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Canacintra pide atacar comercio ilegal en lugar de cacería de formales
El presidente de la organización, Manuel Chaparro, aseguró que el repunte del comercio ilegal como la piratería denota que carece de vigilancia por parte de las autoridades.
Los industriales del país acusaron que el gobierno federal realiza una “cacería de brujas” a empresas formales, en lugar de que se enfoque a atacar la piratería, detener y a combatir la ilegalidad, que evade millones de pesos y daña a la economía mexicana.
El presidente de la Comisión de Fomento Industrial de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), Manuel Chaparro, aseguró que el repunte del comercio ilegal (piratería, subvaluación, triangulación de mercancía procedente del Oriente), denota que las importaciones desleales carecen de la vigilancia de las autoridades para evitar que ingresen y circulen en nuestro país.
“A la fecha, tal parece que nuestras autoridades mexicanas están más enfocadas en vigilar a las empresas fabricantes o productoras formales instaladas en México que están aportando para el desarrollo del país y generando empleos formales a trabajadores mexicanos, en lugar de enfocarse a detener y combatir eficazmente a los mecanismos fraudulentos que permiten ingresar ilegalmente a nuestro país productos que dañan a nuestra economía, nuestras inversiones, nuestras fuentes de trabajo, además de evadir impuestos”, reprochó.
La Canacintra ha pugnado por una política industrial que contemple un combate efectivo gubernamental contra el comercio ilegal de mercancías, el cual, según datos de la American Chamber of Commerce (AmCham) México deja pérdidas económicas por más de 43,000 millones de pesos anuales por artículos que incumplen toda normativa de producto y además, ponen en riesgo la salud e integridad física de los usuarios.
Chaparro dijo que México enfrenta problemas para desarrollar su industria manufacturera, y sigue detectando en forma creciente la presencia de gran cantidad de productos de origen asiático, principalmente de China, que se comercializan a precios extremadamente bajos, similar al costo de algunos productos fabricados en México.
“Esto denota que tienen procedencia del contrabando o comercio ilegal, que ingresan a nuestro país con una carga de subsidios del país de origen (China), por lo que es difícil competir en forma legal y equitativa, además de que, estos productos ingresan con especificaciones fuera de la calidad especificada sin cumplir las normativas correspondientes y mucho menos pagan impuestos”, reprobó.