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Jon Rahm: un trofeo pulido en confianza y paternidad
El golfista español ganó su primer título del año arrasando de inicio a fin. La victoria lo encamina a retomar el número uno del ranking gracias a su inspiración más grande: la familia.
Vallarta.- Familia fue una palabra que Jon Rahm (Barrika, España; 10 de noviembre de 1994) utilizó al menos tres veces durante su ceremonia de premiación como el primer campeón en la historia del México Open, celebrado en la calurosa odisea del Grupo Vidanta en Vallarta, México. El español, caracterizado por una sonrisa discreta, alabó la palabra familia al referirse a su esposa y su hijo, al grupo de organizadores del torneo y al público mexicano, que lo persiguió en marabunta hasta el hoyo 18 y su consecuente coronación.
“Anímicamente es donde hay más impacto. Después del US Open (trofeo que ganó en junio de 2021) he tenido muchas oportunidades de ganar pero sin poder lograrlo y el conseguir este título esta semana, quizá cuando no tenía mi mejor golf, es ganar en confianza. No vas a jugar siempre perfecto, no todos los días vas a estar cómodo, sobre todo cuando llegas a los campos grandes, pero me da mucha confianza saber que todavía puedo ganar y dar lo mejor de mí cada día”, destacó Rahm tras ganar el trofeo del México Open 2022 con un balance de 17-bajo par con un total de 267 golpes.
Por momentos se vio asediado. Aunque venía de haber sido líder en las rondas de mayor compromiso, tanto el viernes como el sábado, en el último día de actividades llegó a ser emparejado por rivales como Brandon Wu, Kurt Kitayama y Tony Finau, quienes finalmente se quedaron con la posición T2. Faltaban cuatro hoyos cuando Rahm ya se había asegurado un golpe de ventaja sobre Wu y Finau, pero restaba Kitayama, aunque ya no le alcanzó para arrebatar la corona.
Jon, Johny y hasta Juanito fueron algunos nombres con los cuales la afición mexicana se refirió a Rahm tras verlo conectar el hoyo 18 y erigirse como campeón. Eran cientos de fans que lo venían siguiendo desde su partida en la jornada dominical, a pesar de la temperatura rozando los 30 grados centígrados y una humedad del 76%. El cántico mexicano encontró una bocina en la voz del golfista español, quien en todo momento se dijo agradecido con los asistentes en Vidanta “por haberme hecho sentir como en familia; después de España (risas), México es la mejor afición del mundo”.
El campeonato deja una sensación especial en Rahm. Esta fue apenas su primera victoria en el PGA Tour desde que fue campeón del major US Open en junio de 2021, hace 11 meses. Es casi la edad que su hijo, Kepa Cahill Rahm, quien nació el 3 de abril del año pasado y le ha acompañado en estas dos últimas hazañas. La paternidad es un aliciente de poder, aunque él lo demuestra con la serenidad en sus putts y la concentración precisa para ganar un trofeo.
—¿Qué ha cambiado en ti dentro de estos 11 meses hasta volver a disfrutar una victoria?
—“Diría que nada ha cambiado, como padre, cuando su hijo se desarrolla y va creciendo, tú vas aprendiendo con el tiempo que las cosas cambian y que tienes que estar preparado (…) Soy un ganador de un grande, sí, pero esto (en Vidanta) me sirve para retomar la confianza. Comparo mucho esto con lo que viví en el US Open (2021), porque aunque aquí haya sido un field un poquito más fácil, me sentí en un estado parecido de estar luchando y es lo que me ha dado cierta calma para ganar y más experiencia, pero hasta ahí, no diría que nada más haya cambiado”, respondió el campeón del México Open 2022 a El Economista.
A pesar del campeonato, Rahm no podrá escalar todavía al primer lugar del ranking mundial de golf, pues sigue debajo de la ráfaga estadounidense, Scottie Scheffler, quien ha ganado cuatro títulos dentro del PGA Tour entre febrero y abril del presente año. Aún así, el español aseguró que la victoria en Vallarta lo está encaminando a retomar la cima: “Sí, este es el primer paso, había tenido buenos resultados pero ya necesitaba ganar”.
Vallarta significa la séptima estrella en su historial en el PGA Tour, que comenzó en 2016: ganó el Farmers Insurance Open 2017, el Career Builder Challenge 2018, el Zurich Classic de Nueva Orleans en 2019, el Memorial Tournament y el BMW Championship en 2020, además del US Open 2021, que hasta ahora ha sido su único major. Se ha mantenido con seis temporadas consecutivas con al menos un título en el máximo circuito, incluyendo siete victorias en el European Tour. Tras haber ganado la bolsa de 1.3 millones de dólares en suelo mexicano, sus ganancias de este año aumentaron a 3.55 millones.
“Me siento honrado. Estuve cerca de ganar en Chapultepec un par de veces (su último antecedente fue un tercer lugar en 2020). Tuve la oportunidad y no lo logré, sentí que quedaba algo pendiente cada vez que me iba de México, pero sabía que podía lograrlo (ser campeón). Vine esta semana con ganas de hacerlo y lo hice (…) Hoy en día tenemos mucho mayor alcance como golfistas, el PGA Tour se ha convertido en un recorrido más grande y, con las redes sociales, somos estrellas mundiales, más grandes de lo que eran en el pasado. Siento que puedo tener algún impacto en México y México a su vez se merece un buen evento. Incluso se puede ver crecer al golf de México también”.
La barba que acapara casi medio rostro de Rahm, combinada con una complexión de 1.88 metros de estatura y 100 kilogramos de peso, le dan una primera apariencia de seriedad, pero en realidad es un hombre que comparte cada segundo de su gloria con su familia. Inmediatamente después de tomarse las fotografías oficiales con el trofeo en la ceremonia de premiación, abrazó a su bebé y besó a su esposa frente al público; también se dio tiempo para saludar a cinco grupos de los trabajadores de Grupo Vidanta y del staff organizador del torneo.
Con poco más de un año de ser tocado por la paternidad, Rahm disfruta de otro título en el PGA Tour pero tiene otro objetivo que cambiar en casa: “Ser más como mamá (su esposa). Sé que tengo mis buenas cualidades, pero ella es una gran persona. Por mi parte, sé que nunca debo rendirme, debo ser siempre positivo, creo que eso es uno de mis rasgos como padre. Sí, a veces puedo parecer frustrado y podría dejar salir un poco de ira, pero siempre tengo esperanzas y soy positivo. Eso fue clave en este día (en la final de Vallarta), nunca perdí la fe, ni mi enfoque ni confianza y por eso lo conseguí. Eso es todo”.