ONA: Cómo sacarle provecho a las redes sociales en una empresa

La Organización Internacional del Trabajo proyecta que durante el 2022 se trabajarán semanalmente 11,383 millones de horas en América Latina y el Caribe, 1.0% más en relación al 2019, el año antes del impacto de la pandemia.

¿Esto es una buena o mala señal?

Un factor a considerar es la productividad laboral, siendo éste un importante indicador económico que está estrechamente relacionado con el crecimiento económico, la competitividad y el nivel de vida en los países. Esto proporciona información general sobre la eficiencia y la calidad del capital humano en el proceso de producción dentro de un contexto económico y social.

Las estimaciones de la productividad laboral pueden apoyar la formulación de políticas en el mercado laboral y supervisar sus efectos. Por ejemplo, una productividad laboral elevada suele estar asociada a determinadas mejoras en las competencias de los trabajadores, “el capital humano”.

El crecimiento de la productividad laboral fue uno de los indicadores incluidos para medir el progreso hacia la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, identificado dentro del Objetivo 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos.

¿Cómo podemos como empresa soportar la consecución de este Objetivo y ayudar a mejorar dichas competencias en los individuos? Por medio de la construcción del “capital social” en la empresa.

Michael Arena en su libro Adaptive Space menciona este concepto y lo traslada a un contexto laboral describiéndolo como "la ventaja competitiva que se crea a partir de la forma en que un individuo está conectado con los demás”. Por otro lado, Greg Newman también habla de esto, en cómo los empleados construyen relaciones e incluyen redes que ayudan a realizar su trabajo.

El capital social hoy en día tiene una gran relevancia en el desempeño de los individuos, equipos y de las mismas organizaciones que buscan pasar de jerarquías rígidas y estáticas a diseñar a “redes de colaboración”, que permitan transformar sus estructuras en flexibles y resistentes con una gran capacidad de respuesta a los cambios constantes".

Una herramienta analítica para articular esto es a través de ONA (Organization Network Analysis, Análisis de Redes Organizacionales). ONA te permite conocer y entender los patrones que desarrollan las personas dentro de una organización para intercambiar conocimiento, colaborar e innovar, haciendo visible los flujos de información entre los diversos grupos de la organización.

El valor organizacional que nos brinda ONA es disponer de una nueva perspectiva analítica relacional, que permita diagnosticar y comprender los patrones de colaboración e innovación en los equipos de trabajo, hacer visible los flujos de información y transferencia de conocimiento, así cómo descubrir líderes informales,  “influencers organizacionales” promotores del cambio, o bien fungir como “puentes” que reúnen y mantienen un importante número de personas conectadas con diversas áreas.   

El Análisis de Redes Organizacionales proporciona insights valiosos y reveladores del funcionamiento organizacional, lo que te permitirá ser un arquitecto de las relaciones humanas para impulsar la productividad, mejorar el  desempeño de los equipos de trabajo, fomentar la innovación, así como brindar mejores experiencias y procurar el bienestar de los empleados a través de nuevos diseños organizacionales analíticos a partir de los patrones de trabajo descubiertos.

Hoy en día estos temas son prioritarios dentro de los equipos de liderazgo de las empresas que buscan crear una cultura y clima organizacional con patrones de trabajo sanos e inclusivos en todos los niveles de la organización.

“ONA, es un poderoso medio para hacer visibles los patrones invisibles de flujo de información y colaboración”, Rob Cross