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Nearshoring: una oportunidad en una generación si asumimos los retos
El impacto dependerá de las estrategias domésticas que puedan alentar a la inversión de la iniciativa privada, local y extranjera. Una estrategia que incentive a llegar a México y quedarse.
Las empresas extranjeras han renovado su interés por llegar a México y las que ya tienen experiencia y activos en el país, están dispuestas a duplicar su apuesta.
En el centro de este nuevo aire que está despertando el país, está la expectativa de llegar más rápido y a un menor costo hacia el mercado final, que es Estados Unidos. Académicos de orden mundial, como Dani Rodrik lo llaman nearshoring o friendshoring, dependiendo del contexto político o comercial en el que se enmarque.
Nearshoring es la realineación del comercio para acercar geográficamente las empresas de la cadena de producción a su mercado final. Friendshoring o Alishoring subraya las alianzas comerciales y geopolíticas de los países, para evitar que se interrumpa de nuevo la producción a causa de sanciones comerciales sobre algún país.
Rodrik, quien es catedrático en la escuela de gobierno de la Universidad de Harvard, explicó ante inversionistas convocados por American Chambero of Commerce que México enfrenta una segunda oportunidad de desarrollo interno tras el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) de los años noventa.
Pero su impacto dependerá de las estrategias domésticas que puedan alentar a la inversión de la iniciativa privada, local y extranjera.
Así lo ve la Secretaria de Relaciones Exteriores, Alicia Bárcena: México no está entendiendo la oportunidad que abre el nearshoring y que se puede cerrar pronto para ser aprovechada por Vietnam, el mismo Estados Unidos o Canadá,
“Si no nos ponemos las pilas rápido, Vietnam puede convertirse en uno de los países más competitivos del mundo”, señaló ante exportadores al inaugurar un congreso sobre innovación.
Estrategia: inversión
Con una mirada mundial, la subdirectora de investigación económica en el Fondo Monetario Internacional (FMI), Petya Koeva, explicó en entrevista la relevancia de que se generen en México las condiciones internas que incentiven el flujo de capitales productivos que tienen al país en el radar.Con ella concuerda el representante en el país del brazo financiero de Banco Mundial, Juan Gonzalo Flores, quien detalla que se va a requerir el desarrollo de infraestructura hídrica, de comunicaciones y transporte ferroviario, carretero y marítimo, acceso a energía limpia, disponibilidad de agua y generación de energía limpia.
El economista jefe para México en BBVA, Carlos Serrano, detalló que las empresas que quieren venir a México a instalarse, requieren certidumbre de que tendrán acceso a electricidad suficiente, a costos competitivos y generada por fuentes no contaminantes.
Desde su perspectiva, el país tiene que cambiar la política energética de tal suerte que se produzca más electricidad no renovable y la forma de hacerlo es permitir que la iniciativa privada participe Adicionalmente sugirió que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) invierta en potenciar la red de distribución y transmisión.
El equipo técnico de expertos del FMI que visitó México en septiembre lo tiene también muy claro: esta nueva oportunidad del comercio puede ser un parteaguas para sentar las bases de un crecimiento económico inclusivo, sostenible y verde.
Capital humano
Desde Nueva York, el economista jefe para México y Canadá en Bank of America Securities, Carlos Capistrán, agregó el reto de invertir en capital humano, en cel respeto al estado de derecho y garantizar la seguridad.
Esas son las primeras condiciones que debe mejorar México para subir el escalón en la cadena de suministro y pasar de armador, a generador de valor agregado.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), México basta un aumento del 10% en la participación de inversiones extranjeras en el país, para incentivar el crecimiento de 11% en el PIB per cápita.
El reto está en que también lo identifique el próximo gobierno, a quien tocará desarrollar estrategias que permitan hacer permanente esta oportunidad del nearshoring, señaló Serrano.
Seis retos
Infraestructura hídrica, de comunicaciones y transporte
Acceso a energía limpia
Costos competitivos de electricidad
Invertir en capital humano
Garantizar Seguridad
Respeto al estado de derecho
Fuente: elaboración propia con información del FMI, BID, IFC, BBVA y BofA Securities