Turnan al Senado Ley de Ingresos

Con 328 votos en favor, 68 en contra y nueve abstenciones, el pleno de la Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular la Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2012 por 3 billones 706,922 millones de pesos, cifra 59,000 millones de pesos superior a la propuesta enviada por el Ejecutivo.

De esta forma, los legisladores avalaron las modificaciones a los Criterios de Política Económica realizadas la noche del miércoles por la Comisión de Hacienda y Crédito Público, que contemplan un déficit público de 0.4%, un crecimiento en el Producto Interno Bruto de 3.3%, un tipo de cambio promedio de 12.80 pesos por dólar, así como un aumento de 10,000 barriles diarios en la producción de petróleo para ubicarse en 2 millones 560,000 barriles.

Los rubros que se mantuvieron sin modificaciones con respecto al proyecto enviado por el Ejecutivo, el pasado 8 de septiembre, fueron la inflación que se mantuvo en 3% y el precio del barril de la mezcla mexicana de petróleo en 84.9 dólares.

Durante una sesión ordinaria ágil, que sorprendió a muchos debido a que concluyó a plena luz del día, también se aprobaron las modificaciones al Código Fiscal, la Ley de Coordinación Fiscal, la Ley del Impuesto sobre Tenencia o Uso de Vehículos, la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios, así como a la Ley Federal de Derechos.

NO TODOS ESTUVIERON CONFORMES

En voz de la diputada Leticia Quezada, la fracción del PRD votó en contra del dictamen debido a que no hubo voluntad para discutir la eliminación de regímenes de excepción y privilegios de los grandes contribuyentes .

Asimismo, el diputado Mario di Costanzo, en representación de la bancada del Partido del Trabajo, dijo: Nuevamente creamos cifras, sobreestimamos el crecimiento, aumentamos la producción de petróleo como si fuera por decreto, incrementamos el déficit público y todo para no cobrarles impuestos a las grandes empresas .

Agregó: Se van a acordar de mí en unos días, cuando estemos hablando del Presupuesto, cuando no les alcance para sus estados .

Por otra parte, Francisco Rojas, al término de la sesión, hizo público su beneplácito porque, en su opinión, todas las votaciones lograron un gran consenso. Me da mucho gusto que hayamos llegado a un gran consenso, pero además me parece que la ley le da un mensaje a la nación de estabilidad y certidumbre fiscal en un año de incertidumbre internacional y que será electoral en el país.

SIN JALONEOS NI EN LO OSCURITO

Por primera vez desde el 2006, cuando entró en vigor la nueva Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria (LFPRH), la Cámara de Diputados aprobó la Ley de Ingresos de la Federación (para el 2012) a plena luz del día y sin legisladores desgastados por arduas negociaciones.

En el 2005 se creó la LFPRH con el fin de ordenar la programación, elaboración, presentación y aprobación del paquete económico fijando como fecha límite el 20 de octubre para avalar la Ley de Ingresos en San Lázaro.

Se establecieron reglas para una mayor coordinación entre el Ejecutivo y Legislativo para acotar confrontaciones y controversias que llevaban hasta el 31 de diciembre la aprobación del presupuesto.

Por eso ayer lo que sucedió en la Cámara Baja fue calificado como un hecho inédito, gracias a que no hubo miscelánea fiscal ni reforma tributaria que atorara el proceso presupuestal.

Tampoco se dieron los clásicos jaloneos por subir el precio de la mezcla mexicana de petróleo para la exportación, que precisamente con la nueva LFPRH se fija desde hace seis años conforme a una fórmula.

Las negociaciones en lo oscurito no fueron necesarias. Sólo se invirtieron algunas horas para hacer corridas de números cuando se planteo modificar el PIB, tipo de cambio, déficit y plataforma de producción petrolera.

El déficit, que siempre fue defendido con la amenaza de que perderíamos el grado de inversión y que los mercados castigarían a México, dejó de ser un riesgo.

En el 2007, cuando se creó el IETU, muchas reuniones de la Comisión de Hacienda en la Cámara de Diputados tuvieron que ser suspendidas por la falta de acuerdos.

En presupuestos posteriores, las presiones de la Iniciativa Privada ante los cambios al régimen de consolidación fiscal detuvieron la aprobación de la Ley de Ingresos.

En el 2008 y el 2009 el punto de quiebre y las negociaciones en el ácido se dieron en torno al tema del IVA, por la paternidad que se le achacaba al PRI de la propuesta para subir el gravamen al consumo y luego pretender bajarlo.

Falta que el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación corra con la misma suerte y no se haga sobre las rodillas como siempre se ha criticado.