Stafford contra Burrow, el último choque estratégico

Las líneas del destino no respetan el pasado, pero sí marcan el futuro. Hace 13 años, Matthew Stafford estaba haciendo su debut en la NFL al mismo tiempo en que Joe Burrow era un niño que se preparaba para entrar a la preparatoria (high school). Pasado el tiempo y algunas yardas, su pasión y talento los ha puesto frente a frente como los quarterbacks titulares del Super Bowl LVI defendiendo a Los Ángeles Rams y Cincinnati Bengals, respectivamente. Los ojos del mundo y de millones de fans están sobre ellos.

El enfrentamiento entre Stafford y Burrow es algo más que la típica historia entre el veterano y el novato. Si bien Matthew acumula 11 temporadas más de trayectoria en la NFL que Joe (13 contra dos), ambos se encuentran equilibrados en el sentido de no tener un background popular como los apellidos Brady, Rodgers o Mahomes. Por ello, el Super Bowl 2022 les representa una oportunidad única para saltar a la palestra dorada de este deporte.

“Para Stafford significaría toda una redefinición de su trayectoria, porque durante el tiempo que estuvo con Detroit Lions (12 temporadas, de 2009 a 2020), siendo un quarterback que te lanzaba consistentemente más de 4,000 yardas, nunca pasaba nada con él (…) Burrow estaría entrando a un club muy exclusivo que sería algo tremendo para sus apenas 25 años”, describe a El Economista, Ciro Procuna, analista de futbol americano para la cadena ESPN.

El personaje de Matthew Stafford cayó en un abismo durante esas 12 temporadas con Detroit, aunque el principio no lucía así. En 2009 era un protagonista con proyección para la NFL tras haber sido selección número 1 del Draft de dicho año procedente de la Universidad de Georgia; su fichaje fue por seis años y un ingreso máximo de 78 millones de dólares, pero no se vislumbraba un camino brilloso.

“Matt Stafford ha sido invisible durante 12 años en Detroit excepto por el Día de Acción de Gracias”, llegó a describir el periodista Colin Cowherd (Fox Sports), tras llegar a una franquicia que venía de un récord de 0-16 en la temporada 2008. Con todo en contra, Stafford logró imponer diversos récords en Detroit al llegar a ser el quarterback con más yardas por pase (45,109), pases de touchdown (282) y pases completos (3,898), además de ser el más rápido en la historia de la NFL en alcanzar las 20,000, 30,000 y 40,000 yardas aéreas.

“Durante el tiempo que estuvo con Lions, siendo un quarterback que te lanzaba consistentemente más de 4,000 yardas, nunca pasaba nada con él por la franquicia disfuncional en la que estaba. Su récord fue de cero ganados y tres perdidos en playoffs (2011, 2014 y 2016), sabías que Stafford estaba ahí, echándole ganas y tratando de sacar adelante a ese equipo, pero no había manera. Apenas sale de esa franquicia disfuncional, llega a un equipo con estructura como Rams y entonces lo ves distinto. Se limpió el parabrisas de lo que siempre se veía de ese jugador”, menciona Ciro Procuna.

Stafford jugará su primer Super Bowl a los 34 años, convirtiéndolo en el cuarto más veterano de la historia en llegar por primera vez a este encuentro, después de Brady Quinn, Josina Anderson, and Pete Prisco. No obstante, la institución de los Rams está haciendo que se hable de él con un tono positivo después de 13 temporadas en activo.

“Sorprende ver las más de 50,000 yardas que ha logrado en su trayectoria y si llegara a obtener un anillo de Super Bowl con los Rams, ya estaríamos entrando en la frontera de hablar de un jugador de Salón de la Fama, de ese tamaño es lo que se juega Stafford”, destaca el especialista de ESPN.

Joe Burrow está escribiendo tomando el lápiz para hacer de su historia algo diferente a Stafford. Aunque también fue la selección número 1 del Draft 2020 y por tanto llegó a la peor franquicia de una temporada antes, como fueron los Bengals, su nivel y el de su equipo en general lo está llevando a un ‘cuento de hadas’ en el que ya puede presumir un campeonato de Conferencia y el haber disputado el Super Bowl en apenas dos años de presencia en la NFL.

“El liderazgo de Burrow y la capacidad que ha puesto para cambiar la actitud de este equipo es lo que más destaca entre sus cualidades. Burrow le ha cambiado la cara a una franquicia que en los últimos 30 años había sido perdedora, mediocre y no ganaba en partidos de playoffs (sumaba siete wildcards perdidos entre 2005 y 2015), ahora él llega y cambia todo. Esa es la magia del juego, cuando tienes un quarterback capaz de que pueda dar este cambio y un giro de 180 grados a tu equipo es una enorme diferencia”, señala Ulises Harada, fundador del sitio especializado en NFL, Primero y Diez.

Nacido en 1996, en el intermedio desde la última vez que los Bengals jugaron un Super Bowl (1989), es considerado un héroe para la comunidad de Ohio, incluso teniendo un estadio con su nombre en la preparatoria de su pueblo, Athens.

En su historial está un trofeo Heisman tras haber sido campeón colegial en 2019 con la Universidad de Luisiana (LSU) y si logra el título del Super Bowl entrará al selecto grupo de los Joes junto a Joe Montana y Joe Namath, los únicos que han sido capaces de ganar tanto a nivel universitario como profesional.

“Burrow tiene el inicio de una carrera que pinta para ser espectacular, apenas en su primer paso ya logró llegar al Super Bowl, superando expectativas”, agrega el también especialista de ESPN, Pablo Viruega, mientras que Ulises Harada describe: “En Cincinnati todo es Burrow, Burrow y Burrow. Ese es el poder de un quarterback nuevo, joven, que lo ganó todo en colegial y que está tratando de ganar todo en la NFL. Puede ser ese referente del chico cool en el que ningún escenario es más grande para él, tiene la capacidad de cambiar la mentalidad de todo un equipo”.

Burrow y Stafford están disfrutando de la fiesta que les ofrece el Super Bowl LVI en Los Ángeles. Es su fiesta y ambos han llegado a ella por primera vez. Aquí se olvidan las estadísticas muy similares entre ambos (69.6% de efectividad de pases para cada uno), pero se tiene muy claro el panorama que se quiere alcanzar.

¿Qué significa un Super Bowl para la carrera de un quarterback en general?

“Es la oportunidad de ser campeón y hay que recalcar que algunos tienen esa oportunidad e incluso otros, como Dan Marino, nombrado uno de los mejores quarterbacks en la historia de este deporte, llegan a un Super Bowl, no lo ganan y nunca vuelven. No sabes qué va a pasar, es una liga impredecible en donde hay una cantidad de renovación y competencia enorme, entonces el Super Bowl es eso, la oportunidad de una historia”, concluye Ulises Harada.