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El Empresario

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Manipulación en la empresa, fracaso seguro

Mónica Venegas propone una filosofía que se basa en la comunicación

Mónica Venegas propone una filosofía que se basa en la comunicación

Como individuos es común enfrentar situaciones que, por su grado de dificultad, provocan una sensación de inseguridad en nosotros, obstruyen nuestro progreso personal y laboral. Esto se concatena con otros rasgos característicos de la cultura latina: el desarrollo de dependencias hacia lo que nos rodea, la necesidad de sentirnos amados, aceptados y reconocidos. Todo ello se puede transformar en premisas de una comunicación con manipulación.

El ámbito empresarial no escapa a esta norma -bien podría llamarse- cultural.

Mónica Venegas, pionera en el movimiento de independencia emocional, plantea que una empresa que no cuente con una buena comunicación está casi irremediablemente destinada al fracaso.

La especialista indica que en todas las compañías existe personal que no propone directrices nuevas en un afán de no llamar la atención; hay directivos sin la capacidad de establecer reglas, de abrir canales de comunicación y sin la sensibilidad necesaria para ser líderes, lo que necesariamente afectará el funcionamiento de la organización laboral.

Con su programa, Mónica Venegas se propone ayudar a otros a construir el poder individual que genere la independencia y creatividad, que habrán de redundar en un crecimiento personal y profesional.

Productividad en la empresa

Mónica Venegas enfatiza los resultados que se obtuvieron en un estudio realizado en Estados Unidos, mediante el cual se analizó la negatividad que se produce en el área de trabajo cuando hay una mala comunicación.

Los resultados obtenidos muestran que la apatía mostrada por directivos y empleados en general, se traduce en 300 billones de dólares en pérdidas para las empresas.

Esta negatividad, informa Venegas, “se genera por evitar la comunicación, los empleados empiezan a actuar con resentimiento, agresivos e inhibidos, pero todo esto va mermando un buen ambiente de trabajo y, por supuesto, la productividad”.

Las malas relaciones laborales, producto de la interacción basada en murmuraciones, tensión, lucha de poder, agresión e individualismo, terminan gestando y consolidando procesos de trabajo ineficientes, además de empleados con actitudes negativas.

Venegas comenta que existen cuatro dependencias que llevan a manipular las conversaciones. La primera de ellas es el control, que se observa en aquellas personas a las que les cuesta trabajo escuchar y tienden a imponer sus reglas a través de la intimidación. La segunda se refiere al confort, que es común en los individuos que no prestan atención a nuevas alternativas, siempre juegan en un bajo perfil y se aíslan para no sobresalir. El tercer caso es el éxito, que al no saber manejarlo puede llegar a convertirse en una dependencia: individuos agresivos, amenazantes, autoritarios y negativos son un ejemplo de ello; por último, el ego, que se observa principalmente en un trabajador que suma ya años de experiencia laboral y que mantiene su mente cerrada a la posibilidad de convivir con empleados jóvenes.

“Cuando somos dependientes de alguna de las situaciones antes mencionadas, manipulamos de diferentes formas para mantenernos satisfechos, esto afecta en 99.9% la productividad de la organización”, expone Venegas, autora del libro Dale Netx!.

Existen cuatro formas comunes de manipulación: la primera es la verbal y no verbal; el tomarse las cosas personales, es la segunda; la tercera es la falta de decisión; mientras que la cuarta es la que se refiere a las exigencias entre jefes y trabajadores.

“Que las personas se enfoquen en el futuro en lugar de quedarse atrapados en pasados obsoleto, asegura una mayor efectividad en sus tareas cotidianas”, sostiene Mónica. Concluye con que el éxito no es lograr lo que uno se proponga, sino tener la capacidad de enfrentar y manejar efectivamente los retos.

Libérate de las dependencias

“Nadie es 100% libre de dependencias, no importa cuántas habilidades o capacitación les brinden las empresas, mientras sigan las dependencias presentes, no es posible avanzar”, asevera Venegas.

  • 1.Hay que estar consciente de la dependencia de cada uno y analizar la manera en que afecta la vida profesional y personal.
  • 2. Aprender a escuchar pensando en el bien común y no en el personal es una herramienta que permitirá eliminar la dependencia.
  • 3. Antes de responder alguna situación es conveniente pedir tiempo para analizar y dar una respuesta.
  • 4. Hay que estar consciente de que todos tenemos derecho a opinar, es importante no juzgar a la persona independientemente del mensaje que emita. Hay que separar hechos de opiniones.

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