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Reforma Tributaria afectaría a la inversión en Chile: JP Morgan
La tasa impositiva contemplada para los altos patrimonios parece relativamente alta, lo que podría derivar en una salida de capitales que afecte la inversión por esa vía, alertaron.

Foto: Reuters
La propuesta de desintegración y el impuesto a los dividendos elevarían significativamente las tasas impositivas efectivas para una amplia gama de accionistas, con un potencial impacto en la inversión”.
Diego Pereira, economista de JP Morgan
La reforma tributaria en Chile, con la que el gobierno apunta a recaudar 4.1% del Producto Interno Bruto (PIB) en cuatro años, no pasa inadvertida. Una de las advertencias que más se repitió durante el fin de semana fue que la propuesta podría afectar a la inversión, en un año en que el Banco Central espera que la misma se contraiga un 4.8%, una inquietud que comparte JP Morgan.
El banco de inversión estadounidense envió este lunes un informe a sus clientes analizando los puntos de la propuesta fiscal, y alerta que “el principal lastre para la recaudación del impuesto sobre la renta, si se compara con las medias de la OCDE, parece estar más relacionado con la relativa reducción de la base de contribuyentes, que no se aborda en esta reforma”.
En la propuesta, se aumenta la tasa marginal del impuesto a la renta desde el quinto tramo del Global Complementario, o sea para quienes reciben desde 4 millones de pesos chilenos (4,345 dólares) mensuales.
El reporte también resalta que el gobierno apunta a desintegrar el sistema, separando la tributación de las empresas de la de sus propietarios -dejando fuera de esta medida a las firmas de menor tamaño-, y recuerda que se busca aplicar un impuesto a los dividendos, equivalente al 22%, a las sociedades anónimas cuando los distribuyan a personas físicas o no residentes.
El informe elaborado por el economista Diego Pereira alerta que la propuesta de desintegración y el impuesto a los dividendos “elevarían significativamente las tasas impositivas efectivas para una amplia gama de accionistas, con un potencial impacto en la inversión”.
El documento también desmenuza el impuesto a los altos patrimonios, que gravaría a 6,300 contribuyentes que cuenten con más de 4.9 millones, divididos en dos tramos. Al primero, entre 4.9 millones y 14.7 millones de dólares, se le aplicaría una tasa marginal del 1%, y para el segundo, sobre el techo del tramo inicial, el cobro sería del 1.8%, con lo que se espera recaudar un 0.5% del PIB.
El análisis afirma que las tasas previstas “parecen relativamente altas, así como la recaudación esperada para un impuesto cuyo control es difícil de aplicar”.
La propuesta de reforma también considera disminuir el impuesto a las sociedades a 25%, desde el 27% actual, si esa diferencia de 2% se invierte en inversión y desarrollo (I+D).
Pereira detalla que, con la rebaja, la nueva tasa seguiría por sobre el 22.8% que promedian los países de la OCDE que tienen un sistema tributario no integrado. Si bien destaca que la medida de invertir en I+D y fomentar la productividad “va en la dirección correcta”, repara en que, como incentivo a la inversión “todavía parece tímido”.
El reporte recuerda que las críticas señalan que el canon ad-valorem aparece como regresivo, ya que afecta más a los mineros pequeños y de mayor costo, reduciendo la competitividad del sector, a lo que el economista jefe para el Cono Sur añade que el componente sobre la rentabilidad “también perjudicaría la competitividad del sector”.