Lectura 4:00 min
Existe desconocimiento general de la Ley Antilavado: IMCP
José Besil, presidente del IMCP, declaró en rueda de prensa que existe un cumplimiento muy bajo en lo que se refiere a la presentación de avisos a los que están sujetos los contadores.
Pese a que la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita (LFPIORPI) se publicó desde el 2012, aún existe un desconocimiento acerca de las obligaciones y disposiciones que se deben cumplir en relación con dicha ley.
José Besil, presidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), declaró en rueda de prensa que existe un cumplimiento muy bajo en lo que se refiere a la presentación de avisos a los que están sujetos los contadores.
“Hay un desconocimiento general de la ley, no sólo de los contadores, sino también de los empresarios y los contribuyentes. Éste se debe a falta de capacitación y de promoción. La gente no sabe el grado de cumplimiento que debe tener”, señaló el presidente del IMCP.
De acuerdo con la Ley Antilavado, los contadores están obligados a presentar los días 17 de cada mes un aviso a las autoridades acerca de las operaciones que están realizando o, de lo contrario, podrían ser acreedores a una multa que va entre 200 y 2,000 salarios mínimos vigentes.
En este sentido y ante el bajo cumplimiento que se ha registrado por desconocimiento de esta obligación, el presidente del IMCP solicitó a las autoridades que dentro de la legislación se incluya el concepto de “no multa por cumplimiento espontáneo”.
El cumplimiento espontáneo, dentro de las obligaciones fiscales, es un beneficio para los contribuyentes a fin de que no se les impongan sanciones cuando no cumplan con sus obligaciones fiscales dentro de los plazos legales o lo hagan de manera parcial o incompleta, pero que su cumplimiento total o la corrección respectiva se realicen antes de que las autoridades lleven a cabo actos de fiscalización.
De acuerdo con el presidente, cumplir con dicha obligación de manera espontánea ayudaría a que se ejecuten de una mejor manera los avisos, o bien, corregir aquellos que se presentaron de manera incorrecta.
“Lo anterior debido a que, al no ser una ley fiscal la ley antilavado, no aplica la espontaneidad y, por ende, la declaración se debe presentar en tiempo y forma. De no ser así se incurrirá en la infracción, lo cual derivará en multas. En la mayoría de las ocasiones, al ser multas tan excesivas, el contribuyente no las puede solventar ya que no cuenta con los recursos suficientes”, acotó José Besil.
Delinear reglas para baja de tasas en frontera
Andrés Manuel López Obrador, presidente electo, ha prometido que durante su gobierno bajará el Impuesto al Valor Agregado (IVA) y el Impuesto sobre la Renta (ISR) en la franja fronteriza a 8 y 20% respectivamente, algo que los contadores ven positivo para mejorar la competitividad de esa zona.
No obstante, José Besil precisó que es importante que se delineen las normas para que los contribuyentes no generen planeaciones fiscales que vayan a afectar la recaudación del fisco y no se genere un “paraíso fiscal”.
“Se debe definir bien cómo se va a aplicar esta rebaja de impuestos, verificar bien el domicilio fiscal de las empresas para que sólo las que realicen sus operaciones en esa zona y tengan su domicilio fiscal allá tengan este ajuste, porque si no podría haber espacio para que empresas de otros estados facturen sus operaciones —pese a no hacerlas allá— en la zona fronteriza”, acotó.
Explicó que a pesar de que habría una pérdida recaudatoria por la baja de las tasas, ésta se podría ver compensada por una mayor actividad económica dentro de la zona fronteriza.
Bancarrota moral
Ante las declaraciones que hizo López Obrador sobre que el país se encuentra en bancarrota, Ernesto O’Farril, presidente de la Comisión de Análisis Económico del IMCP, refirió que “México más bien se encuentra con una bancarrota moral.
Refirió que desde el punto de vista financiero, no hay una bancarrota en el país y puso de ejemplo el superávit primario que se prevé haya este año, de 0.8%, lo cual asegura que la deuda no siga creciendo.
“Pero hay que reconocer que hay una bancarrota moral, los índices de asesinatos, corrupción, impunidad, están en niveles altos. Hay una bancarrota social, el gobierno sí puede enfrentar sus compromisos financieros pero no tiene la capacidad de responderles a los más pobres, a los pueblos indígenas. Hay una mala educación, mal servicio de salud; también hay una bancarrota de valores”, afirmó.