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Toda Latinoamérica es territorio chino gracias a Huawei

China sabe que su conquista del mundo es posible a través de las telecomunicaciones. Desde un smartphone de Huawei hasta el dominio de la nube dan testimonio del avance económico del dragón asiático, y América Latina y México se han convertido en testigo del nuevo capítulo en la guerra comercial con Estados Unidos.

América Latina es un territorio en el que las redes celulares 4G-LTE están soportadas hasta en un 70% por componentes de Huawei. Ilustración EE: Nayelly Tenorio.

América Latina es un territorio en el que las redes celulares 4G-LTE están soportadas hasta en un 70% por componentes de Huawei. Ilustración EE: Nayelly Tenorio.

En la persecución de Estados Unidos contra Huawei, el mercado latinoamericano se ha convertido en un refugio para la compañía china de telecomunicaciones. Huawei ha sido proscrita en casi todas las naciones aliadas de Washington, pero en América Latina ha hallado un negocio 4,500 millones de dólares anuales. Sólo 2022 creció 9.1%, pero más relevante todavía: América Latina es un territorio en el que las redes celulares 4G-LTE están soportadas hasta en un 70% por componentes de Huawei, por lo que las comunicaciones de más de 660 millones de latinoamericanos viajan cada segundo a través de tecnología china, lo que Estados Unidos tanto quiere evitar en el mundo.

Factores como devaluaciones de hasta el 30% en algunas monedas latinoamericanas desde la pandemia de coronavirus e inflación regional del 43% en 2022, y también los altos precios de espectro o crisis políticas en varios de los países, hacen de América Latina una región con crisis sistémicas a la que sólo un fabricante temerario puede apostar, aunque éste sea chino.

La desconfianza de Washington veta a Huawei

Estados Unidos ve con recelo a Huawei desde hace un lustro, porque ese país no cuenta hoy con una marca que pueda rivalizar en el mismo sector de telecomunicaciones con la compañía china, ni siquiera Cisco, mientras Huawei lidera junto con Samsung, LG, Ericsson y Nokia todos los índices de innovación en tecnología 5G; pero sobre todo, Estados Unidos acusa a Huawei de ser un caballo de Troya con el que China espía a otros gobiernos.

Estados Unidos mantiene un veto sobre Huawei, para que no pueda comercializar productos en su territorio. Ya obligó a sus aliados a hacer lo mismo; incluso, Alemania, la joya europea de Huawei, muy reacia a ceder saca a los chinos del cerebro de sus redes celulares. Lo mismo hicieron Japón, Australia y Nueva Zelanda, y por eso mismo Huawei perdió contratos por un valor de 783 millones de dólares solamente allí y sólo en 2022, según el informe anual de la compañía. Y no está claro hasta cuándo la región de Europa del Este, África y el resto de Asia que aportaron el 23% de los ingresos totales de la compañía en 2022 compensarán las pérdidas sufridas por Huawei en América del Norte y Europa Occidental.

El veto estadounidense ya borró desde el año 2021 a Huawei de la lista de los mejores vendedores de teléfonos celulares. En el recuerdo queda el segundo trimestre del 2020, cuando Huawei tocó la gloria por desplazar a Samsung del primer lugar de ventas mundiales de smartphones, tras más de una década del liderazgo coreano: 55.8 millones contra 53.7 millones de teléfonos desplazados por una y otra compañía, según la firma Canalys. Huawei tampoco aparece en las listas chinas de popularidad, pues el veto de Washington a usar el sistema operativo Android de Google provocó que Xiaomi y Oppo se comieran sus cuotas de mercado, dentro y fuera de China.

Estados Unidos pavimentó la salida de Huawei del negocio de teléfonos. Pero este es un mercado maduro. Sólo en México las ventas del competidor líder Samsung cayeron 18% en el primer trimestre de 2023, según Canalys, y en cambio, a escala global, Huawei incursiona ahora en el negocio de nube que este año observará la firma de contratos por un valor de 67,000 millones de dólares para todas las compañías. En su natal China, Huawei ya tiene el 19% del mercado de nube. Y en ciberseguridad, el negocio es de 18.8 billones de dólares, allí Huawei no participa este año, pero la empresa trabaja para ser el nuevo actor. Analysys Mason dice por separado que en el negocio de las redes privadas de telecomunicaciones Huawei es una de las tres empresas que lideran el segmento y ninguna de ellas es estadounidense.

Estados Unidos no logra el destierro de Huawei de América Latina

América Latina no es Japón ni Alemania, y un contexto económico, político y social muy cargado de inestabilidad provocó el acercamiento de Huawei con la región. Tecnología puntera, pandemia de Covid-19 y créditos blandos, están entre los principales factores de esta unión, amén de la cercanía de China con la región que ya existía hace dos décadas.

América Latina y Huawei se necesitan una a otra y la duda de Ericsson y Nokia por apostar con otro tipo de estrategias por una región con uno de los entramados regulatorios más difíciles y ARPUs más bajos del mundo, llevó a Huawei hasta las nubes.

América Móvil (Telcel y Claro), Telefónica (Vivo y Movistar), TIM, Millicom (Tigo), Telecom Argentina (Personal), Partners Telecom (Wom), Viettel Telecom (Bitel), Entel, Antel y AT&T, todas le han comprado algún tipo de componente en algún momento a Huawei para desarrollar sus coberturas 4G-LTE por toda América Latina, conforme diversos informes de las propias compañías a sus accionistas.

Y los consumidores también han hecho lo propio. En México, según la firma de análisis que haga el trabajo, hasta 14.5 millones de teléfonos Huawei estarían usándose ahora mismo para trabajo o entretenimiento de los mexicanos.

Actores de la industria cuentan que en México el 55% de la red celular 4G-LTE Advanced de Altán Redes está hecha de componentes Huawei, y que prácticamente toda la red celular 4G de Telcel también es china, mientras la estadounidense AT&T apura el recambio hacia Ericsson y Nokia para no caer en sanciones de su gobierno. Toda la naciente red 5G de Telcel y AT&T es enteramente Nokia y Ericsson.

 

Toda la parte del core network de 5G, el cerebro donde está la información y la inteligencia de la red de Telcel, es Ericsson y Nokia, pero Telcel sigue usando Huawei en todo su 4G y AT&T ha ido cambiando hacia a Ericsson y Nokia (…) En América Latina, los europeos han colocado cerca del 20% de la infraestructura de 4G, otro 10% lo ha puesto ZTE y Huawei, el otro 70%”, dijo un ejecutivo de uno de los principales fabricantes globales de tecnología.

 

El avance de Huawei como proveedor de infraestructura se explica también por el bajo nivel de poder adquisitivo de los consumidores latinoamericanos. Ni siquiera el gigante América Móvil puede darse el lujo de pagar en cash por una tecnología cara.

México, el mejor mercado para América Móvil en el segundo trimestre de 2023, reportó un consumo promedio por usuario de casi 10 dólares; Brasil, el siguiente en la línea, llevó 5 dólares a su matriz; y Colombia, el mercado con los segundos precios más caros para el espectro en toda América y con el ARPU más bajo de todo el continente, reportó 3.7 dólares de consumo por usuario a América Móvil.

Telefónica tampoco está en mejor posición. En Brasil, con 112 millones de clientes entre abril y junio pasados, su filial Vivo registró un ARPU de 10 dólares. Brasil es la gema de Telefónica en América y una compañía como la española que hace lo que sea por proteger el valor de su acción en la Bolsa de Madrid no incurriría en el riesgo de obviar a Huawei.

Los despliegues de infraestructura se han encarecido por asuntos de escases suministros, cuestiones regulatorias y los actuales niveles del flujo financiero obligan a los operadores del sector a repensar a qué vendor le entregan un contrato.

Cómputo en nube, el siguiente nivel de Huawei para seguir en América Latina

En América Latina, con un territorio de casi 21 millones de kilómetros cuadrados, la instalación de una radiobase o “macrositio” cuesta al operador 150,000 dólares. Esto incluye la construcción e instalación de la estructura metálica, los equipos de radio, antenas, las conexiones de fibra óptica y otros componentes. Uno de estos sitios, ubicado en zonas rurales y con prestación de servicio a través de bandas radioeléctricas de cobertura, requiere de una inversión 50,000 dólares.

Durante el confinamiento sanitario de 2020, los operadores maximizaron inversiones con la búsqueda de oferentes accesibles en planes de crédito y tecnología innovadora.

“He escuchado de empresarios decir que la tecnología de Huawei es buena y que resulta económicamente conveniente, y que además tienen muchos recursos disponibles de soporte, como por ejemplo de que: ‘Tengo un problema en la madrugada y en menos de 24 horas tengo cien chinos trabajando’. Creo que ese ha sido el éxito de Huawei hasta ahora. Pero debe quedar muy claro que decidir quién va a ser el vendor de tu red toca a la misma empresa y no es una decisión de un gobierno”, dijo Enrique Carrier, director de Carrier y Asociados.

Los países latinoamericanos han tenido históricamente una difícil relación con Estados Unidos. Ese país origina el 46% de la inversión extranjera directa hacia América Latina y sus empresas de telecomunicaciones atienden cuando menos a 50 millones de personas en la región, por ello es complicado no atender las exigencias de Washington sobre Huawei, pero sin poner en riesgo la operación del negocio.

“En América Latina los revenue son tan bajos que no alcanza el dinero (…) La tecnología ya de por sí es cara y las redes 4G y 5G no pueden ser redes de Ericsson o Nokia, que son redes caras (…) Telcel y AT&T están haciendo un gran esfuerzo al comprar otras tecnologías para 5G que no sean Huawei”, dijo un empresario.

Huawei, en su estrategia de amarrar contratos, no sólo ofrece planea de financiamiento más amplios, ahora va con soluciones de cómputo en nube, ciberseguridad y tecnología de Wi-Fi 6, un área del negocio que le interesa tanto por su promesa de futuro, que desde el 2019 presentó en México su postura, ante el regulador IFT.

La compañía adelanta sustancialmente a sus pares de Estados Unidos en diversos campos de las telecomunicaciones, como ejemplo, en el año 2019 Huawei presentó un producto por el que un mismo canal de espectro podría enviar servicios de telecomunicaciones y radiodifusión, una innovación que en caso de utilizarse aquí ya implica la reescritura del mercado y el marco regulatorio.

“Discriminar a Huawei por ser un proveedor peligroso a consideración de un gobierno es una decisión muy difícil (…) Nokia y Ericsson cómo pueden suplirla y no veo a Estados Unidos subsidiando a esas empresas europeas, como acusa que hace China con Huawei. El tema a seguir será en seguridad, porque la infraestructura allí está y estará por otros años, hasta que venga el fin de 4G. Mientras, esto es una guerra entre papá y mamá, y en medio están los operadores y los consumidores”, dijo Enrique Carrier de Carrier y Asociados.

La vida útil de las generaciones de redes celulares es de veinte años y hasta que el mismo mercado exija el recambio a una generación más evolucionada. Las redes construidas por Huawei alcanzan su séptimo año de antigüedad y si así lo desean los operadores, que todavía están pagando por sus contratos a Huawei, esas infraestructuras funcionarán hasta el año 2036, aún con el pesar de Estados Unidos.

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel, entre otros. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también citado en el “Estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México, 2017” de la OCDE, y en distintos informes sobre espectro radioeléctrico de la GSMA y de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).

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