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Economía

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Guerra impulsa inflación a niveles récord en Europa

Según datos preliminares de España y Alemania, la inflación anual en marzo se ubicó en 9.8 y 7.3%, respectivamente en Bélgica fue de 8.3%.

A Ukrainian serviceman stands near the wreck of a Russian tank on the front line in the Kyiv region

A Ukrainian serviceman stands near the wreck of a Russian tank on the front line in the Kyiv regionREUTERS, X00550

El país es más pobre que hace unos meses, porque hay una serie de productos energéticos que España no produce pero que necesita para producir el resto de bienes y para el consumo final, y esos productos hoy son más caros”

Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.

Los efectos económicos de la guerra en Europa comienzan a vislumbrarse tras la publicación de los datos de inflación anual en marzo de Alemania, España y Bélgica, los dos primeros con cifras preliminares.

En el caso de Alemania, la inflación se disparó a 7.3% anual en marzo, subiendo 2.2 puntos porcentuales desde febrero, esto representa un récord desde la reunificación de Alemania, en 1990, según datos preliminares de la agencia de estadísticas Destatis.

El índice de precios armonizado, que sirve de referencia a nivel europeo, alcanzó 7.6%, pulverizando así el objetivo a medio plazo del Banco Central Europeo de 2 por ciento.

El ataque ruso a Ucrania, iniciado a finales de febrero, es el responsable de esta explosión, según Destatis.

La guerra en Ucrania ha provocado un aumento de los precios de la energía en Europa, ya que Rusia es uno de los principales proveedores de hidrocarburos de la Unión Europea.

Los precios de la energía se dispararon 39.5%, tras un alza de 22.5% en febrero y de 20.5% en enero. La guerra también aumenta el costo de los alimentos, que aumentaron 6.2% en marzo, tras 5.3% de febrero y 5% de enero.

Rusia y Ucrania son dos de los mayores exportadores de grano del mundo, especialmente de trigo para el ganado.

En España es la más alta desde 1985

La inflación escaló en marzo a 9.8% en España, su nivel más alto en 37 años, igualmente a causa de los precios de la energía por la guerra en Ucrania, según una primera estimación oficial.

La cifra se ubica “más de dos puntos por encima de la registrada en febrero”, cuando la inflación se situó en 7.6%, señaló el Instituto Nacional de Estadística.

La tasa de marzo es “la más alta desde mayo de 1985”, detalló el INE.

“Es un mal dato que afecta nuestra economía, nuestra sociedad, en particular a los colectivos más vulnerables”, reconoció en una intervención en el Parlamento el presidente del gobierno, el socialista Pedro Sánchez.

La tendencia se explica principalmente por la explosión de los precios de la electricidad y los carburantes, pero también por el alza del costo de los alimentos.

La inflación subyacente, aquella que no toma en cuenta algunos precios fluctuantes como los de la energía, progresó 0.4 puntos porcentuales para llegar a 3.4%, precisó el organismo público.

El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, anticipó el martes este repunte de la inflación ya que la guerra ha producido un “shock energético”.

En este contexto, “el país es más pobre que hace unos meses, porque hay una serie de productos energéticos que España no produce pero que necesita para producir”, explicó.

En Bélgica sube a 8.3%

Por su parte, el servicio oficial de estadísticas belga, Statbel, informó que la inflación en marzo se ubicó en 8.3%, frente a 8% registrado en febrero, la más alta desde 1983. (Con información de agencias)

Precios dejarán de subir

BCE confía en que no habrá estanflación

Los precios de los alimentos y la energía en la zona del euro dejarán de incrementarse, lo que ayudaría a evitar una combinación de crecimiento estancado y alta inflación que temen los economistas, dijo la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde.

Lagarde dijo que las perspectivas de inflación eran “fluidas”, ya que la guerra en curso en Ucrania obligó a los economistas a revisar constantemente sus previsiones económicas.

Sin embargo, espera que los precios de la energía y los alimentos, que han alcanzado nuevos máximos desde la invasión rusa se estabilicen, aunque en niveles elevados.

“Sabemos que este año habrá una mayor inflación, de eso no hay duda”, mencionó Lagarde. “Pero también vemos que algunos de los factores que alimentan la inflación hoy, la energía y los alimentos, seguirán siendo altos. Pero no pronosticamos –no predecimos– que sigan incrementándose e incrementándose”. Reconoció que la zona euro se enfrenta a un crecimiento más lento y a una mayor inflación. (Reuters)

valores@eleconomista.mx

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