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Economía y Trump ponen en jaque acuerdo aéreo
Las políticas impulsadas por Estados Unidos y la situación económica de México inciden en los efectos positivos del convenio aéreo entre ambos países, al estar la aviación ligada al crecimiento o decremento de un país.
La situación de la economía mexicana, así como las políticas anticomerciales y antiinmigrantes impulsadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ponen en jaque los efectos positivos del Convenio Bilateral Aéreo entre ambos países, aseguró el especialista en aviación y director de Bufete Lan, Arturo Lan.
Detalló que muestra de ello es que el mes pasado la aerolínea mexicana Volaris ajustó su oferta de asientos del 2017, de 23 a 17%, además, redujo frecuencias en cinco rutas hacia Estados Unidos y canceló una.
No solamente Volaris está modificando sus frecuencias, todas las aerolíneas mexicanas están evaluando ese impacto. Definitivamente hay una afectación negativa con la llegada de Trump a la Casa Blanca, que ya están resintiendo las líneas aéreas nacionales, principalmente , mencionó el especialista.
Explicó que si bien el factor más importante en la aviación es el estado de la economía, ya que esta industria como los demás medios de transporte está íntimamente ligada al crecimiento o decremento de un país, las políticas impulsadas por el gobierno estadounidense también están influyendo de forma negativa.
El estado de la economía es un aspecto fundamental que va incidir en la claridad en la que se van a manifestar o no los efectos del acuerdo bilateral México y Estados Unidos , refirió Arturo Lan.
Competencia desigual
El especialista señaló que el convenio también pone en desventaja a las aerolíneas mexicanas, ya que éstas no tienen la capacidad de competir con las estadounidenses.
Es cierto que con el acuerdo bilateral se abre un espacio muy importante para las líneas mexicanas, como el espacio aéreo de Estados Unidos, que es el mercado aéreo más grande del mundo. Lo que preocupa son las asimetrías, ya que las aerolíneas estadounidenses están en mejor posición de aprovechar el convenio que las mexicanas, por la gran diferencia en el número de su flota .
Reconoció que las aerolíneas mexicanas pueden acceder al mercado aéreo más grande del mundo, pero tarde o temprano se va a forzar a las compañías nacionales a hacer alianzas con las estadounidenses para poder competir, como es el caso de Delta y Aeroméxico.
Dijo que si se busca fomentar una aviación comercial mexicana, es decir, aerolíneas mexicanas vigorosas, esto cada vez va a ser más difícil, ya que también se le debe agregar la apertura en el campo de la inversión extranjera a las aerolíneas estadounidenses, con un aumento de 25 a 49% en capital social, lo cual puede incidir en la aviación mexicana.
Mejores Tarifas
Lan aseguró que para un gobierno como el del presidente Enrique Peña Nieto, que le apuesta a la apertura comercial, definitivamente no importa que haya cierta americanización en la aviación mexicana, lo que importa es que haya más intercambio comercial, más vuelos entre ambas naciones, más conectividad en el país y mayor competencia y, en teoría, reducción de las tarifas.
Desde el punto de vista del actor más importante de la aviación, el pasajero, la línea que el gobierno federal está siguiendo es la correcta, ya que el usuario es el que se beneficia con mayor conectividad, mayor competitividad en las tarifas y más opciones de servicios independientemente de la bandera la aerolínea .
También dijo que se beneficia al país porque hay una mayor inversión en la medida de que más empresas estadounidenses abran nuevas rutas hacia México, lo cual favorece a los grupos aeroportuarios.
Mayor inversión
Por su parte, para el especialista en aviación y profesor de la Universidad Anáhuac, Víctor Hugo Valdés, el convenio tiene implicaciones importantes para los aeropuertos del interior del país, que son los que tienen capacidad de crecimiento.
Explicó que los beneficios a corto plazo del acuerdo se reflejarán en la conectividad del interior del país y que será hasta que inicie operaciones el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México cuando se verán claramente los efectos positivos del convenio.
El gran cuello de botella continúa siendo el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pues si bien varias aerolíneas estadounidenses están interesadas en operar vuelos desde o hacia diferentes ciudades estadounidenses desde esta terminal aérea, sólo pueden hacerlo en horarios nocturnos, que son los que no están congestionados, y muchas veces no les conviene .
Puntualizó que otro de los efectos del convenio es la reducción del costo administrativo de las aerolíneas, pues ahora, con el acuerdo, las compañías aéreas de ambas naciones ya no requieren pedir autorización al Departamento de Transporte de Estados Unidos ni a la Dirección General de Aeronáutica Civil.
Cuando Mexicana de Aviación dejó de operar y Volaris estaba interesada en algunas de las rutas hacia Estados Unidos, tuvo que solicitar una autorización especial al Departamento de Transporte para poder operar esa ruta, lo que representó un costo administrativo importante , puntualizó el especialista.