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La fotografía del cuidado en el mundo
La desigualdad de género y el tema de los cuidados no es una problemática únicamente mexicana. En diversos países, esta desigualdad también ha afectado a las mujeres y economías, por lo que se han implementado sistemas de cuidados.
La desigualdad de género y el tema de los cuidados no es una problemática únicamente mexicana. En diversos países, esta desigualdad también ha afectado a las mujeres y economías, por lo que se han implementado sistemas de cuidados.
Un análisis de IdeaPaís, organización de Chile, refiere al menos siete países: Uruguay, Costa Rica, Francia, España, Países Bajos, Japón y Australia, los cuales financiaron e implementaron un sistema de cuidados.
De los países analizados, se observa como buena práctica que existan distintos tipos de financiamiento para asegurar la sostenibilidad del sistema frente a los vaivenes de la economía y el aumento de la demanda por cuidados”, señaló la organización.
Los beneficios y servicios otorgados por estos sistemas de cuidado varían en cada país, pero es una constante ofrecer programas de apoyo y acompañamiento a las personas cuidadoras, a través de apoyos económicos y/o psicosociales, y también con capacitaciones y certificaciones.
En Uruguay, por ejemplo, es un sistema descentralizado, en donde cada localidad decide, diseña y ejecuta de acuerdo a su realidad. Existen servicios residenciales, donde aceptan infancias y se entrega ayuda a los padres que lo requieran, así como hogares para adultos mayores, así como servicios no residenciales, que brindan subsidios para la contratación de asistentes personales que apoyan en actividades de la vida diaria y que facilitan la teleasistencia.
En Costa Rica, por mencionar otro ejemplo, existen cuatro servicios de cuidados: asistencia domiciliaria, atención residencial, centros de día y teleasistencia, además de la posibilidad de acceder a una ayuda económica para financiar los servicios.
Pero estos servicios tienen un financiamiento atrás en todos los países, pero esto varía. Las principales fuentes de financiamiento son impuestos o a través de la compra de seguros para el cuidado a largo plazo.
Por ejemplo, en Australia, casi la totalidad de los cuidados se financia con impuestos, y una menor proporción con otros mecanismos, mientras que en los Países Bajos - quien más gasta en cuidados de los países de la OCDE - financia casi todo el sistema con el aseguramiento social.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como dependiente a quien requiere apoyo de un tercero para la realización de las actividades básicas de la vida diaria —como bañarse y comer— por periodos de tiempo prolongado . A su vez, existen distintos tipos de dependencia, que requieren de diferentes tipos de cuidados. Específicamente, los cuidados de largo plazo son servicios orientados a ayudar a las personas dependientes por periodos de más de seis meses.
En un mundo que está tendiendo al envejecimiento acelerado, la creación de sistemas organizados que faciliten el cuidado de personas dependientes es un desafío cada vez mayor y fundamental.