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Apertura del agro entre México y Brasil será complicada

Al ser la brasileña una economía muy protegida es complicado establecer un intercambio comercial en el agro, dice Juan Gallardo.

Una apertura comercial agropecuaria entre México y Brasil será complicada, porque la economía brasileña es una potencia en este sector, pero como nación se mantiene cerrada en gran medida al comercio internacional, opinó Juan Gallardo Thurlow, coordinador del sector empresarial mexicano cuando se negoció el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Gallardo Thurlow controla 63% de Organización Cultiba, un corporativo que a través de sus subsidiarias produce caña de azúcar y melaza, y distribuye bebidas no alcohólicas, incluyendo agua embotellada y todas las marcas de bebidas de PepsiCo, de la cual es la principal embotelladora en Latinoamérica.

¿Qué tanto pudiera avanzarse en la ampliación del ACE53, donde uno de los intereses ofensivos de Brasil es el sector agropecuario?

Brasil es una economía extraordinariamente competitiva en el tema del campo, tiene en varios productos las ventajas de una amplia escala y de grandes extensiones, tiene la tecnología, tiene el tamaño, es un competidor mundial y posee un mercado doméstico importante.

Es también una economía cerrada y está tratando de tener nuevos mercados para sus productores, y uno de ellos es México.

¿Qué piensa?

Está mucho más protegida. Ha sido una meta que hemos tratado de lograr desde hace muchos años. Recordará que iniciamos por la iniciativa de buscar por diferentes sectores en los que podríamos complementarnos, y el sector más sólido en su momento fue el sector automotriz y éste ha crecido mucho en sus volúmenes en ambos lados.

¿A qué grado podremos nosotros ampliarnos en el sector del campo? Creo que es algo más complicado, porque nosotros hemos tomado decisiones de apertura que no las han tomado los brasileños. Veremos en el tiempo, siempre ha habido una relación amistosa, pero ellos tienen ideas diferentes en comercio exterior a las de nosotros.

¿Qué tipo de sinergias o de aprendizajes podríamos tener en el sector azucarero?

En la parte tecnológica, en México estamos muy avanzados, no es que haya tanta magia en fabricar azúcar, es una industria con muchísimos años en experiencia, por no decir siglos. Estamos al día en las últimas tecnologías y somos tremendamente competitivos. Entonces, hay poco que les podamos aportar a ellos o ellos a nosotros.

¿En etanol?

El etanol está muy sensible en sustitución a los precios del petróleo, con los precios de los combustibles actuales, el convertir etanol con caña de azúcar no es rentable. Entonces, simplemente es un tema de precios, no de tecnología.

¿Por qué Brasil no ha invertido en el sector agrícola mexicano?

Porque ellos han desarrollado su agricultura en forma extraordinaria y están concentrados en lo suyo. Eso es la simple verdad.

¿Y a ustedes le interesaría invertir allá?

No, porque no son tan abiertos, Brasil sigue siendo una economía muy protegida. Es una decisión de ellos, soberana, están en su pleno derecho; pero es una decisión que impide claramente este tipo de apertura, de colaboración y de intercambios.

rmorales@eleconomista.com.mx

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