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Dos Bocas: mayor impacto ambiental, en primera fase
Se contabilizan 56 impactos adversos, de los cuales 40 se presentarán durante la fase de preparación de sitio, 10 durante la construcción y seis durante el periodo de operación y mantenimiento.
La mayor cantidad de impactos adversos del proyecto de la refinería de Dos Bocas se presentará durante la fase de preparación del sitio (Fase I), de acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que realizó el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP).
En total, se contabilizan 56 impacto adversos, de los cuales 40 se presentarán durante la fase de preparación de sitio (Fase I), 10 durante la construcción (Fase II) y, finalmente seis durante el periodo de operación y mantenimiento (Fase III).
En cuanto a la significancia de los impactos, se contabilizan 29 de tipo irrelevante, 61 de tipo moderado y tres severos. De los más abundantes (los moderados), la fase con la mayor contribución es justo también la Fase I, con 35 impactos, seguida de la Fase II (17) y la Fase III (9).
En cuanto a los irrelevantes, la Fase I, tiene 23, la II, cuatro, y la III, dos. Los de tipo severo corresponden a la Fase I (2) y la Fase III (1).
Por tipo de factor ambiental, en el apartado de agua se prevén, en la Fase I, la alteración de la calidad del agua pluvial, modificación de las escorrentías que conducen las aguas pluviales y un mayor consumo de agua.
En cuanto al aire, se alertó por la generación de emisiones contaminantes y partículas suspendidas en el aire. Por lo que toca al suelo, destacan la alteración de su calidad, la compactación, la modificación de los niveles de erosión, además de la infiltración.
También sobre la Fase I, en cuanto a la vegetación, se identifica la disminución de los patrones de cobertura de la vegetación y la baja del número de especies vegetales inducidas que habitan el área. Sobre la fauna se prevé la posible disminución de individuos de especies animales adaptadas a las condiciones actuales, la alteración puntual a los patrones de movilidad de la fauna terrestre y la modificación de las pautas de comportamiento de la fauna.
Sobre la Fase II (construcción), la MIA identifica efectos en el agua y en el aire similares a los de la Fase I. Mientras tanto, en la Fase III, los impactos en el agua y en el aire son también similares, siendo el suelo el único con nuevos impactos, pues se podría alterar la calidad del mismo.
No obstante, en el balance, El IMP expuso que los impactos al medio son “moderados”, propios de cualquier proyecto de este tipo, mismos que “serán mitigados con la operación sustentable de la planta y sus efectos en la reducción de importaciones y distribución de combustibles de mejor calidad”.