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BIS: Deuda pública podría agitar a los mercados financieros
Mencionó que la economía está en vías de un “aterrizaje suave” pero que las elecciones en varios países entrañan riesgos.
(Los gobiernos) deben reducir el aumento de la deuda pública y aceptar que las tasas de interés no volverán a los niveles ultrabajos anteriores a la pandemia de Covid-19 (…) Necesitamos una base sólida sobre la que construir”.
Agustín Carstens, director general del BIS.
El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés) advirtió ayer que el aumento de la deuda pública, en un contexto de elecciones importantes este año, podría agitar los mercados financieros mundiales.
El BIS afirmó que la economía mundial está en vías de un “aterrizaje suave” que muchos economistas pusieron en duda cuando se dispararon las tasas de interés, advirtió que los responsables deben tener cuidado.
La deuda pública mundial se encuentra ya en niveles récord y las elecciones (desde las presidenciales estadounidenses de noviembre, pasando por las recientes de México y Sudáfrica, hasta las de Francia y Reino Unido de esta semana) entrañan riesgos.
Agustín Carstens, director general del BIS, afirmó que, teniendo en cuenta que los réditos no volverán a niveles ultrabajos, y las presiones sobre los costos derivadas del envejecimiento de la población, el cambio climático y la reconstrucción de las capacidades de defensa, así como los planes de estímulo económico y un aumento general del proteccionismo pueden inquietar a los mercados sensibles.
“Pueden sorprenderte sin mucho aviso”, mencionó Carstens a la prensa mientras el BIS publicaba su informe anual, señalando las turbulencias en los mercados británicos tras los planes presupuestarios de la entonces primera ministra, Liz Truss, que pusieron algunos fondos de pensiones en riesgo de colapso. “Realmente se quiere evitar eso”.
Carstens señaló que el BIS no llama la atención a “uno o dos” gobiernos, pero que el mensaje es claro. “Deben reducir el aumento de la deuda pública y aceptar que las tasas de interés no volverán a los niveles ultrabajos anteriores a la pandemia de Covid-19 (…) Necesitamos una base sólida sobre la que construir”.
Lo positivo, sin embargo, es que los bancos centrales están logrando frenar una inflación que registró máximos de décadas tras la pandemia y el inicio de la guerra en Ucrania.
Carstens describió un escenario “extremo” en el que la inflación vuelve a dispararse y los bancos centrales tienen que subir aún más los réditos, no obstante eso no es lo que espera el BIS.