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Economía

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Dólar caro impulsará ingresos de hoteleros argentinos

La mayoría de los precios del sector está dolarizado, lo que permite elevar sus ingresos en pesos; sin embargo, las tarifas de la cadena con 20 hoteles en Argentina y Uruguay aún son 48% menor que en el 2008.

La devaluación del peso argentino benefició al sector hotelero, al elevar sus ingresos en pesos, ya que las tarifas en su mayoría están dolarizadas y al impulsar el turismo interno y la llegada de extranjeros, que ahora encuentran costos más bajos en el país.

Sin embargo, las tarifas hoteleras aún no recuperaron el nivel que tenían una década atrás, luego de varios años difíciles para el sector, con caída de ocupación y, por ende, de precios.

En Buenos Aires, la tarifa está “48% por debajo en pesos que en el 2008, actualizadas por el Índice de la CAC (Cámara Argentina de la Construcción), que ajusta por debajo del índice de inflación”, explicó Roberto Amengual, presidente de la cadena nacional Amérian, con 20 hoteles en el país y Uruguay.

Pese a todo, este año se notan mejoras en el mercado. “Muchos factores ayudan a que el turismo se desarrolle. El ex-Ministerio de Turismo, ahora Secretaría, trabajó muy bien con varias medidas, como la devolución del IVA en hoteles a extranjeros, que mejoró mucho la competitividad, sobre todo cuando el dólar estaba atrasado y Argentina era cara. El cambio en los visados o tasas de retribución a turistas de Asia y EU también ayudó, se agilizaron trámites y quitaron requisitos, que complican o frenan la planificación de viajes. La desregulación de tarifas aéreas ayudó mucho. Hay muchas oportunidades para los hoteles”, destacó Amengual.

¿Se nota una mejora este año en la ocupación?

Estamos recuperando turistas extranjeros en general, sobre todo de países vecinos, que generan un tráfico permanente, aunque en el primer semestre la ocupación fue un poco más baja de lo esperado en Buenos Aires. A nivel general, mejoró la ocupación frente al 2014, al 2015 o al 2016, que fueron años muy difíciles. En los últimos 10 años, en algunas plazas la oferta creció más que la demanda y eso complicó más el mercado. Por ejemplo, en Buenos Aires la oferta de cuatro estrellas creció 23% y también aumentó la oferta informal. El turismo tiene un derrame económico muy grande, porque el turista gasta en muchos otros servicios.

Con la devaluación, ¿la tarifa se mantuvo en dólares?

El precio es determinado por oferta y demanda. Si con la devaluación mantengo la misma tarifa en dólares, pierdo demanda. En dos años, los taxis en Buenos Aires subieron 92.8% los precios, nosotros estamos muy lejos de ese porcentaje. Ahora vamos a poder recuperar un poco la tarifa. Pero si hubiese actualizado en 10 años mis tarifas a nivel del índice de la CAC (que es menor al IPC), tendría que haberla duplicado en pesos. La tarifa de agosto del Amérian Buenos Aires Park está 48% por debajo en pesos a la del 2008. Los servicios públicos y los costos operativos aumentaron por encima de la inflación y pesan mucho.

Pero ¿la devaluación para los hoteles fue positiva?

Sí, a nivel interno genera más flujo de turistas, que no viajan al exterior y también impulsa la llegada de extranjeros. Nos permite recuperar tarifa y ocupación para poder invertir. En Córdoba y Buenos Aires renovamos todas las habitaciones y en breve lo haremos con el lobby. Si logramos 70% de ocupación promedio en Buenos Aires, con una buena tarifa, se llega al punto de equilibrio que permite recuperar inversión.

¿Cómo ve la economía?

A nivel general, hay muchos sectores con una recesión muy grande. El malestar se ve en la calle, en los círculos sociales, mucha gente perdió su trabajo. Hay mucha angustia. Tuvimos muchos cimbronazos este año; ahora tenemos que tratar de salir adelante. El turismo es un gran impulsor para desarrollar las economías regionales.

Dólar pierde más de 1.5 pesos por ventas de bancos

El dólar cedió ante el peso argentino y se depreció 1.3%, cerrando en 40.34 pesos en el contexto del debut de una serie de medidas dispuestas por el banco central para regular el mercado de cambios, en medio de una turbulencia acoplada a una desgastante devaluación, la alta inflación y una economía con rumbo de recesión.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) adoptó un sistema de control de la base monetaria y un rango de flotación determinado para el peso, en un endurecimiento de su lucha contra la inflación y la inestabilidad de la moneda local.

Los operadores coinciden en que con la postura se busca sacar pesos del mercado para frenar la permanente alza en los precios de la canasta de consumo, y evitar también un masivo vuelco de fondos a la cobertura en dólares.

Además, las tasas convalidadas deberían hacer atractivas diariamente a las letras llamadas Leliq.

Se tiene “una nueva política monetaria y cambiaria en el marco de un acuerdo con el FMI que, básicamente, tiene como objetivo finalmente domar la inflación; aunque esto, y se sabe, asfixie aún más la economía de muy corto plazo”, dijo Sabrina Corujo, analista de Portfolio Personal.

Argentina alcanzó el miércoles pasado un nuevo acuerdo crediticio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que extiende un pacto anterior en 7,100 millones de dólares y prevé una aceleración de los desembolsos, a fin de cubrir una brecha financiera y superar una grave crisis económica.

La moneda argentina acumula una caída ligeramente superior a 50% en lo que va del año.

El rango cambiario de no intervención oficial debutó en la franja de entre 34.00 y 44.00 pesos por dólar. (Reuters)

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