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10 grandes tendencias del sector agroalimentario
La recuperación de la industria será fortalecida por el repunte en la actividad económica mundial.
El año 2020 fue extremadamente complicado para todo el mundo, se podría catalogar como un año con un black swan, esto es, un suceso improbable y con impacto devastador, no sólo para la economía, sino para la sociedad. El Covid-19 mostró una vez más lo vulnerable que es la humanidad ante eventos que no pueden ser advertidos de manera anticipada, pero también muestra la velocidad con la cual el ser humano se adapta y busca restablecer el orden y sentido de su entorno, así lo consideró Juan Carlos Anaya, director general de GCMA.
Establecieron “Las 10 grandes tendencias para el sector agroalimentario en 2021”:
- Problemas en la logística internacional. Los contenedores secos y refrigerados trasladaban mercancías perecederas y no perecederas tuvieron una ruptura de los tiempos y movimientos, generando intermitencia en la disponibilidad de contenedores. Adicionalmente, los gigantes del internet como Amazon pusieron una mayor presión en la logística terrestre debido al incremento en ventas a través de los e-commerce, generando una competencia entre los usuarios naturales y los emergentes.
- Consolidación de la oferta. Los grandes productores que dominan la cadena de producción hasta la comercialización -incluyendo exportaciones- ganarán terreno frente a la agricultura de baja escala, debido a las economías a escala y la estrategia de siembra multiproducto o multipaís.
- Cambio climático. Estos cambios en el ambiente impulsarán la adopción de tecnologías como riego de precisión, invernaderos de alta tecnología con producciones verticales y la inversión de fondos de capital privado en esquemas novedosos de producción en función de la rentabilidad del agua.
- Transformación digital. El sector pecuario está transitando hacia una planta productiva menos dependiente en trabajo humano y más en la automatización. Conforme avance el 2021 veremos la profundización de esta tendencia a nivel global, pero se verá consolidada en un horizonte de largo plazo por las carencias que existen en el medio rural.
- Inocuidad. La adopción de estándares sanitarios cada vez más estrictos será visto como una medida para garantizar la salud y estabilidad mundial.
- Presión sobre los acuerdos comerciales. Aunque los nacionalismos mal entendidos en diversos países han perdido fuerza, el daño ya está hecho. El despertar de grupos radicales respecto a la defensa de sus mercados será una constante -a pesar de que carecen de sustento técnico- que deberá ser litigada en tribunales internacionales.
- Gráneles vs. empaques. Recientemente hubo cambios en las legislaciones sobre el uso de empaques de un solo uso, sin embargo, los consumidores han dado marcha atrás por el miedo de contraer Covid-19. La situación que prevalece deberá encontrar un punto medio a través de empaques amigables con el medio ambiente.
- Del canal HORECA al autoservicio. Los datos de Inegi sobre la recuperación del canal Hotel, Restaurante y Catering (HORECA) muestra que es uno de los subsectores más afectados por la pandemia. El cierre parcial del canal HORECA ha generado que el autoservicio sea el medio para colocar el producto en manos de los consumidores.
- Directo a casa. Se ha incrementado la penetración de las empresas de entrega alimentos frescos a domicilio, las clases virtuales de cocina y venta implementos, para que cualquier persona pueda ser un chef desde su hogar.
- Contención del Covid. El Covid-19 seguirá siendo parte de nuestras vidas cotidianas durante el 2021 y 2022 con todos los problemas que ello implica.
patricia.ortega@eleconomista.mx
kg