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Gasolinas, bomba de tiempo
Alzas en precios internacionales y subsidios no programados, entre los mayores riesgos.
El crecimiento de las importaciones de gasolinas se vuelve una bomba de tiempo: infraestructura saturada, además, en el mediano plazo generaría subsidios no programados, alza en precios del energético y presiones inflacionarias, dijo José Luis de la Cruz, director del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tec de Monterrey.
Lo anterior considerando dos escenarios: el primero un crecimiento económico de 3%, con lo que el nivel de importaciones se mantendría.
El segundo en un escenario de crecimiento de 4% se daría una fuerte presión en el consumo de gasolina que propiciaría subsidios no programados o aumentarían los precios, impactando a los bolsillos de los mexicanos.
El incremento en las importaciones de gasolinas refleja un problema estructural de la política energética y de gobierno, porque el país no tiene una producción robusta , expresó.
No se tiene una visión clara y esto propicia un incremento considerable en importaciones y subsidios, lo que se vuelve en una sangría para el gobierno federal , comentó.
En los 10 años de este milenio, dijo De la Cruz, Pemex aumentó la extracción de petróleo, pero no en infraestructura para producir gasolinas y se ha dado un estancamiento en refinación .
Pemex Refinación tiene seis refinerías para abastecer de combustibles a todo el país y desde hace 15 años impulsó la modernización y reconfiguración del Sistema Nacional de Refinación (SNR), pero a la fecha sigue sin concluirse. En este sentido, la paraestatal, que dirige Miguel Tame, precisa que sólo 33% ha sido actualizado.
Siguen pendientes las refinerías de Minatitlán (en proceso), Salina Cruz, Tula y Salamanca (en proceso). Además de que en el 2008 se anunció la construcción de la nueva refinería en Tula, Hidalgo, y no se tiene ni siquiera la barda perimetral.
mpalma@eleconomista.com.mx
