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Opinión

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Evolución del Nearshoring durante el 2024: retos y oportunidades

Una de las principales variables para tratar de evaluar cómo ha sido la llegada de empresas extranjeras a México, es tomando en cuenta la medición de la Inversión Extranjera Directa (IED), misma que alcanzó una cifra récord de 20,313 millones de dólares al primer trimestre del 2024 y que tuvo un crecimiento del 9% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Si desglosamos la totalidad de la IED encontramos que el 96.56% corresponde a reinversión de utilidades de los accionistas extranjeros que permanecen en México y no se envían al exterior, mientras que el solo el 2.95% son nuevas inversiones que llegan a México con la intención de crear nuevas empresas o incrementar el capital, de acuerdo a cifras de la Secretaría de Economía.

Ante este contexto tenemos dos panoramas; primero, existe una gran confianza de las empresas extranjeras que ya residen en México para permanecer, seguir invirtiendo y formar parte del eslabón que beneficie a las cadenas de suministro del nearshoring; y por otro lado, la llegada de nuevas inversiones sigue a la expectativa ya que en términos porcentuales disminuyó y pasó de ser del 5% a 2.95% del total de la IED del primer trimestre del 2023 al mismo periodo del 2024.

Sin duda el principal reto se encuentra en brindar los recursos, infraestructura y oportunidades necesarias para que nuevas empresas se instalen en nuestro país. Por ejemplo, la conectividad de vías férreas y carreteras para el transporte de mercancía, telecomunicaciones, un mayor nivel de innovación y mayores espacios industriales.

Agua y fuentes de energías limpias

Además, recientemente despierta la inquietud la escasez de agua en el país y la proyección de demanda de energía que habrá en el futuro, ya que de acuerdo con International Chamber of Commerce México (ICC por sus siglas en inglés) actualmente tenemos un déficit de 59,800 kilómetros de líneas de transmisión y para un ritmo de crecimiento del 2.4% del PIB se requiera una inversión de casi dos billones de pesos, lo que equivaldría a invertir 132,318 millones de pesos por año.

Por otro lado, la gran oportunidad para México dentro de la reconfiguración de las cadenas de suministro es su ubicación geográfica y la relación que existe con sus socios comerciales de América del Norte (México, Canadá y Estados Unidos). En estas circunstancias, el potencial es enorme para las empresas que ya se encuentran instaladas, sobre todo cerca de la frontera con Estados Unidos.

En Aztlán Equity Management hemos desarrollado un ETF “NRSH” el primero en su tipo en invertir en empresas de América del Norte que participan en el nearshoring, y dadas las condiciones actuales de este fenómeno, el ETF NRSH tiene la gran oportunidad para ser un vehículo de inversión con exposición a las empresas de los sectores con las oportunidades de crecimiento más atractivas, por ejemplo: transporte terrestre, infraestructura para transporte, espacios industriales, transporte aéreo y logística, entre otros.

En conclusión, México se encuentra entre dos disyuntivas, la primera, es la confianza de los inversionistas por permanecer en México y seguir invirtiendo gracias a la estabilidad macroeconómica de los últimos años, destacando al sector manufactura como el de mayor Inversión Extranjera Directa. Por otro lado, se enfrenta a grandes retos en cuanto a la oferta de infraestructura destacando temas como la potencial demanda de energía. Finalmente, existe gran potencial para las empresas instaladas en América del Norte para su crecimiento e inversión, siendo el ETF NRSH uno de los primeros vehículos que impulsan el flujo de capital hacia las empresas de sectores clave para el nearshoring.

Alejandro H. Garza Salazar es fundador y director de Aztlán Equity Management

 

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