Fraga y Ventura triunfan en La México

De “lo poco o mucho” que tuvieran sus toros, como dijo a El Economista el criador Enrique Fraga, Diego Ventura extrajo lo mucho que tuvo Fantasma, un bello toro jabonero con gran presencia y de excelente juego al que el rejoneador lusitano recibió montado en Bombón, noble corcel a bordo del que ejecutó la suerte de la garrocha y con el que colocó los rejones de castigo.

Siguió su actuación en las ancas de Sueño para realizar toreo a la grupa por toda la circunferencia del redondel y puso banderillas quebrando la suerte. Con Gitano hizo la suerte del violín alternada con adornos dos veces para luego cambiar por su estrella, de nombre Dólar para colocar banderillas a dos manos, sin brida y tan sólo con el manejo del equino con sus piernas y para finalizar montó a Toronjo con el que puso banderillas cortas en la suerte de “la rosa” y cuando se disponía a utilizar el rejón de muerte, los tendidos se llenaron de pañuelos blancos y el juez de plaza, sin pensarlo mucho, concedió el indulto.

Así el rejoneador portugués y el criador michoacano dieron la triunfal vuelta al ruedo entre la ovación general y contento popular.

Con el abre plaza, Ventura estuvo igualmente soberbio montando a Jaguar, Oro, Colombo y Toronjo, pero estuvo errado con el rejón mortal y le aplaudieron.

Enrique Ponce, por su parte, enfrentó a Don Luis, un burel protestado de salida y con el que tuvo momentos brillantes por el lado derecho y los cambiados de mano por delante, realizó la suerte de su invención, la Poncina, y mató de estocada ligeramente caída para recibir una oreja tras la petición mayoritaria, misma que le fue protestada al momento de recibirla. En su segundo, soso y deslucido, porfió para tratar de sacar faena sin conseguir mucho y fue silenciada su labor.

En cuanto a Octavio García el Payo no tuvo suerte con su lote. Su primero, un toro soso y sin trasmisión pero que tumbó al picador Erick Morales, no le dejó hacer prácticamente nada y se retiró en silencio.

Con el séptimo del festejo inició bien pero al realizar una tanda por el lado derecho fue alcanzado y sufrió una cornada por lo que fue llevado a la enfermería de la que ya no salió; ese toro lo mató Ponce y escuchó palmas.

El Benjamín del festejo, Luis David Adame, estuvo variado con el capote y voluntarioso en sus respectivas faenas para tener un balance de silencio y palmas luego de despachar al último de la tarde.

Por los de plata sobresalieron Gustavo Campos y Héctor García en la colocación de banderillas y el joven picador César Daniel Morales tras excelente puyazo.

Para el próximo domingo, la empresa anunció a Ignacio Garibay en su despedida de los ruedos, Sebastián Castella y Diego Silveti, quienes habrán de lidiar ejemplares de La Estancia.