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Argentina respira esperanza en caso de fondos buitre

En EU, las negociaciones con el Club de París, la reconciliación con Repsol por YPF y, sobre todo, el potencial energético de Vaca Muerta, despertaron buena disposición hacia Argentina.

La posición argentina en el juicio contra los llamados fondos buitre (holdouts), que reclaman el pago de deuda soberana, recibió un fuerte apoyo internacional en los últimos días, a unas horas del pronunciamiento que dará a conocer este lunes la Corte Suprema de Estados Unidos.

Del intenso lobby internacional participaron organismos como el FMI, organizaciones no gubernamentales, analistas, empresarios y más discretamente el gobierno de Barack Obama, y legisladores demócratas y republicanos que, a través de reuniones mantenidas con una delegación parlamentaria argentina integrada por el oficialismo y la oposición dieron mayor visibilidad a la posición de Argentina.

La muestra de unidad multipartidaria en la posición por la reestructuración de deuda argentina, que expresó la misión de la delegación de legisladores que concluyó el jueves, causó impacto político en Washington, que quedó con la impresión de que en este tema existe una política de Estado que será abordada de manera similar por el gobierno que surja de las elecciones del próximo año en Argentina.

Estos movimientos permiten levantar la apuesta de que la Corte Suprema de Estados Unidos otorgará tiempo a las partes.

Este tiempo se traduce como que la opción con más posibilidades de concretarse es que la Corte Suprema solicite una opinión sobre el caso al gobierno de Estados Unidos o bien, alguna variante que estire los plazos.

Lo cierto es que no se espera que Estados Unidos agilice los trámites para emitir su opinión, a pesar de que Washington ya expresó en instancias inferiores el impacto sistémico que tendría el fallo dispuesto por el juez Thomas Griesa, que obliga a Argentina a pagar a los acreedores argentinos que no participaron en los canjes propuestos en el 2005 y el 2010.

Al lobby se sumó una reunión de último momento del directorio del Fondo Monterario Internacional (FMI) realizada el viernes, donde se analizó un nuevo documento que advierte de una amenaza sistémica de los fondos buitre si prevalecen con su interpretación del pari passu (tratamiento igualitario), en la causa contra Argentina.

Esta novedad de más tiempo surge en momentos donde Estados Unidos y sus empresarios demostraron pragmatismo, al interesarse en nuevos aires en las relaciones comerciales y bilaterales con Argentina, en especial por el potencial energético que significa el yacimiento neuquino de Vaca Muerta.

Lo que sucedió esta semana fue una demostración indirecta de apoyo de Estados Unidos al argumento argentino: tanto el Departamento de Estado, a través de Roberta Jacobson, como la titular de la bancada demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, entre otros, accedieron a reunirse en tiempo récord con legisladores argentinos, en una agenda que fue preparada por la Embajada en Washington.

Al margen, el gobierno de Barack Obama y los congresistas republicanos y demócratas algunos estaban a favor y otros en contra de la posición local recalcaron la independencia de poderes respecto de la Corte Suprema.

Hubo comprensión del planteamiento argentino de la cuestión de Estado por la deuda y del esfuerzo económico puesto de manifiesto por el país para renegociar la deuda con el Club de París, el resarcimiento a la española Repsol por la expropiación de la petrolera YPF, la puesta en marcha del nuevo indicador de precios nacional y haber alcanzado un arreglo con las empresas que acudieron a los Tribunales del CIADI.

Los legisladores norteamericanos, que en el pasado fueron influidos por el lobby buitre destinado a lograr que Estados Unidos vote en contra de Argentina en los organismos multilaterales o la promoción de sanciones comerciales, suavizaron ahora su posición con el país, bajo la consigna de lograr a futuro alguna negociación destinada a superar el tema de los holdouts.

El tema jurídico de los holdouts podría verse como algo aislado, luego de los pasos recientes que dio Argentina y en momentos en los que hay pesos pesados interesados en ingresar en el negocio del petróleo en Argentina.

La palabra negociación es toda una definición en sí misma y a nadie parece importarle definirla ahora. A modo de ejemplo, no necesariamente querrá decir que Argentina cambie su postura de pagarle a los fondos buitre no más que al resto y, por lo tanto, volverían sobre la mesa las propuestas privadas para que los holdouts cobren más.

Se habló también en Washington y en Buenos Aires de una cláusula de los bonos del canje denominada Rufo , que fue incluida en los contratos de los bonos nuevos reestructurados del 2005 y el 2010, que protege al bonista del canje de que no podría Argentina ofrecer voluntariamente una oferta mejor a otros acreedores y cuya vigencia caduca a fines de diciembre próximo.

Si la Corte rechaza el caso este lunes y obliga a Argentina a pagarle a los fondos buitre 100% de la deuda primero que al resto de los tenedores, esta cláusula no se activaría debido a que no sería una oferta voluntaria , sino que sería la justicia de Estados Unidos la que obligaría al país a pagarle más a unos que a otros.

El plan B de Argentina si la Corte rechaza el caso está guardado bajo llave. Pero la cabeza de la defensa argentina ante la Corte Suprema, el ex procurador de Estados Unidos, Paul Clement, describió una serie de escenarios posibles y dentro de ellos citó la posibilidad de que esto derive en un default y nuevo canje, que requerirá eventualmente cambio de legislación, según un escrito legal del estudio Cleary.

Más allá de estas movidas, lo concreto es que este lunes, el máximo tribunal estadounidense dará a conocer finalmente si acepta o rechaza la apelación presentada por Argentina o si pide a la administración de Obama que emita una opinión en torno al tema.

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