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No estoy obsesionado con aprobar las reformas: Petro

A un año de haber iniciado su periodo presidencial, en conversación con La República, el mandatario habló del balance económico durante su gestión.

Si mañana hubiera elecciones, volvería a ganar. Y ha pasado un año de gobierno, eso es congratulante. El país quiere que esto salga bien, y para que salga bien tiene que haber un acuerdo nacional, un avance en la paz”.

Gustavo Petro, presidente de Colombia

Aislar el balance económico del primer año de Gobierno de Gustavo Petro, de la crisis que atraviesa su administración, es complicado, pues los vasos comunicantes entre gobernabilidad, reformas y liderazgo del Ejecutivo para sacar la economía adelante son elementales.

El presidente atendió a La República en medio del huracán político, jurídico y mediático desatado por su hijo, Nicolás Petro, quien le dijo a la Fiscalía sobre el dinero no reportado y de origen oscuro que entró a la campaña por la Casa de Nariño hace un año. Las autoridades tienen la palabra y seguramente avanzarán en esclarecer la situación, pero mientras eso ocurre el país debe seguir su curso y evaluar el estado de la economía es un imperativo para poder hacer la prospectiva necesaria de cómo va a cerrar el año y qué nos depara 2024.

¿Cree que el hecho de que las reformas estén “atoradas” en el Congreso ayudó a que le vaya bien en este año económico?

Eso no tiene nada que ver porque, primero, las reformas, aún si hubiesen sido aprobadas, no son de aplicación inmediata. Precisamente por lo complejo de cada tema, la salud, las pensiones, son procesos de transición.

No, estas no son reformas coyunturales. La reforma tributaria pudo tener un efecto y fue positivo, pero las reformas estructurales son eso, estructurales. Voy a poner un ejemplo, que es la pensional y que tiene que ver con una alerta en la economía, en lo que los técnicos llaman formación bruta de capital fijo, allá en sus palabrejas significa la capacidad de inversión. ¿Qué ha pasado con el ahorro en Colombia? Automáticamente tienes que hablar del ahorro forzoso, que es la mayor parte, pensiones, Fondos Privados de Pensiones ¿Dónde está este ahorro? La mitad, a partir de un decreto de Santos, se fue del país, por mayor rentabilidad, etcétera, porque se les facilitó sacar el dinero con el decreto, y eso afectó la cuenta de la financiación de la inversión en Colombia. Y entonces la reforma que estamos presentando, pensional, nos ayudaría a recoger. Esas cuentas se respetan, pero no deberían estar depositadas en el extranjero, menos en estos tiempos borrascosos, deberían traerse al país. Si se trajese ese ahorro al país, automáticamente la inversión para crecer económicamente aumentaría.

¿Cómo va a reforzar esa reforma pensional?

Hay una parte del Congreso que aún piensa en términos de la política tradicional, de las relaciones tradicionales entre el Congreso y el Gobierno, que yo he denunciado muchas veces y que la prensa ha denunciado. Pero que es una relación que tiene que ver con transferencia de dinero público hacia particulares y que deriva en corrupción. A cada rato estallan los escándalos y siempre termina un congresista en la cárcel, pero ese método debe variar en este Gobierno. Y ese sector de congresistas debe aceptar un cambio en las relaciones, no estoy hablando de su pensamiento, estoy hablando de cómo se relacionan con el Gobierno, no es el engaño, no es la extorsión lo que debes estar en el presente. Que se caen las reformas, pues yo prefiero cambiar la relación política en Colombia, las reformas las va a exigir el pueblo tarde que temprano, allá el Congreso si decide tumbarlas.

¿Tiene un plan para sacar adelante las reformas?

Yo lo que estoy pensando es que no estamos obsesionados con su aprobación. Las EPS se van a acabar, no se dieron cuenta de que la ley las salva y se fueron en contra, pues se acaban.

Ese ‘no estamos obsesionados’, ¿es un respiro para quienes no están de acuerdo?

No, eso va hacia si se deja ir por ese camino de las reformas, que no lo impone el Gobierno, que las quiere aprobar pero que hay obstáculos legislativos y políticos. Acaba de salir una encuesta que dice que 80% de la sociedad colombiana quiere que esto salga bien, una encuesta muy importante para mí al cabo de un año y de muchísimos ataques hasta la médula, pues tenemos la mayoría de la opinión pública favorable. Si mañana hubiera elecciones, volvería a ganar. Y ha pasado un año de gobierno, eso es congratulante. El país quiere que esto salga bien, y para que salga bien tiene que haber un acuerdo nacional, un avance en la paz, que está ligado.

¿Cómo va a enderezar el tema del proceso de compra de tierras para este segundo año?

Para comprar la tierra necesitas estas condiciones: tierra fértil, la voluntad del que vende y la plata. La ley debería mover la voluntad del que vende, lamentablemente esa discusión se perdió en el Plan de Desarrollo sin que ni siquiera el Congreso alcanzara a discutirla, porque la ponencia escondió la discusión, le dio temor hacer el debate, que era importante. Y el otro factor, que es la plata, la hemos puesto, estamos poniendo de a $5 billones anuales. Se puede quedar en los bancos si no hay voluntad de venta.

El punto con las Farc habla de tres millones de hectáreas, que es el acuerdo Santos - Farc. No es exagerado. Si uno quisiera pensar en el campo ideal, que es el que existe en Europa, Estado Unidos o en China, toda tierra fértil produce, incluso si te llega al frente a la casa. Eso, que es lo ideal, haría que en Colombia entre 15 o 20 millones de hectáreas de tierra fértil se deberían producir en agricultura, eso tendría un enorme nivel de puestos de trabajo y seríamos eso que llamaban los abuelos, una despensa.

Cuando uno mira los fundamentales económicos, se ve un dólar que se puede chulear, la inflación ya llegó a su tope y empezó a bajar, ¿Cuál de estos fundamentales le gustaría sacar mejor?

Tenemos un problema de deuda. El problema no está en el monto total, está en los tiempos de pago. Tenemos más o menos tres años por delante de pagos de más de $100 billones al año. Hay un crecimiento de 40% de pago de servicio de la deuda y amortización en apenas dos años en un país que no está creciendo lo suficiente y eso es un problema. El país no crece lo suficiente por la tasa de interés. ¿Qué nos salva? Nos salva que hicimos una reforma tributaria.

*La entrevista fue resumida, pero puede consultarse completa en larepública.co

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