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Impuesto fronterizo divide a empresas en Estados Unidos

Elevará precios al consumidor, aducen Walmart y Best Buy; Boeing y GE la ven como una forma de equilibrar la cancha con competidores foráneos.

Empresas multinacionales estadounidenses comenzaron a cabildear a favor o en contra del Impuesto de Ajuste Fronterizo (BAT) sugerido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dejando ver que este tipo de reforma tendrá efectos que dejarán perdedores y ganadores en ese país.

Entre tanto, una investigación del Congreso estadounidense destacó que el Poder Ejecutivo no puede aprobar unilateralmente el BAT, ya que es una atribución exclusiva de los legisladores.

La Federación de Empresas de Cadenas Minoristas (NRF, por su sigla en inglés), integrada por firmas como Walmart, Target y Best Buy, lanzaron una campaña promocional llamada Americans for Affordable Products (Estadounidenses por Productos Asequibles), en contra del BAT. Impulsada por más de 100 empresas y grupos, la campaña de la NRF afirma que este impuesto costaría a una familia típica estadounidense unos 1,700 dólares por año en precios más altos en cientos de productos. También advierte que el BAT podría forzar a las tiendas más pequeñas de main street (punto focal para ventas en un lugar) a cerrar, a medida que sus costos aumenten y los consumidores se resistan a pagar precios más altos.

Otro grupo de más de 25 empresas, entre ellas Boeing, General Electric y Dow Chemical, llamado Coalición por productos hechos en Estados Unidos y que se beneficiaría con restricciones a la importación, se pronunció a favor del BAT, porque podrían además recibir apoyos a la exportación. Los trabajadores y las empresas estadounidenses no están compitiendo en un terreno de juego nivelado con competidores extranjeros, debido a un sistema fiscal anticuado e injusto , dijo John Gentzel, portavoz de la Coalición, quien agregó que el sistema fiscal actual subsidia injustamente las importaciones de bienes extranjeros.

Con los argumentos de ambas partes, la aplicación del BAT implicaría beneficios para grandes transnacionales e impactos para millones de consumidores.

Alrededor de 97% de toda la ropa y calzado vendidos en Estados Unidos y más de 90% de la electrónica son importados. También el mercado estadounidense tiene una gran dependencia de materias primas como azúcar, café, frutas y hortalizas. Los consumidores son, en última instancia, los perdedores de cualquier esfuerzo para gravar las importaciones, porque la economía en los Estados Unidos es impulsada por los consumidores , dijo Matthew Shay, director ejecutivo de la NRF.

Shay añadió que las empresas de la NRF están dispuestas a trabajar con el Congreso para simplificar los impuestos y para alentar a las empresas en Estados Unidos, pero dijo que el impuesto fronterizo no contribuye con estos objetivos.

El BAT fue diseñado por el presidente de la Cámara Baja de Estados Unidos, Paul Ryan. Analistas, empresas y gobiernos lo consideran ante la posibilidad de que sea violatorio de las normas de la Organización Mundial de Comercio.

rmorales@eleconomista.com.mx

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