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Brasil está ahora en posición de competir la inversión telecom a México: Vitor Elisio
El Congreso brasileño aprobó un nuevo marco regulatorio de telecomunicaciones contenido en el Proyecto de Ley de Cámara 79/16 que ahora hace pensar al gobierno en un retorno intensivo de las inversiones en tiempos que Brasil apuesta a un plan nacional de Iot, su primera subasta de espectro 5G y en tanto busca también una solución al caso Oi.
Sao Paulo.- Brasil tuvo que esperar cerca de 25 años para lograr una actualización de su marco regulatorio en telecomunicaciones y un lustro entero también de altibajos en el desempeño de su economía —creció 0.4% en el segundo trimestre de 2019— que alejaron o, en el mejor de los casos, atenuaron la inversión de los industriales de ese sector en el país.
Pero el 12 de septiembre el Congreso brasileño aprobó una serie de modificaciones regulatorias contenidas en el entonces Proyecto de Ley de Cámara 79/16 o “PLC 79” que ahora hacen pensar a los constructores de la política pública en un retorno intensivo de las inversiones en tiempos que Brasil apuesta a un plan nacional de Iot, su primera subasta de espectro 5G y en tanto busca también una solución al caso Oi.
A Brasil toca ahora ser el “atractivo” en las inversiones, reconoce con recato Vitor Elisio Menezes, secretario de telecomunicaciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Comunicaciones de Brasil, una dependencia equivalente a la Subsecretaría de Comunicaciones de México.
Para Elisio Meneses, el hecho de que una antigua legislación obligaba a las empresas del sector a destinar recursos a la telefonía pública que prácticamente ningún brasileño utiliza hoy y en detrimento de sus planes para el negocio móvil; que no ofrecía un marco adecuado en temas como el mercado secundario del espectro, las autorizaciones para servicios satelitales y que además espantaba con asuntos de reversión de activos tangibles e intangibles y extraños modelos de entregas de concesiones, provocó que los movimientos e inversiones en las telecomunicaciones brasileñas fueran solamente las necesarias para asegurar los revenues de los operadores.
Con la aprobación del PLC 79/16, que en su camino para conseguir la ratificación en el Senado de Brasil sorteó un ambiente nacional marcado por una crisis económica, una recesión, dos escándalos de corrupción, una elección presidencial y una reconformación del Congreso brasileño, se advierte que empresas del exterior de distinta escala podrían manifestar interés por entrar al mercado brasileño, que los concesionarios regionales puedan expandirse y que los grandes operadores —TIM/Vivo/Claro— se animen a invertir con potencia en Brasil, esto acentuado por la desaceleración económica de México, por las dudas que todavía genera la política chilena respecto a la explotación del espectro radioeléctrico o ante la crisis financiera en Argentina, pues Brasil despegaría además hasta 2.4% en 2020.
Entre 2013 y 2014 hubo una reforma a la Constitución de México que fue un ejemplo en telecomunicaciones para todos los países en la región”, dijo Vitor Elisio en una entrevista en Futurecom 2019.
“Pienso que esta nueva ley va a generar ahora una serie de inversiones en Brasil que antes no se hacían; por ejemplo, una parte significativa de la inversión iba a la telefonía fija que hoy nadie usa y con esta ley ese dinero podrá ir a los planes de los operadores en banda ancha”.
“Este cambio regulatorio nos hace más atractivos; nos pone en una posición más atractiva de atraer inversiones; sí, también ante otros países como México o quizá Colombia. Se va a permitir que los operadores establecidos puedan crecer y que si quieren comprar, por ejemplo a Oi, podrán hacerlo, porque la situación ahora es mejor. Todos podrían comprarse a todos”, platicó el secretario de telecomunicaciones luego de participar en un foro organizado por DPL News Policy & Law en el Futurecom de Sao Paulo.
Con esto último, el funcionario saludó la intención de la telefónica Oi acerca de una venta de activos no estratégicos que incluiría el desprendimiento de radiobases, centros de datos y tendidos duplicados de fibra óptica, pata levantar así hasta 15,000 millones de reales que le permitan disminuir su deuda bruta consolidada cercana a las 17,000 millones de reales en junio de 2019 y para pensar también en concentrarse en el negocio de la fibra óptica como un operador mayorista, además de buscar frecuencias para productos de 5G.
Brasil alista un proceso para concursar diversos paquetes de espectro en las bandas de 3.5 GHz, en los 2.3 y 2.6 GHz y también remanentes en las bandas de 700 MHz, entre otros. Esa licitación se prevé ocurra en el primer semestre de 2020 y aunque el regulador local Anatel ha dejado entrever que no habrá un ánimo recaudatorio de recursos, se espera que los gigantes del mercado compitan aguerridamente por las frecuencias, sobre todo la telefónica TIM, que es la que enfrenta una desventaja en tenencia espectral respecto a sus competidores Vivo, Oi y Claro.
El nuevo marco regulatorio terminaría de animar a las empresas de tecnología a continuar apostando por Brasil. El caso de Qualcomm, que ha prometido un nuevo negocio de fabricación de chips en ese país para 2021 y 1,000 empleos, es un ejemplo.
En Futurecom 2019, la compañía sostuvo que también buscará conformar contratos de asociación público-privada con el gobierno federal, de los que “en breve daremos detalles” de lo que previsiblemente serán negocios relacionados con 5G e Internet de las cosas, en los que Brasil va más adelantado que México desde 2017.
“El nuevo marco crea oportunidades para todos; para Oi, para los actores regionales y hace también más atractivo el mercado para los operadores extranjeros (…) Es un nuevo marco, que adecua nuestro pensamiento sobre una ley de 1997, un viejo sistema que no permitía claramente compartir espectro o cómo solicitar concesiones satelitales. Pero pronto con la nueva ley esperamos más inversiones; 1,000 millones de reales para mantener operaciones, es posible en la industria para 2020”.