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Industria tuvo su peor caída en el 2020 desde 1995

La construcción y la manufactura lastraron el resultado por el confinamiento de abril y mayo del año pasado, sin embargo, mientras las fábricas se han reactivado, el ladrillo continúa fracturado.

Al cierre del 2020, la actividad industrial en México acumuló una caída de 10%, la peor desde el desplome de 10.9% observado en 1995, de acuerdo con cifras reportadas ayer por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

Con el retroceso, el indicador se ubicó en su nivel más bajo desde el 2009, año de la última gran crisis previo a la del Covid-19.

Al interior del indicador coexisten varias narrativas, pues la pandemia supuso desafíos diferenciados para los distintos subsectores industriales del país, que también se han reflejado en trayectorias de recuperación distintas.

De forma consolidada, los subsectores más golpeados fueron la construcción y la manufactura, con descensos de 17.2% y 10%, respectivamente. Les siguieron los servicios públicos (electricidad, suministro de gas por ductos y provisión de agua), con una contracción de 5.3% y la minería, que retrocedió apenas 1.1 por ciento (aunque este sector arrastra una mayor debilidad previa a la pandemia).

En lo anterior influyó el confinamiento de abril y mayo pasado, que obligó el cierre de actividades que en su momento fueron consideradas no esenciales, entre las que se incluyeron las obras de construcción privadas y numerosas actividades manufactureras (fabricación de automóviles, confección de ropa y calzado, etcétera).

A partir de junio, la reapertura de actividades depararía una reactivación sostenida de la manufactura –que en diciembre logró volver a niveles prepandemia luego de caer 35% en mayo–, no así de la construcción, que en el último mes del 2020 todavía estaba 12.3% debajo de su nivel de 12 meses antes.

“La industria mexicana cerró el año en franca recuperación e incluso, los resultados del mes sesgan ligeramente al alza el balance de riesgos para el dato definitivo del PIB que se presentará a finales de este mes. No obstante, la narrativa es esencialmente determinada por las manufacturas, puesto que la construcción y la minería mantienen un estado endeble y una tendencia de debilidad respecto a sus máximos de años anteriores (2016 y 2012, respectivamente)”, opinó Marcos Arias, analista de Grupo Financiero Monex.

En diciembre, la actividad industrial avanzó 0.1% mensual medida con cifras desestacionalizadas, con lo que acumuló siete meses de avances ininterrumpidos, si bien el ritmo de reactivación ha venido menguando. En su comparación interanual, el indicador retrocedió 3.2%, la menor caída del segundo semestre. No obstante, la variable acumula acumuló también 22 meses en contracción anual, reflejo de que previo a la pandemia, la actividad industrial del país mostraba signos de debilidad.

“Seguimos pensando que la situación en el corto plazo es muy compleja, dependiendo en gran medida de la evolución de la pandemia. No obstante, parecería que al menos algunos de los sectores clave han podido adaptarse de mejor manera a este entorno, beneficiadas por no tener que depender tanto de la interacción social. En este contexto, seguimos pensando que la recuperación en la primera mitad del año estará liderada por la industria, en especial las manufacturas”, opinaron en otro reporte Juan Carlos Alderete y Francisco Flores, economistas de Banorte.

Actividad manufacturera

Al interior de la manufactura, tanto el golpe de la pandemia como la recuperación también han sido diferenciados, de manera que en el 2020 se tuvieron ramas con caídas mínimas, como la alimentaria, que retrocedió apenas 0.5 por ciento.

Suerte parecida tuvo el subsector de aparatos eléctricos (-0.9%), mientras que otros rubros con caídas menores al promedio fueron el químico (-4.8%), la industria del papel (-5.1%), cómputo y comunicación (-6.1%) y bebidas y tabaco (-8.1 por ciento).

Por el contrario, un año negro tuvieron las ramas de confección de prendas de vestir (-34.6%), la producción de artículos de cuero y piel (-34.4%) e insumos textiles (-30.5 por ciento). La fabricación de equipo de transporte (automóviles, camiones, etc.) también tuvo un fuerte desplome de 20.9%, sin embargo, su reactivación ha sido rápida y en diciembre regresó a niveles prepandémicos.

“Anticipamos un crecimiento de 6% en la producción industrial de 2021 impulsado por las manufacturas. Este estimado se sustenta en el sólido crecimiento que registrará la economía norteamericana gracias a los estímulos fiscales y monetarios vigentes en ese país”, previó Invex en otro análisis.

octavio.amador@eleconomista.mx

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