a este fenómeno, como vincularlo a las generaciones de trabajadores más jóvenes o percibirlo como un comportamiento nuevo, pero ninguna de estas hipótesis es correcta.

De acuerdo con Hogan Assessments, éstos son los mitos y realidades en torno a la renuncia silenciosa en el mundo del trabajo:

» Mito 1. Se presenta con mayor frecuencia en jóvenes

Realidad: Los trabajadores de generaciones más jóvenes, especialmente los centennials, sólo han hecho más visible el fenómeno en redes sociales. Las investigaciones de la firma apuntan a que el bajo compromiso laboral y participación de los empleados se presenta entre todos los colaboradores, sin importar la generación a la que pertenezcan.

"Encontramos este fenómeno en cada generación, desde los trabajadores que inician su carrera y que no encuentran significativo su trabajo, hasta los empleados que luchan por equilibrar sus responsabilidades con el cuidado de los niños, y el personal de alto nivel que ha vuelto a priorizar sus objetivos profesionales", afirma Ryne Sherman, director de Ciencia de Hogan Assessments.

» Mito 2. Es mala para los negocios

Realidad: Las personalidades que hacen un alto en un entorno de mucha velocidad, también son valiosas. Por ejemplo, las personas altamente competitivas y muy comprometidas son menos propensas a abandonar silenciosamente su empleo, pero el no tener límites en el ritmo de trabajo puede desencadenar otros problemas.

“Las personas con personalidad más propensa al perfeccionismo diligencia suelen ser detallistas, trabajadoras y tienen altos estándares. Si bien estos rasgos pueden parecer los del empleado perfecto, estas personas pueden intentar hacer de todo una alta prioridad, parecer muy exigentes y tener dificultades para delegar”, señala la firma.

» Mito 3. No hay consecuencias para el mínimo esfuerzo

Realidad: Hacer lo mínimo indispensable no pasa desapercibido, mucho menos cuando se presenta una crisis económica, advierte Hogan Assessments. Cuando la renuncia silenciosa conduce a ignorar compromisos y acuerdos, y no se cumple con las expectativas planteadas, la persona se convierte en una candidata para salir de la empresa, especialmente si se atraviesa un contexto económico adverso.

» 4. Se trata de un fenómeno nuevo

Realidad: El término puede ser reciente, pero el bajo compromiso laboral siempre ha existido, por lo tanto, el fenómeno no es nuevo, aún cuando no había un concepto para definirlo, en todo centro de trabajo hubo y hay colaboradores que hacen lo mínimo indispensable sin ir más allá de las tareas asignadas.

La renuncia silenciosa es un concepto que nació en el 2022, indica la firma. Se popularizó porque en ese momento, el mundo del trabajo seguía lidiando con los cambios en las dinámicas laborales por la pandemia de Covid-19.

Renuncia silenciosa, el efecto colateral del agotamiento

¿Quiénes subsidian los esfuerzos adicionales que no asumen las personas con bajo compromiso laboral? Melhina Magaña, CEO de Daucon, subraya que a largo plazo, la productividad de los trabajadores en renuncia silenciosa es compensada por quienes están comprometidos con la empresa.

El hecho de que un trabajador altamente comprometido subsidie la baja contribución de los que están desconectados de la compañía, hace más propensos al estrés y agotamiento a los colaboradores con mejor engagement, afirma la especialista.

“Hay que hablar de la suplencia. No sólo suplimos a los colaboradores nuevos que aún no tienen la capacidad total, sino a los que están en renuncia silenciosa. El comprometido es hípercomprometido y eso genera polos extremos”, advierte Melhina Magaña.

En ese sentido, la renuncia silenciosa, expone la especialista, genera un círculo vicioso porque el agotamiento que experimentan los colaboradores comprometidos al subsidiar los esfuerzos del personal desconectado, los lleva a ese mismo estado de bajo compromiso laboral.

¿Qué detona la renuncia silenciosa?

Randstad subraya que la renuncia silenciosa es un fenómeno que crece y se relaciona con las prioridades de las personas en el mundo del trabajo y su experiencia en las empresas. En el último año, destaca la firma, los trabajadores han replanteado sus motivaciones en los entornos laborales.

“Los trabajadores siguen queriendo flexibilidad, alineación de valores y un buen equilibrio entre trabajo y vida personal”, indica Randstad.

Para frenar esta tendencia, la compañía recomienda a los empleadores rediseñar la oferta de valor al empleado con base a las necesidades y prioridades de la fuerza laboral. El desarrollo de carrera también es una buena estrategia para elevar la motivación y el sentido de pertenencia de los empleados, aspectos que contribuyen a un mayor compromiso laboral.

Entre las acciones para prevenir este estado de desconexión de los colaboradores, señala Randstad, la distribución de las cargas de trabajo es un aspecto que no puede ignorarse. “Establecer metas y prioridades claras para guiar a los trabajadores hacia los objetivos de la empresa, es sin duda, una pieza fundamental para alcanzar el éxito y evitar el agotamiento laboral.