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5 habilidades para mantener la productividad en tu equipo remoto
Ahora no solo se requieren habilidades blandas, sino tecnológicas para enfrentar los desafíos que se presentan; tanto líderes como colaboradores deben desarrollar o reforzar habilidades blandas y duras, y sobre todo capacitarse constantemente.
El mundo ha cambiado, y la vida laboral no se ha quedado atrás. El trabajo remoto, las video conferencias y gestionar equipos a distancia ha cambiado la forma de trabajo.
Ahora no solo se requieren habilidades blandas, sino tecnológicas para enfrentar los desafíos que se presentan; tanto líderes como colaboradores deben desarrollar o reforzar habilidades blandas y duras, y sobre todo capacitarse constantemente.
De acuerdo con el Foro Económico Mundial 40% de las competencias básicas cambiarán en los próximos cinco años, debido a la transformación tecnológica y que 54% de los empleados mexicanos en industrias tecnológicas como servicios, telecomunicación y el sector financiero, se tendrán que reentrenar para afrontar los retos del 2021.
Entre las hard y soft skills se desprenden múltiples herramientas y procesos que están ayudando e impulsando al trabajo remoto.
Habilidades blandas necesarias para tu equipo
A pesar de que la tecnología es esencial para cualquier empresa, no debemos olvidar que las personas y su capital de trabajo siguen estando por encima, por ello Future Is, la academia en línea para el desarrollo de habilidades para el futuro del trabajo nos dice que las tres soft skills o habilidades blandas más relevantes para el equipo son: comunicación blanca, adaptabilidad e innovación y creatividad.
1. Comunicación basada en la escucha activa
Platón dijo que “los hombres sabios hablan porque tienen algo que decir y los necios porque tienen que decir algo”, es decir, la comunicación básica y clara se ha visto siempre como una virtud. Pareciera sencillo, pero escuchar, empatizar, codificar y comprender a los otros para coordinar o acordar una idea resulta siempre un trabajo algo complicado.
Un buen comunicador es capaz de ajustar su tono, estilo y hasta mensaje con tal que este último impacte de forma positiva a su receptor o audiencia. Para lograrlo, una habilidad clave es saber escuchar activamente, es decir, no sólo escuchar el mensaje sino también al interesarse genuinamente de lo que se está transmitiendo, así como del emisor. La escucha activa construye ambientes críticos, pero saludables, por lo que fortalece el diálogo constructivo que considera e integra los argumentos de todo emisor.
2. Adaptabilidad
Actualmente los ambientes laborales y los modelos de negocio pueden cambiar vertiginosamente; por lo que una empresa debe posicionar la flexibilidad como una prioridad en su propio modelo.
Resulta importante destacar que no se trata de una actitud pasiva, sino todo lo contrario: cada individuo dispone su tiempo y creatividad al servicio del equipo para que la incorporación a los distintos cambios sea la mejor. Por dicha razón, la adaptabilidad conlleva la capacidad de integrarse a grupos, ideas, cultura de trabajo y objetivos que suelen variar constantemente.
3. Innovación y creatividad
Según el World Economic Forum, unas de las habilidades básicas para el trabajo se centraban en la resolución de problemas, pensamiento crítico y, por ende, en la creatividad.
Creatividad quiere decir crear o engendrar y no debe olvidarse que se trata de un proceso mental que se acompaña con la intuición o sensibilidad. Incorporar creatividad a tu equipo de trabajo traerá consecuencias como competitividad, experiencias novedosas (las cuales sirven por sí solas para aprender sin importar su resultado), el desarrollo de varias ideas de negocios, así como permite aprovechar el talento de tu equipo al máximo. Sin olvidar que la creatividad es también una forma de resiliencia.
Habilidades duras para fortalecer al equipo
Las hard skills o habilidades duras se refieren a aquellas necesarias para realizar una determinada tarea. Por esta razón, se adquieren por medio de capacitación o entrenamiento y, en ocasiones, también pueden ser desarrolladas por y en la práctica laboral. Éstas ayudan a una empresa a seguir en constante desarrollo, así como a resolver y prevenir problemáticas específicas.
1. Experiencia del usuario
La experiencia de usuario (UX) es una expresión que poco a poco se ha integrado al vocabulario actual. Desde hace algunos años, la UX ha determinado el éxito de muchas empresas, puesto que refiere “lo que el cliente percibe al usar o probar un producto y sin importarle el cómo se hizo o desarrolló”; al menos así lo define Dan Saffer, director de la consultoría de diseño californiana Kicker Studios.
Si la “experiencia de usuario” refiere a la percepción, disfrute y aprovechamiento de un usuario inmediato, el UX Design (User Experience Design) o diseño de experiencia de usuario, se puede definir como una habilidad de diseño que tiene como objetivo generar productos que resuelvan necesidades concretas de sus usuarios finales que, a su vez, ofrezcan la mejor experiencia de usuario para cada cliente.
2. Agilismo
Todos sabemos de la importancia de trabajar en equipo; no obstante, el tiempo es vital y el trabajo debe realizarse cada vez con mayor eficacia y rapidez. Para esto surge el agilismo o Scrum, el cual refiere un proceso que incluye mejorar las prácticas que se aplican para trabajar colaborativamente y obtener el mejor resultado posible. Se divide en tres fases iterativas: planificación, ejecución y adaptación, por lo que se resume en un conjunto de técnicas y manera de pensar los proyectos complejos para encontrar las mejores soluciones.
Cabe destacar que jugadores mundiales como Spotify, Amazon y Airbnb adoptaron la cultura ágil, otorgándole autonomía a sus equipos para, a su vez, potenciar el trabajo colaborativo; logrando así un éxito basado en la resolución rápida, productiva y aporte de cada uno de sus miembros.