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Las pymes cinco años después de la pandemia de Covid-19
La resiliencia, adaptabilidad y uso de la tecnología hicieron que los pequeños negocios superaran la pandemia.

La pandemia sacó a las pymes de su zona de confort.
La pandemia de Covid-19 tuvo un fuerte impacto en los negocios y más de 1 millón de micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes) bajaron sus cortinas definitivamente, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Cinco años después de la contingencia sanitaria, el número de unidades económicas se recuperó, puesto que ya son 5.5 millones de negocios los que existen en el país; sin embargo, los elefantes blancos siguen presentes, continúan los retos como mayor digitalización, administración empresarial y acceso a financiamiento.
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Digitalización, impulso de las pymes
De acuerdo con Denis Yris, director y fundador de WORTEV, durante la pandemia las empresas tecnológicas o digitalizadas tuvieron un crecimiento, pero después vivieron una caída, mientras que pasó lo contrario con los negocios como restaurantes y comercios, que tuvieron que cerrar durante los meses con más contagios, pero que una vez que se reactivaron las actividades tuvieron un repunte considerable.
Los negocios, en esa sobrevivencia, aprendieron cómo vender más y muchos revolucionaron sus negocios”.
En ello coincide Eugenio José Reyes, director de WTC Monterrey, quien dice que la digitalización fue un requisito fundamental durante la pandemia, debido a que gracias a ello pudieron reinventar los negocios.
“La pandemia vino a ser un tipo de sacudida, que sacó a muchas empresas de su zona de confort. Si estaban acostumbradas a hacer las cosas de una manera determinada, la pandemia les vino a decir, esa forma ya no existe y tienes que cambiar”.
Es decir, la contingencia sanitaria hizo que las pymes se volvieran más resilientes y se adaptaran a las nuevas circunstancias, puesto que los negocios que sobrevivieron fueron los que cambiaron su estructura y se diversificaron. Por ejemplo, se vieron negocios que comenzaron a vender cubrebocas y gel antibacterial, entre otros.
Además, ante la interrupción en la cadena de suministro, las pymes apostaron por sustituir las importaciones por proveeduría local y de acuerdo con Eugenio José Reyes, la digitalización que adoptaron les ha permitido en los últimos años exportar sus productos.
“En el norte del país las pymes se recuperaron rápido, y fueron más resilientes que las grandes empresas. Las pymes tienen mucha maleabilidad, si se le cierra una puerta, busca abrir otra”.
Gestión empresarial y financiamiento
La realidad es que una gran cantidad de pequeños negocios en el país no conocen sus finanzas ni administrar el negocio, lo que dificulta su crecimiento y pone a prueba su permanencia cuando se presentan problemas.
De hecho, la falta de rentabilidad y no contar con un ahorro para contingencias hizo que los emprendedores acudieran a préstamos para sacar a flote el negocio, pero cuando no fue suficiente tuvieron que solicitar créditos a familiares y amigos, créditos que aún tienen remanentes.
Los emprendedore tienen que aprender a entender sus finanzas, de ahí se solucionan todos los problemas, porque van a saber vender y operar efectivamente”, puntualiza Denis Yris.
Puntualiza en que la falta de administración financiera tuvo un fuerte impacto durante la pandemia, pero es un problema que siempre ha existido y que se tiene que trabajar para impulsar los negocios.
Retos actuales de las pymes
Octavio de la Torre, presidente de la Concanaco-Servytur dice que las pymes sí se han recuperado, pero aún persisten grandes retos que tienen que superar.
“El comerciante y prestador de servicios entiende que la circunstancias cambian y el fracaso es un paso más que hay que superar, el sector no se vence, pero se tiene que reforzar con políticas públicas que se enfoquen en este sector de la economía que es vulnerable”.
Puntualiza en tres retos que continúan enfrentando las pymes, el primero es la seguridad, tanto pública como jurídica, hídrica y alimentaria, que son factores que impactan directamente en los negocios.
El segundo reto es la corrupción asociada a la sobrerregulación, debido a que existe una gran cantidad de trámites que deben seguir los pequeños negocios y cambian en cada entidad. El tercero es la informalidad laboral, que se asocia con la carga que se le da al empleador formal.
Puntualiza en que al disminuir la sobrerregulación e implementar medidas de seguridad se podrá impulsar la formalidad de los negocios.