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Banxico recorta de nuevo su pronóstico para el PIB de México en 2024
Se trata de la tercera ocasión consecutiva en que el banco central ajusta a la baja su previsión de crecimiento para este año, desde el 2.8% previsto en febrero.
La gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja, afirmó que en el banco central están atentos a la discusión de las reformas propuestas por el representante del Ejecutivo saliente y que son respetuosos de los tiempos legislativos para resolverlas.
“Respecto al Plan C, me gustaría simplemente decir de manera muy breve, que pues todavía hay información que falta por conocer. Entendemos que es un tema que se está discutiendo y somos respetuosos en los tiempos legislativos y por el momento nosotros nos mantenemos atentos a la discusión”.
El llamado “Plan C” son las 18 reformas constitucionales presentadas en febrero por el presidente Andrés Manuel López Obrador, que incluyen cambios profundos al poder Judicial, al sistema político electoral y la desaparición de los órganos autónomos como la Comisión Federal de Competencia (Cofece).
“Como se puede ver en las propuestas planteadas ante el Legislativo, las funciones de la Cofece se realizarían por otros entes, otros órganos de tal manera que la función de preservar este proceso, pues no se estaría perdiendo”, explicó.
La extinción de la Cofece ha sido señalada como un factor de riesgo al alza incluso para la inflación, tal como lo ha explicado la Directora del think tank, México Evalúa, Mariana Campos.
En la conferencia donde presentó el Informe Trimestral, la gobernadora accedió a responder sobre el impacto que tendrá la desaparición de los órganos autónomos y la pausa de las relaciones entre México y los embajadores de los socios comerciales, en la inversión y crecimiento.
Dijo que la tendencia que se observa en inversión, maquinaria y equipo tiene que ver con perspectivas de crecimiento de la demanda externa e interna.
Compartió que su balance de riesgos sí considera factores como la pausa en la relación entre México y las embajadas de sus socios comerciales, entre otros, que sí pueden derivar en una desviación de la actividad económica.
“Nuestro balance reconoce esta serie de distintos factores y estaremos pendientes en Banco de México y siempre atentos de su evolución e implicación para la economía y el quehacer de nuestra institución”.
Volatilidad cambiarano amerita intervención
La banquera central explicó que el principal mecanismo para la estabilidad del tipo de cambio es mantener fundamentales macroeconómicos sólidos.
Subrayó que el histórico nivel de reservas que tiene Banco de México, dan solidez adicional a la economía, en particular al banco central. Los citados activos se ubican en 224,709 millones de dólares, un máximo sin precedente.
Ni Banco de México ni la Comisión de cambios tiene niveles objetivos del tipo de cambio, y las herramientas que disponen están diseñadas para abordar disfunciones de los mercados y hasta ahora no se ha considerado necesaria ninguna intervención.
Si bien ha habido cierta volatilidad, debido a factores idiosincráticos y externos, el tipo de cambio seguirá operando bajo este régimen y en la comisión de cambios no hemos visto necesaria ninguna intervención.
Factores Idiosincráticos en volatilidad
Al interior del Informe Trimestral detallaron que en el periodo reportado de abril a junio de este año, “los mercados financieros nacionales presentaron tres episodios de elevada volatilidad y mayor aversión al riesgo”.
El primero se observó en abril, luego de que un evento en el marco del conflicto en Medio Oriente propiciara un aumento temporal en la aversión al riesgo en los mercados financieros de países emergentes y cuyos efectos se desvanecieron en mayo.
“El segundo episodio se registró a principios de junio y respondió a factores idiosincráticos. En particular los mercados reaccionaron ante la incertidumbre sobre las políticas públicas y reformas que podrían implementarse y que no tenían incorporadas en sus previsiones”.
Ahí mismo reconocieron que “debido a estos factores, surgió un entorno de menor apetito por activos mexicanos que se reflejó en un aumento importante en la volatilidad de los mercados financieros nacionales, afectándose sus condiciones de operación”.
Adicionalmente describieron que las tasas de interés de mediano y largo plazo aumentaron significativamente, el tipo de cambio registró una visible depreciación y los indicadores de riesgo soberano se ajustaron al alza. Sin embargo, para finales de julio, los mercados nacionales presentaron un mejor comportamiento y parte de los ajustes iniciales observados en esas variables se revirtieron.
Finalmente, el tercer episodio mencionado de volatilidad fue a inicios de agosto, en el que contribuyeron la publicación de datos de empleo en Estados Unidos que señalaban un enfriamiento mayor al previsto del mercado laboral de aquel país así como un aumento inesperado de la tasa de referencia del Banco de Japón.
Esto propició la liquidación de las elevadas posiciones largas de diversas monedas, incluido el peso mexicano, frente al yen.