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Marco regulatorio para combatir el financiamiento al terrorismo en México es robusto
Pertenecemos al GAFI y nos sometemos periódicamente a revisiones y controles. El sistema financiero monitorea la lista de personas físicas y morales sospechosas que emite la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos y la CNBV vigila cumplimiento de normativa para prevenir lavado de dinero.

Victoria Rodríguez Ceja, gobernadora del Banco de México. Foto:
México cuenta con un marco regulatorio robusto en materia de prevención de lavado de dinero y combate del financiamiento contra el terrorismo que no requiere modificación alguna, aseguró la Gobernadora de Banco de México, Victoria Rodríguez Ceja.
Si hubiera riesgos adicionales que pudieran devenir de la denominación de cárteles de la droga como grupos terroristas “serían atendidos a través de la infraestructura existente”, subrayó.
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“Es decir, ya hay mecanismos que permiten dar seguimiento a personas físicas y morales que tengan actividades ilícitas y funcionarían para atender este evento adicional (denominación de cárteles como grupos terroristas)”, agregó.
En la sesión de preguntas tras la conferencia de prensa donde presentó el Informe Trimestral, subrayó que en Banco de México (Banxico) tampoco consideran necesario hacer modificación alguna a las circulares que regulan los sistemas de pago tras la citada denominación por parte de Estados Unidos.
“Hay una regulación a nivel país muy sólida en prevención de lavado de dinero y combate al terrorismo”, enfatizó.
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La banquera central, en su papel de autoridad del sistema financiero mexicano, precisó que México es parte del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI, por su sigla en francés), que es el organismo responsable de establecer los estándares internacionales contra el lavado de dinero y su prevención.
Y como tal nos sometemos a revisiones de seguimiento y recalificación de cumplimiento técnico periódicamente.
Observó que en el país “tenemos una aplicación estricta de las normas emitidas por la Secretaría de Hacienda, cuyo cumplimiento es supervisado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV)”.
Y agregó que “hace tiempo la banca privada monitorea la lista de personas físicas y morales sospechosas que emite la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos”
“Como parte de sus procesos, en la eventualidad de que encuentre algún cliente que estuviera en este listado, lo reporta a la Unidad de Inteligencia Financiera y se cancela su cuenta”, detalló.
Controles estrictos sobre remesas
La banquera central respondió que las operaciones de envíos y recepción de remesas también se registran bajo estrictos procesos de prevención de lavado de dinero.
“Toda entidad que interviene dentro y fuera del país en estas transferencias está obligada a cumplir con todos los procesos establecidos en prevención del lavado de dinero y las que operan en México tienen que hacer también reportes a la Unidad de Inteligencia Financiera, para mitigar de manera importante el riesgo”, añadió.
El Banco de México reporta mensualmente los flujos agregados de transferencias en dólares a México en forma de remesa y documenta también la salida de este tipo de operaciones.
La Gobernadora evidenció que este tipo de transferencias pasan varias veces y en distintas jurisdicciones por controles de identificación de cliente y monitoreo. Esto en México y Estados Unidos, por ejemplo.
Y ratificó que “prácticamente la totalidad, esto es el 99% de estas transferencias son electrónicas”.
El año pasado, se registró un flujo histórico de remesas a México que ascendió a 64,745 millones de dólares. Los datos divulgados por el banco central muestran que en el transcurso del año pasado, los 11. 1 millones de adultos beneficiarios de remesas, registraron entradas mensuales superiores a los 5,0000 millones de dólares durante seis meses, esto en marzo, abril, mayo, julio, septiembre y diciembre.
En tanto, los meses de junio y agosto pasaron a la historia como los de mayores registros mensuales de remesas, correspondientes a entradas de 6,206 millones y 6,082 millones respectivamente.
El resto de los meses, esto es enero y febrero, las familias receptoras captaron 4,573 millones y 4,494 millones respectivamente.