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Capital Humano

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Envejecimiento poblacional, el desafío emergente para las políticas de empleo

Campeche, Quintana Roo y Chiapas son las tres entidades con más personas adultas mayores trabajando; en el otro extremo de la lista se encuentran Coahuila, Durango y Nuevo León. Las diferencias económicas entre el sur y el norte del país también se reflejan en esta distribución.

Las condiciones laborales, de pensión y pobreza de las personas mayores de 60 años se podrían agravar a medida que dicha población crece en el país sin políticas públicas y empresariales que acompañen esta realidad, advierte el Observatorio de Salarios (OdS) de la Universidad Iberoamericana (UI) campus Puebla.

“El envejecimiento poblacional representa un desafío en términos de políticas de empleo que generen las condiciones adecuadas para el retiro de las futuras generaciones”, concluye el grupo de especialistas del OdS en su Informe 2023.

A nivel nacional, el 32% de las personas con más de 60 años se encuentra trabajando. Sin embargo, en las entidades del sur del país el porcentaje es del doble. A nivel nacional, los hombres tienen mayores tasas de actividad laboral, pero pocas mujeres reciben una pensión producto de su vida laboral.

De acuerdo con el reporte de OdS, los cinco estados con más personas adultas mayores trabajando son:

  1. Campeche y Quintana Roo (37%)
  2. Chiapas (36%)
  3. Morelos (35%)
  4. Yucatán (35%)
  5. Puebla (34%)

El mercado laboral en México de por sí es desafiante, pues las condiciones de alta pobreza, informalidad económica, precariedad salarial y carencia de cobertura de la seguridad social predominan, apunta el organismo, coordinado por el doctor en Sociología Miguel Calderón Chelius, especialista en medición de la pobreza.

Políticas públicas como la pensión universal no contributiva, instituida por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, contribuyen al bienestar de millones, pero esto no puede ser la panacea.

Las condiciones de vida de las personas “se construyen desde la infancia. No es posible esperar que las personas adultas mayores cuenten con recursos, sean saludables y autónomas si a lo largo de su vida padecieron de pobreza, precariedad, mala alimentación y un pobre acceso a la salud”, señala el documento recién publicado.

Envejecimiento activo, ¿de qué se trata?

El envejecimiento de la población con tasas de natalidad que no se corresponden “conlleva implicaciones económicas y sociales muy relevantes que obligarán a repensar y refuncionalizar a la sociedad en su conjunto”, indica el informe.

Para su análisis, el Observatorio de Salarios utiliza la noción de envejecimiento activo, que supone una perspectiva de bienestar integral para todas las personas, “incluyendo aquellas con fragilidad, discapacidad y necesidades de cuidado”.

El envejecimiento activo se compone de tres esferas. La primera es la autonomía, la cual implica “controlar, adaptarse y tomar decisiones personales” sobre nuestra vida cotidiana. En segundo lugar, la independencia, es decir, realizar actividades por una o uno mismo, sin ayuda de otras personas.

Por último, calidad de vida. Esta esfera es una percepción individual según la cultura, el sistema cultural y los objetivos, expectativas y preocupaciones personales. Reúne la salud física, mental y las relaciones que mantengamos. “Está fuertemente determinada” por la autonomía y la independencia.

Podemos pensar que muchas personas mayores de 60 años que siguen trabajando se mantienen activas. Sin embargo, luego de conocer este concepto de envejecimiento activo, ¿realmente lo hacen con autonomía, independencia y calidad de vida?

Radiografía laboral de las personas adultas mayores

La baja cobertura de las pensiones contributivas —es decir, de aquéllas que son producto de un empleo formal—, así como el bajo monto de éstas, sumado a las condiciones socioeconómicas de cada región, dan como resultado que haya más o menos población adulta mayor laborando.

Las cinco entidades con la menor población mayor de 60 años trabajando son:

  1. Coahuila
  2. Durango
  3. Nuevo León
  4. Sinaloa
  5. Chihuahua

Los hombres tienen tasas de actividad laboral de casi el doble de las mujeres. En la Ciudad de México es donde hay más mujeres mayores de 60 años trabajando (22%), mientras que en Zacatecas es donde hay menos prevalencia (10).

Cabe aclarar que estas cifras hablan del trabajo remunerado, queda fuera el trabajo del hogar y de cuidados por el que no se reciben ingresos monetarios y que, en su gran mayoría, realizan las mujeres.

Para el caso de los hombres, es Chiapas la entidad con la mayor tasa de empleabilidad masculina adulta mayor (59%). Coahuila, por su parte, es la entidad con el menor porcentaje de hombres de más de 60 años que siguen trabajando (35%), esto es 3 puntos porcentuales menos que la tasa nacional.

En los estados “con mayores niveles de marginación como Guerrero, Oaxaca y Chiapas, se presentan altas tasas de participación de empleo de la población mayor”. Una razón de ello es que no cuentan con una pensión producto de su empleo, a pesar de que llevan años laborando, incluso desde que eran niñas, niños o adolescentes.

“Es posible que la mayoría de las personas de contextos más marginados no accedan a trabajos formales y como consecuencia, no tengan una pensión derivada de su trabajo”, advierte el OdS.

También la Ciudad de México tiene la mayor población de mujeres mayores de 60 años pensionadas, sin embargo, es apenas el 23 por ciento. En tanto que Coahuila es el estado con el grupo más grande de hombres pensionados, con el 44 por ciento.

En cambio, si hablamos de los estados con menos personas mayores de 60 años que pudieron generar una pensión vemos otra brecha entre hombres y mujeres. Guerrero, con 5% de los hombres pensionados, es la entidad que se va al fondo de la tabla. Pero en el caso de las mujeres, la proporción más baja llega al 3%, esto pasa en Oaxaca.

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