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Un empate en la alberca
El árbitro decidió reanudar un partido en una cancha inundada, donde hubo entradas peligrosas.
Los jugadores de Cruz Azul y Chiapas abandonaron la cancha arrastrando las piernas, con los rostros que denotaban molestia, mientras miraban de reojo a Miguel Ángel Ayala, árbitro central del partido, quien decidió que el partido se reanudaría luego de una torrencial lluvia que dejó en pésimas condiciones el terreno de juego en el que se gestó el empate 1-1 entre cementeros y Jaguares.
La molestia de los futbolistas y directores técnicos tenía razones de sobra para hacerse evidente, porque luego de que el juez decretara que se suspendiera el partido momentáneamente por la fuerte lluvia que evitaba que el balón pudiera verse con claridad y que ponía en riesgo la integridad física de los jugadores, la cancha quedó convertida en un chapoteadero en el que caían uno tras otro los protagonistas.
Antes de que el clima complicara la situación, pocas cosas hubo que contar del empate de anoche. En la primera mitad, Pablo Barrera se destacó como el villano del compromiso, al errar un penal que terminó cobrando con un disparo fuera del arco tras una acción en la que Joao Rojas provocó la falta dentro del área con una pelota que estrelló en la mano de Félix Araujo. Por los visitantes, el único que provocó algo de peligro en el primer lapso fue Carlos Ochoa, delantero que mandó un disparo a poste.
Fue hasta el minuto 71 cuando el partido tuvo sus mejores momentos. En ese instante, Avilés Hurtado cobró un tiro libre en el pico izquierdo del área celeste, que se incrustó en el ángulo del marco de Jesús Corona y dejó helado a todo el estadio, pero sólo por algunos segundos. Y es que un minuto después, luego de un error de la zaga chiapaneca, Mariano Pavone decretó el empate con un disparo de larga distancia que tomó mal colocado al guardameta.
Cuando parecía que el duelo viviría sus mejores momentos, la lluvia impidió que la afición viera un partido con acciones en las dos porterías, porque luego de 10 minutos de pausa -en lo que la tormenta se detenía-, la reanudación del compromiso dejó incontables resbalones, servicios frustrados por los charcos y mucha desconfianza entre los 22 jugadores.
Cerca del silbatazo final, en la única acción en la que existió claridad, el árbitro evitó que Cruz Azul se llevara el triunfo al pitar una falta en favor de los locales, en lugar de otorgar la ley de la ventaja, haciendo sonar su silbato muchos segundos después, cuando ya Joao Rojas había mandado el balón a las redes.
ATLANTE EMPATA ANTE ATLAS Y PACHUCA CAE EN TIJUANA
Como un ángel apareció Sepúlveda para salvar de la derrota a Atlante, frente a un Atlas que tomó ventaja con la anotación polémica de Omar Bravo; el 1-1 mantiene con vida como técnico azulgrana al uruguayo Wilson Graniolatti.
Con la igualada, Potros de Hierro sumó su primer punto en el Torneo Apertura 2013 de la Liga MX, luego de haber perdido sus dos cotejos anteriores, mientras Zorros obtuvo su segunda unidad.
En tanto, en el último partido de ayer, Tijuana ganó su primer encuentro del Apertura 2013 tras imponerse 1-0 a Tuzos de Pachuca en el estadio Caliente.
Diego Olsina fue el autor del tanto del triunfo. Tuzos, que llegaban como líderes con seis puntos en dos encuentros, estuvieron cerca de empatar pero Cirilo Saucedo evitó que salieran con vida de Tijuana.
carlos.herrera@eleconomista.mx
rgs