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Brasileña Gol se suma a la puja por Aerolíneas Argentinas
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el ministro de Economía, Luis Caputo, recibieron en la Casa Rosada al asesor CEO de Gol, Alberto Fajerman, como parte de las conversaciones formales que permitan llevar a cabo un plan para reducir el conflicto gremial de la aerolínea.
Aumenta la presión en la industria aeronática argentina. Mientras la firma de bandera chilena Latam Airlines decidió dar un paso al costado para adquirir Aerolíneas Argentinas, el Grupo Abra -dueña de la colombiana Avianca y la brasileña Gol- aumentó su apuesta.
Tras anticipar que está dispuesto a ceder el control de las operaciones de Aerolíneas Argentinas en caso de que continúen las medidas de fuerza de los gremios aeronáuticos, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos y el ministro de Economía, Luis Caputo, recibieron en la Casa Rosada al asesor CEO de Gol, Alberto Fajerman, como parte de las conversaciones formales que permitan llevar a cabo un plan para reducir el conflicto gremial.
“Se están evaluando opciones”, dijeron. Desde el oficialismo, ya se han contactado con Flybondi y dijeron que tienen pensado hacerlo con JetSmart.
Latam también habría entrado en la carrera por adquirir al menos una parte de Aerolíneas Argentinas; sin embargo, esta tarde aclaró que no forma parte de las conversaciones que el Gobierno admitió mantener con holdings extranjeros.
"En relación a declaraciones divulgadas por distintos medios en diferentes países sobre el interés en la compra de Aerolíneas Argentinas, el grupo Latam informa que no forma parte de estas conversaciones", aclaró en un comunicado. Ahora, hay otros tres nombres interesados: Azul Líneas Aéreas, el Grupo Abra y el empresario Germán Efromovich.
Gobierno acelera venta
El Gobierno argentino ya dio el puntapié inicial para poner a la venta Aerolíneas Argentinas y no hay vuelta atrás. La serie de conflictos y demoras en la operatoria de la aérea de bandera apuraron los tiempos, y un tema que no estaba entre los principales proyectos del oficialismo -aunque claramente sí en carpeta-, ahora se ubicó entre los primeros lugares del ránking.
Si la idea original era -y es- una privatización en el sentido más estricto, ahora se buscan caminos alternativos, justamente por una cuestión de tiempos. Es que para que la aérea deje de estar en manos del Estado debe sí o sí pasar por el Congreso, quien debería dar su visto bueno para que eso ocurra.
Se intentará que alguna -o algunas- aérea tome las rutas de cabotaje que hoy opera Aerolíneas. El análisis del Estado es que hoy la operatoria local es más atractiva.